2021: odisea en el Zendal
Iñaki Alrui. LQS. Enero 2021
En estos días, con la ocupación de camas del mal llamado “Hospital”, el que popularmente llamamos “Zendal” a secas está ocupando un buen espacio en las redes sociales, e incluso en los mismísimos “mass media”.
Lo que esperábamos, lo que ya sabíamos sin necesidad de bola de cristal, ha saltado en cuanto ha aumentado la presión hospitalaria.
El ultimo día del pasado año, 1.830 pacientes con Covid ocupaban camas en los hospitales de Madrid, un 11,54%, y en el caso de UCIs un 25,65%. Estas cifras se han duplicado en quince días, lo que llaman la “tercera ola”, que no es tal sino más bien una continuación de la tendencia: ahora son 3169 pacientes Covid en las camas de los hospitales madrileños, el porcentaje de camas ocupadas supera el 18% y el de las plazas de UCI roza el 38%… y estas cifras estarán obsoletas cuando se publique esta nota, el ascenso de la curva es alarmante.
Volvemos al principio, a peor, la sanidad pública vuelve a estar desbordada, l@s sanitari@s no dan abasto con su labor que inunda los hospitales según pasan los días. No hay más contrataciones, ni refuerzos, ninguna medida especial.
La única novedad con la que cuenta Madrid es el “Zendal”, una especie de nave industrial llena de carencias, y lo peor es que no ha habido una contratación de personal específico para este centro ni unos protocolos de actuación, ningún criterio sanitario. A golpe de decreto, ordeno y mando, se ha arrancado personal —ya insuficiente— de diversos hospitales y centros sanitarios para trasladarlos a la nueva nave industrial de las pandemias. Algo similar con los pacientes, que son trasladados desde sus hospitales de referencia, sí o sí, para que ocupen cama en el Zendal.
El Zendal ha seguido la receta tradicional de gastar dinero público para dárselo a unos elegidos (los amigotes, los colegas, los compinches) bajo la excusa de crear algo supuestamente necesario para tod@s y, siguiendo la tradicional costumbre de obra pagada con dinero público, pasó de sus 50 millones previstos en principio a los 135 millones que sabemos a día de hoy que se han gastado en la obra, casi el triple de lo presupuestado inicialmente (1). En plena crisis sanitaria, el gobierno Ayuso no ha desaprovechado la oportunidad de negocio, un lema común de la casa. El Zendal ha vuelto a ser un escaparate para seguir argumentando la cesión de dinero público hacia sector privado.
A estas cifras de construcción ahora se han sumado las de servicios y mantenimiento, en las que el gobierno de Díaz Ayuso ha repartido cerca de cinco millones en contratos que han sido adjudicados por “tramitación de emergencia”, es decir: sin proceso de licitación pública. Traducido: ¡¡¡a dedo!!! Un formato de adjudicación habitual del gobierno madrileño, en el que no hay publicidad del contrato por lo que no hay concurrencia de otras empresas. Todo muy limpio, muy transparente.
Los nuevos contratos se han dado a empresas ya tradicionales y conocidas en el chiringuito madrileño. 2.185.269,49 euros para Ferrovial por el servicio de limpieza, desinfección, desinsectación y desratización. 907.241 euros para a Ilunion por el servicio de lavandería. 436.787 euros para Cespa Gestión de Residuos S.A. por el servicio de gestión de residuos peligrosos y no peligrosos. 1.160.847 euros a Eurest Colectividades S.L.U. por el servicio de alimentación y vending. En total se han repartido 4,7 millones.
A esta última cifra hay que añadir el contrato de los servicios de seguridad, ya otorgado en noviembre del pasado año, a dedo por supuesto, a la empresa de una exconcejala del PP en Alcorcón, Ariete Seguridad S.A., por 808.198 euros.
El formato puesto en práctica en el “Hospital de IFEMA” se repite. Y claro, con el aumento de la presión hospitalaria, l@s pacientes hablan, se quejan y protestan, cuando pueden. Así, el pasado jueves 14 saltaba la noticia de la falta de agua caliente, los cortes de luz y la inundación de los baños compartidos, unas denuncias con nombre y apellidos (2). A estos incidentes se han sumado los de las comidas; una imagen vale más que mil palabras y el vídeo con la barqueta de guisantes llenos de moho a algunos nos da qué pensar sobre las contrataciones a dedo anteriormente citadas.
Fernando Pastor Bañuls, presidente de Eurest, tras firmar un contrato con @IdiazAyuso, por valor 1.160.847,77 € para la alimentación en el #Zendal, esta es la comida que sirve, cubierta de moho.#AyusoGestiónCriminal pic.twitter.com/KWfpI80dOD
— Juntas X La Pública (@juntasXpublica) January 16, 2021
Y ya que hablamos de la alimentación en el Zendal, hablemos de Eurest Colectividades S.L.U., con sus recién otorgados a dedo 1.160.847 euros.
¿Recuerdan aquellos 2,3 millones de euros en sobrecostes por menús que nunca se comieron los pacientes y sanitarios en el hospital de campaña del Ifema? ¿Sí? Pues allí estaba Eurest, disfrutando de esa contratación otorgada a dedo y sin contraprestación alguna (3). Una empresa que produce las barquetas de comida que se reparten en el Zendal desde la cocina central de Eurest Recintos Feriales (otra empresa del grupo) en las instalaciones de IFEMA (un consorcio constituido por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Montemadrid). Eurest Colectividades S.L.U., una empresa de restauración y catering que forma parte de la multinacional británica Compass Group (propiedad del Fondo Buitre BlackRoc) y es titular de un buen puñado de contratos públicos en las diversas administraciones de todo el estado español: colegios, museos, residencias, comedores sociales u hospitales, y que en la actualidad acaba de presentar un ERE para todos sus centros a nivel nacional (4). Pero claro, esto del ERE no tiene ninguna importancia para nuestros gobernantes: la ética empresarial es irrelevante para quienes dan los contratos a dedo, tan impúdica es la ética de los unos como la de los otros.
Lo ultimo de la “Odisea Zendal” es el correo electrónico (5) del equipo de Díaz Ayuso que ordena no contratar para ningún puesto a profesionales que se nieguen a trabajar en el Zendal, abriendo las conocidas “listas negras”, como en los mejores años de la dictadura, y una caza de brujas contra el personal disidente. Se acabaron los aplausos.
Un último comentario (de momento): parece que el coronavirus en Madrid no tiene cifras alarmantes… a decir de los medios televisivos, que abren mayoritariamente sus informativos con los datos y las cifras de Catalunya. Se nota que vienen elecciones y están en campaña, la carroña política no tiene límites.
Desgraciadamente seguiremos hablando del Zendal, lo sé, lo sabes, sin necesidad de bola de cristal.
Notas:
1.- Ayuso gasta otros 65 millones en el Zendal por “circunstancias imprevisibles”
2.- El Zendal, el hospital que iba “a maravillar al mundo”, pero donde “es imposible ducharse”
3.- Ayuso pagó 2,3 millones de euros en sobrecostes por menús que nunca se comieron los pacientes y sanitarios de Ifema
4.- No al ERE ¡Ni un despido en Eurest Compass Group!
5.- La Comunidad de Madrid da la orden de no volver a contratar a ningún profesional que rechace ir al Isabel Zendal
Más artículos del autor. Miembro del Colectivo LoQueSomos. En Twitter: @IkaiAlo
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