Inseguridad, delincuencia y narcotráfico: lo que desvela a los uruguayos
Por Nicolás Centurión*
Según la última encuesta de la consultora Cifra, la principal preocupación de los uruguayos es la inseguridad, la delincuencia y el narcotráfico. Con un 47%, es decir casi la mitad de los encuestados, plantea que estos son los mayores problemas de Uruguay hoy día. Otra encuesta, la de Equipo Consultores, arrojó como resultado que la delincuencia y la inseguridad pública es el principal problema del país para los uruguayos (55%)
El gobierno se apunta otro fracaso y esta vez en lo que fue su caballo de batalla en las elecciones 2019
Siguiendo con la encuesta de cifra, en un segundo escalón, el 31% está más preocupado por algún tema vinculado a la economía, en particular, el trabajo y el aumento de precios –o los sueldos que no alcanzan o la pobreza—o la situación económica en general.
Otros temas mencionados como problemas refieren a la educación (5%), “gente, valores, corrupción” (4%), “el gobierno” (3%), la salud (2%) y “políticos, oposición” (2%). En tanto, 5% no identificó ningún problema en la actualidad y 2% optó por la opción “otros”.
Cuando se analiza la evolución de la opinión pública en los últimos 5 años, se observa que la preocupación por temas económicos aumentó sistemáticamente desde 2019 a 2022, cuando casi la mitad de la población estaba preocupada por algún tema económico. Desde entonces se está reduciendo la percepción de que el principal problema del Uruguay hoy está vinculado a la economía y hoy los preocupados son menos de un tercio, una proporción similar a la que había en 2019.
Con la inseguridad ocurre exactamente lo contrario: con la pandemia se redujo mucho la percepción de la inseguridad como problema, a menos de un quinto de la población, pero desde 2022 empezó a aumentar la proporción de preocupados, y ahora casi la mitad considera que es el principal problema del país, apenas menos que lo que se observaba en 2019.
Hasta hace poco la visión sobre cuál era el problema más importante del país tendía a ser diferente según las posiciones políticas. Los votantes de la coalición estaban más preocupados por la inseguridad que por la economía, y los del Frente Amplio consideraban que los problemas económicos eran más serios que los de seguridad. Discriminada por tipo de votante de cada partido político, el 53% de los identificados con la coalición de gobierno afirman estar preocupado por la inseguridad, un 24% por la economía y un 23% por otras problemáticas.
Por su parte el 45 % de los votantes del Frente Amplio señalaron a la inseguridad como principal problema, en tanto un 36% seleccionó a la economía, y un 19% habló de otros problemas. Hoy ya no es así, y la mayoría de los dos bloques piensan que el principal desafío hoy es la inseguridad.
Estas encuestas, la opinión de los uruguayos y los datos de la realidad van a contrapelo del relato del gobierno derechista liderada por Luis Lacalle que arguye que los delitos han bajado. Según el sociólogo Gabriel Tenenmbaum “las estadísticas delictivas que difunde el Ministerio del Interior (MI) de cualquier gobierno” tienen sus distintas características:
“No se informan delitos sino de denuncias. Por lo tanto es erróneo afirmar que bajaron los delitos en el país. Se informa sobre las denuncias de 5 indicadores delictivos, no se comprende el amplio repertorio contenido en el Código Penal. Por lo tanto, nuevamente, es erróneo afirmar que bajaron los delitos en el país.
A pesar del aumento de los delitos comprendidos en la Ley de Estupefacientes, el MI no informa denuncias de drogas. Este es un problema porque el actor racional se desplaza entre delitos. El hurto y la rapiña pueden bajar porque, por ejemplo, los delitos de droga son más rentables.
Al desconocer el total de un delito, no podemos afirmar si baja o aumenta el mismo. Por ejemplo, si las denuncias de rapiñas bajan respecto del año anterior puede que sea por un aumento en el total (desconocido) de las rapiñas que hace más probable su detección.
Al no conocer cuánto es la parte no detectada del fenómeno nos obliga a tener recaudos al momento de interpretar y aseverar algo leyendo estadísticas delictivas”
Nuevamente el gobierno se apunta otro fracaso y esta vez en lo que fue su caballo de batalla en las elecciones 2019. Su relato que venían con mano dura contra los delincuentes, se contradice fuertemente con las estadísticas, con el sentir de los uruguayos y con las balas en muchos barrios.
Por otro lado, los delitos de guante blanco, la entrega del pasaporte al narcotraficante Marset, los procesados por lavado de dinero (que son mínimos) van por un carril y por el otro se llenan horas de noticieros por cierres de “bocas de pasta base” (narcomenudeo), de grafiteros en edificios, de delitos menores. Lo que se puede llamar, una política de seguridad con un sesgo fuerte de clase.
* Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Asociado al CLAE
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