10 N: Al régimen del 78 le abandona el desodorante… y apesta
Acacio Puig*. LQS. Noviembre 2019
Tras 40 años de ficciones, en los que los de arriba bailaban y los de abajo sufrían, caen las máscaras y urge el debate social, la recomposición de la izquierda y volver a la casilla de salida
¿Auge de la extrema derecha? No, solo se cayeron las máscaras. La derecha neo franquista estuvo durante décadas cobijada bajo el paraguas del PP pero desde el fracaso del corrupto gobierno de Rajoy, la basura decidió salir de debajo de la alfombra para probar fortuna por separado, saliendo del cobijo. El resultado está a la vista. El liberal-franquismo de Rivera cede la mayor parte de sus efectivos electorales a sus compañeros ideológicos del PP y VOX, distintos en la retórica pero esencialmente idénticos en lo ideológico: la apuesta por un duro capitalismo neoliberal y la asunción como parte de su linaje del “legado” del franquismo histórico: España Una (con o sin régimen autonómico), orden público en el puesto de mando (e impunidad de las tropelías propias de los cuerpos de seguridad del estado y la judicatura… ayer y hoy), recorte de derechos de asilo y emigración, negacionismo climático y diferencias solo de matiz en lo que consideran societal (feminismo, violencia de género, familia… ¡el anti abortismo de Gallardón!). En definitiva congelar la idea democrática para vaciarla de cualquier contenido progresista.
¿Auge del separatismo? Sí, por suerte. La idea republicana se abre paso en Catalunya, Euzkadi y regresa a Galiza de la mano del BNG. No podía ser de otra forma: lo reprimido vuelve y el derecho a decidir que negó la Constitución se refuerza frente al idílico espejismo monárquico y centralista. Porque el trágala ya cuela mucho menos y la usurpación de soberanía que avalaron la Constitución y sus anexos –como ley electoral y circunscripciones tan aleatorias como oportunistas– se resquebraja. Lo constatamos en las últimas elecciones europeas y en los requerimientos y oídos sordos de sus judicaturas a las demandas de extradición de dirigentes independentistas. Añadamos el despertar de un regionalismo que, con diversos tonos ideológicos, se siente olvidado por el centralismo gran español.
¿Consolidación del espacio socialdemócrata? Apenas. Lo esencial es que “sus magos” se equivocaron al infravalorar el hartazgo de parte de su base electoral. Perder 3 escaños y más de 700.000 votos… no es poca cosa y sería deseable una reflexión política más sólida que la comunicada en las primeras horas del 11 N por el señor Ábalos. El panorama no es para sacar pecho. Así no van a ningún puerto de progreso. Rectifiquen, señorías y afiliación.
¿Retroceso del espacio unidas-podemos? Desde luego. Incluso contando con la división Iglesias-Errejón y aun sumando los apoyos obtenidos por ambas formaciones, han perdido espacio institucional. Pero más grave es la regresión de su espacio social organizado. Al neo constitucionalismo y ambiciones gubernamentales de ambos y al pragmatismo de Garzón e IU, les falta (¡clamorosamente!) el esfuerzo por organizar su base social y hacerla competente en la defensa de derechos, de TODOS los derechos pendientes en esta España, monárquica, heredera del franquismo y esquilmada por políticas capitalistas “de nuevo tipo”.
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Excelente, acertado análisis.