148 concentración Verdad, Justicia y Reparación: Mujeres libres

Mesa de Catalunya*. LQSomos.
Traducido por Leticia Palacios. LQSomos.

En las concentraciones que realizamos el último sábado de cada mes por la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas del franquismo y la transición, la mujer siempre está presente. La mujer como colectivo a reivindicar y la mujer con nombres y apellidos propios. Nos gustaría poder dar voz, una por una, a los miles y miles de mujeres que escribieron nuestra historia de resistencia en silencio, pero es imposible. Y lo es porque la mayoría de sus nombres quedarán para siempre anónimos, los nombres de miles de mujeres perdidas en el laberinto de una historia androcéntrica escrita por los hombres. Mujeres silenciadas y olvidadas, biografías para recuperar y compartir. Ejemplos que deberían acompañarnos en nuestra infatigable lucha por una vida plena de derechos y libertades. Mujeres que fueron pilares fundamentales de las luchas antifascistas, muchas veces sin tener constancia de ello, sin ningún protagonismo, mujeres y más mujeres con vidas dignas de ser conocidas y honradas. Este marzo, mes en el que las mujeres aún tienen que reivindicar derechos que ya tendrían que haberse conseguido, hemos querido rendir homenaje a Mujeres Libres. Una organización anarquista y feminista nacida en abril de 1936, no solo con el propósito de defender la emancipación de la clase obrera, ya que su tarea primordial era hacer la revolución dentro de la revolución, la de la liberación de la mujer, defendiendo su autonomía dentro del movimiento anarquista. Las madres de este proyecto transformador fueron Lucía Sánchez Saornil, Mercedes Comaposada y Amparo Poch y Gascón. Otros nombres que no queremos olvidar son los de Pilar Grangel, Concha Liaño, Áurea Cuadrado y Nicolasa Gutiérrez, que en 1935 crearon el Grup Cultural Femení, que sería el embrión de Mujeres Libres en Barcelona, al que más tarde se sumó Soledad Estorach.Integrantes de Mujeres Libres. Fotografía realizada en la Federación Local de Mujeres Libres de Barcelona. De izquierda a derecha: Conchita Liaño, Eugenia, Jacinta Escudero, María Carrión, Mercedes Comaposada, Juanita Storach, Pura Pérez, Felicidad, Suceso Portales, Felisa Castro, Lucía Sánchez Saornil, Encarnación Navarro, Apolina de Castro, Mª Teresa Hernández y Soledad Storach.

Mujeres Libres también fue el nombre de la publicación que dio voz a más de 28.000 mujeres que se agruparon en la Federación Nacional Mujeres Libres. Fue una herramienta para difundir la lucha antifascista de la mujer, su papel en el frente y la retaguardia, escrita por mujeres y para mujeres. Un medio para hacer pedagogía feminista y educar a la mujer en la exigencia del reconocimiento de su papel en la sociedad como mujer liberada del machismo, de la religión y de la tradición, no como un ente sumiso y sometido al papel adjudicado a la mujer hasta entonces. Pasar del papel pasivo, reproductivo y cuidador, al activo, productivo y bien remunerado, clave de su autonomía e independencia. Su ánimo era totalmente educativo y con un carácter inclusivo, porque tal y como dijo Lucía Sánchez Saornil: “No hemos querido hacer una revista para nuestras compañeras únicamente, sino hacer de ella un órgano de captación, interesar a las mujeres, a todas las mujeres en nuestro punto de vista, sin que se sepa que eso es anarquista”. Fueron redactoras de esta revista, además de sus fundadoras, Concha Sánchez Saornil, Sara Berenguer o Consuelo Berges y colaboraron en ella grandes mujeres como Emma Goldman, Carmen Conde, Etta Feden y escritoras no anarquistas como Rosa Chacel. Mujeres Libres no lo tuvo nada fácil para salir a la luz y su primer número se hizo público en mayo de 1936 con un gran éxito. Se publicaron 14 números en total, de los cuales solo se conservan 13, ya que el último salió en el momento en el que los franquistas entraban en Barcelona, en enero de 1939.

Para rendir homenaje a este colectivo de mujeres, en esta 148 concentración de nuestra Mesa de Catalunya, hemos leído algunos de los artículos publicados en esta revista desde su inicio en 1936 hasta la derrota de su sueño de libertad en 1939. Un sueño destrozado por la victoria del fascismo, que arrasaría con todo el trabajo de esta organización y abriría un periodo de más de cuatro décadas de esclavitud nacionalcatólica para la mujer. Las fundadoras de Mujeres Libres sufrieron el exilio, muchas de sus afiliadas sufrieron la represión de la dictadura, la tortura, la prisión y la muerte. Pero su hilo rojo, negro y morado, a pesar de ser enterrado no se rompió. Así, en el año 1977 renacía Mujeres Libres con una nueva publicación, con el mismo espíritu de emancipación y liberación de la mujer trabajadora. También hemos leído artículos de este periodo.

En un tiempo de conquista de derechos como fue la República, y muy especialmente para la mujer, república y revolución hicieron frente común contra el fascismo. Mientras se luchaba contra los golpistas, una revista que había nacido con una finalidad educativa, crecía animando a la mujer a ser parte activa para conseguir la victoria. En un articulo de Mujeres Libres de 1937, se podía leer: “La mujer de nuestra lucha, se ha deshecho en unos meses del lastre de muchos siglos y se ha incorporado a los trabajos de la Revolución y de la guerra con una audacia, una constancia y un espíritu renovador que nos conducirán al triunfo”. Ellas no pudieron disfrutar del triunfo, pero su derrota no fue en vano, ya que aún son referentes de nuestras luchas de hoy.