El hombre más tacaño del mundo

El hombre más tacaño del mundo

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

Es Fernando Sánchez Dragó (FSG), sin lugar a dudas. Estos días estará feliz porque le han regalado un premio cultural (¿) de 18.000 euros. Para Él, nada importa que se lo haya entregado Gonzalo Santonja, otro consumado chaquetero, tripero de gorra y ‘ministro’ de Cultura’ en el Vox de Castilla-León –creerá que esa purrela de sus compinches voxianos se lo debían.

Observemos a FSG, ese personajillo que nos demuestra que la corrupción ha empantanado esa autonomía: entre los miles de personas que he conocido directa y personalmente en mi aperreada vida, FSG se lleva el Grand Prix de la Tacañería. Y puedo demostrarlo con docenas de testimonios y de historietas. Este rasgo (dominante) de su personalidad (no menos dominante), es conocido por todo aquel que ha sufrido la desgracia de ser su obrero negro. Un ejemplo del año 2018: FSG lleva a su mansión soriano-nepalí (mucho más Kastilfrío que Katmandú) a un equipo de videastas que graban cortos con sus super-móviles. ¿Cómo les recibe el Anciano Gurú madrileño, ahora Influencer Ever Child?: ofreciéndoles ¡una litrona de cerveza!

FSG exhibe otras desagradables facetas en las que también puede aspirar a ser Rey o, al menos, Palanganero Real. Habiendo chupado inspiración en los izquierdistas para luego, en su temprana decrepitud, haber lamido las botas de Aznar & Co., tiene buenas credenciales para ser elegido El Mayor Fementido de España. Porque no sólo ha traicionado a sus mentores sino, ¡a sí mismo! Y a su sangre, porque no de otra manera puede calificarse que igualara en el martirologio a su padre (fusilado por los franquistas en 1936) con José Antonio Primo de Rivera, alma de los verdugos.

Asimismo, traicionó a su hombría de macho ibérico pata negra cuando presumió de haberse acostado con dos menores japonesitas. En un libro suyo publicado en 2010, se vanaglorió de haber tenido relaciones sexuales en 1967 con dos niñas japonesas de 13 años. Según sus fantasiosas páginas, al salir del metro se encontró “con unas lolitas de esas -ahora hay muchas- que visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda… Las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba… Las delincuentes eran ellas y no yo”. Olvidemos el insufrible machismo, la verdad y hasta la verosimilitud de la anécdota porque en FSG todo es falso -menos su fascio-machismo. A este respecto, redacté la siguiente Carta Abierta: “Conozco personalmente a Sánchez Dragó desde los ya lejanos años en los que se arrimaba a los rojos para vampirizarlos intelectual y, sobre todo, económicamente. Por ello, estoy seguro de que su cacareado fornicio con unas niñas japonesas es un vulgar ensueño de viejo verde. Lo que ocurrió fue que el spanish conquistador se acercó a las ninfetas y, cuando ellas le dijeron el precio de sus servicios, tuvo que envainársela no por falta de salacidad sino porque Sánchez es un tacaño pregonao” (27.octubre.2010) Asimismo, es imposible que folle ni medio bien por la sencilla razón de que no sabe bailar y ya sabemos que “así se baila, así se folla”.

Otrosí, FSG no ha viajado nunca sin billete de vuelta. Así traiciona a los auténticos viajeros. Pero, cuando su hijo le fue a buscar a Kenia, sin billete de ida ni de vuelta -llegó a Nairobi en auto-stop, FSG no le hizo ni puto caso y, sobre todo, no le dio ni un centavito. Item más, de sus aventuras africanas, sé que, en Marruecos, no tenía ni idea de lo que era el vulgarísimo kif (o kif kif, cannabis en rama de la peor calidad) Lo comprobé en Fez, en su domicilio del 23, bvd. Chef Chaouni. Pisito que, por cierto, estaba en el barrio europeo, lejísimos de la medina por lo que era imposible que, pese a lo que presume en su libro Gargoris y Habidis, desde allí escuchara a los muecines.

La lista de sus traiciones, delirios rutinarios y mentiras de patas cortas es infinita pero voy a limitarme al cuento breve -por ahora. Porque hoy, sólo subrayaré con trazo grueso que la tacañería ha sido el único motor de su vida. Es la llave y la clave de toda su existencia y lo demás -su fascismo de guardarropía y su erotismo de farmacia-, es burda excusa para seguir convirtiéndose en el más rico del cementerio.

La muerte del avaro

Es un motivo abordado desde hace siglos por los artistas. De ahí que los párrafos subsiguientes no deben entenderse como una alusión personal sino como apuntes de historia del arte -un terreno vedado para FSG. Veámoslo por orden cronológico:

Según El Bosco

Uno de los más famosos (y utilizados plásticamente) milagros de San Antonio de Padua es el llamado “la muerte del avaro”: muere un tacaño, usurero o simplemente rico del pueblo, y sus paisanos llaman al santo para que le vele pero, Antonio le saja el pecho, mete su santa mano en las vísceras y descubre que el fiambre no tiene corazón. Inmediatamente averigüa que el corazón del finado está escondido en su arca del tesoro o caja fuerte (en el cuadro, abajo a la izquierda)

San Antonio de Padua, arúspice

Mismo milagro en altorrelieve de Tulio Lombardi, 1525

La modernidad en escayola: mismo milagro según un artista nacido en 1948

Y de tanto ver morir a los avaros y de tanto buscar su corazón en su caja de caudales, una foto final donde el avaro (y su hija) han dejado sus corazones en el vestuario de los matarifes o en el patio de caballos mientras se divierten aplaudiendo ese sacrificio humano que es la Fiesta Nacional española.FSG pasando los trastos de matar belleza y verdad a su hija Ayanta Barilli (drcha. de la foto), flamante finalista del apestoso Premio Planeta

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