Qué pena con ese señor. Un libro de Carola Chávez
Carola, venezolana, escritora, bloguera y chavista. Una mujer observadora y comprometida con su país y con su presente; una ciudadana que analiza la realidad; una perona que tiene algo para decir y va más allá de la simple apariencia de los hechos, y que posee el don para poder decir, para poner en palabras sus reflexiones de manera clara, amena y con un toque de humor.
Un poco de su vida: Carola Chávez nació 1964 en Venezuela. Comenzó a escribir allá por el 2006 sobre aquellas situaciones de la realidad que le despertaban una reflexión y sintió la necesidad de compartirlas. Colgaba sus posteos en la red, incluyendo algunos personajes construidos sobre la base de comportamientos típicos de la vida de clase media de Venezuela. Visitamos su blog, más de una vez por cierto. Siempre me gustó la frase citada que oficia casi a modo de presentación, por la contundencia de su claridad: “yo en este mundo siempre soy y seré partidario de los pobres. Yo siempre seré partidario de los que no tienen nada y hasta la tranquilidad de la nada se les niega. Nosotros (me refiero a los hombres de significación intelectual y educados en el ambiente medio de las clases que podemos llamar acomodadas) estamos llamados al sacrificio. Aceptémoslo. En el mundo ya no luchan fuerzas humanas, sino telúricas. A mí me ponen en una balanza el resultado de esta lucha: aquí tu dolor y tu sacrificio, aquí la justicia para todos, aún con la angustia del tránsito hacia el futuro que ya se presiente pero se desconoce, y descargo el puño con fuerza en este platillo”. F. García Lorca. [1]
Los blogs permiten una interacción enriquecedora. Así sus posteos se fueron haciendo cada vez más populares, y su blog recibió cada vez más visitas y comentarios que la alentaron a que, en 2011 publicara un libro recopilando los posts.
Carola vivió en España a fines de la década de los 90, luego de haber residido en Miami durante varios años. Posteriormente regresó a Venezuela cuando Hugo Chávez había sido elegido presidente.
Como ya he mencionado, Qué pena con este señor, Manual de costumbres y procederes de la clase media venezolana, (Ediciones Correo del Orinoco, colección Tilde) es un relato irónico acerca de una clase media, la venezolana, aunque la idiosincrasia de la clase media hace que sea posible, con las lógicas diferencias que puedan existir, ser tan parecidas a cualquier clase media de América latina…
La autora ha retratado los rituales a los que esa clase media se somete para resguardar su sentido de pertenencia a ese sector social, poniendo de manifiesto todas las acciones a las que se someten con tal de diferenciarse de los sectores más humildes a los que desprecia (“negros” o “cabecitas” en Argentina, “monos” en Venezuela).
El típicamente clasemediero terror a la movilidad social que se ha producido de una década a esta parte y que permitió que los antes “caídos del sistema” hoy puedan acceder a educación, salud, vivienda, tecnología, alimentos, recreación… gracias a los “populismos” o “dictaduras” latinoamericanos de la última década -epítetos con que califican a los gobiernos surgidos de elecciones democráticas y participativas y que se han dedicado a la ampliación de derechos y a la inclusión social de todos y todas-.
El libro muestra casi al desnudo a esa clase media venezolana que se siente amenazada por los “Monos” que “no son personas como nosotros… es gente chavista… marginales” y por la “cubanización” representada en la llegada de médicos cubanos en misiones para llevar la salud a los lugares más olvidados por gobiernos anteriores a la llegada del chavismo. Esta clase media, alentada por el poder hegemónico de medios de comunicación que instalan y amplían un relato plagado de miedos, prejuicios y mentiras, que viven alimentando su odio hacia un país real. Expresa Carola en su libro, citando una charla con su cuñada en la cual ésta le menciona que. “Yo no puedo dormir bajo el mismo techo que un chavista, así que cuidado. Aparte de todo las marchas son una rumba, nos vestimos todas con tops de bandera y sostenes push-up, todo el mundo dice que las tipas de la oposición estamos buenísimas, en cambio en las de ellos hay puras monas horribles. Todo esto lo decían mientras mi cuñada trataba de domar sus chicharrones alisados con la mano y yo me iba haciendo con cada palabra un poquito más chavista” [2]
Retrata, además, a una clase media preocupada por sus dólares y su supuestamente perjudicada libertad, contradictoria apreciación ya que proviene de un sector que entra y sale de su país cuando le place, por negocios o placer, y que accede a bienes y a la manifestación de sus ideas que son, vaya coincidencia!, los que refleja un sector hegemónico de una prensa que más parece un partido político opositor…
El libro recoge una serie de cuentos que Carola comenzó a escribir durante 2007. Impresiones de un momento, ante una situación determinada. La autora tiene la habilidad de darles, -como si se tratara de un pintor o de un fotógrafo- la calidad de un retrato o una postal. Luego los fue colgando en la web, que es como ponerlo a disposición del mundo muchos internautas argentinos accedieron a los relatos y los compararon con las zonzeras de Arturo Jauretche, uno de los pilares del pensamiento nacional argentino, que magistralmente describió la Argentina tilinga –palabra “marca registrada” de Don Arturo-; la Argentina cipaya, la clase media: “medio pelo”; la Argentina de los “intelectuales amaestrados”, de los “boletineros del establishment” producto de la “colonización pedagógica”; la de los figurones y los académicos de los dueños del poder, esos tan alejados de la idea de la emancipación nacional, tan divorciados de la realidad del país, siempre pensando la Argentina desde los intereses antinacionales. [3] Pues los relatos de Carola describen a un sector tilingo y cipayo, colonizado, que piensa su país desde los intereses antinacionales y que no duda en aliarse con el diablo y aun contra su propio país con tal de sacarse de en medio a esos que considera advenedizos y peligrosos.
Carola estuvo en Buenos Aires para presentar su libro Qué pena con este señor. Según la autora, el libro es gratuito, y explica que su “gobierno, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, regala libros. Cuando no los regala los vende muy baratos, es una de las cosas maravillosas que tiene” y agrega que, con lo que cualquiera gastaría en una caja de cigarrillos, puede comprar diez libros, lo cual promueve dejar un hábito nocivo por uno productivo: la lectura.
Y si de lectura hablamos pues, aquí ponemos a disposición, gracias a Carola Chávez, su trabajo que recomendamos.
[2] Qué pena con ese señor