50 años de Apple Records, el imperio Beatle
Mariano Muniesa*. LQS. Mayo 2018
Para la historia: la referencia nº1 de Apple fue una edición de un sencillo de Frank Sinatra cantando “Maureen Is a Champ” con letra de Sammy Cahn y la melodía de “The Lady Is a Tramp” -aunque algunos biógrafos aseguran que el título de la canción en realidad fue “Lady is a Champ”- y se hizo como un regalo sorpresa para el 21 cumpleaños de Maureen, la mujer de Ringo Starr
El principal argumento que esgrimió Paul McCartney para convencer a John Lennon de no romper los Beatles en ese momento fue la buena marcha del proyecto Apple
Un dato que poca gente conoce fuera del entorno de los expertos en el mundo Beatle es que en principio, la idea de Apple no fue de los propios Beatles sino de Brian Epstein. El manager de la banda era consciente no solo de las grandes cantidades de dinero que los Beatles generaban, sino del potencial económico que todas las actividades del grupo podían proporcionar a largo plazo, y para ello ideó un plan para crear una estructura comercial efectiva cara sobre todo a evitar tener que pagar los altísimos impuestos que las actividades artísticas estaban obligadas a tributar en Inglaterra. Apple Records iba a ser una empresa englobada como subdivisión en Apple Corps, que se estableció como un pequeño grupo de compañías (Apple Retail, Apple Publishing, Apple Electronics, etc.) en el que diversificar los negocios del grupo. Hasta se llegó a abrir en Londres una “Apple Boutique” en la primera sede del holding en el 94 de Baker Street, aunque pronto se trasladarían al 3 de Savile Row en Londres, al que sería conocido como el Apple Building, que también albergó los estudios de grabación de Apple.
Tras la muerte de Epstein en 1967, en especial Paul McCartney se interesó por continuar en el desarrollo de esa estructura de negocio y se decidió seguir adelante con la idea, siendo el primer proyecto que se editaría bajo etiqueta Apple Films su “Magical Mystery Tour”. Apple Records como tal compañía discográfica independiente, fue fundada oficialmente por el grupo después de su regreso de la India en 1968.
De inmediato, se renegoció la situación contractual de los Beatles, firmándose un nuevo acuerdo entre Apple Records y la etiqueta Parlophone de EMI en el Reino Unido y por Capitol Records en los Estados Unidos. En un nuevo acuerdo de distribución, EMI y Capitol acordaron distribuir Apple Records hasta 1975, mientras que EMI retuvo la propiedad de las grabaciones de los Beatles. En virtud de este acuerdo, Apple Records retuvo para sí los derechos de todos los videos y clips de películas de los Beatles así como los derechos de las grabaciones de otros artistas firmados en la etiqueta.
Para la historia: la referencia nº1 de Apple fue una edición de un sencillo de Frank Sinatra cantando “Maureen Is a Champ” con letra de Sammy Cahn y la melodía de “The Lady Is a Tramp” -aunque algunos biógrafos aseguran que el título de la canción en realidad fue “Lady is a Champ”- y se hizo como un regalo sorpresa para el 21 cumpleaños de Maureen, la mujer de Ringo Starr.
Desde el primer momento, Apple Records y Apple Publishing tuvieron la intención de funcionar como un verdadero sello discográfico y firmaron una serie de contratos a grupos y artistas a los que querían ayudar y en más de un caso, incluso se involucraron personalmente en las grabaciones de sus discos. Y no estamos hablando de nombres de segunda fila ni mucho menos: James Taylor, Billy Preston, Modern Jazz Quartet, Iveys -quienes más tarde se convirtió en Badfinger, una de las bandas de rock más relevantes del rock inglés de comienzos de los 70-, Mary Hopkin, un descubrimiento de Paul McCartney que alcanzó el nº1 en Inglaterra con su primer single “Those Were The Days”, Doris Troy y el ex cantante de Liverpool Jackie Lomax quien grabó “Sour Milk” de George Harrison. Apple tuvo como compañía subsidiaria Zapple Records, un sello creado para editar material musical experimental y vanguardista, aunque no tuvo una larga vida. No obstante, a través de Zapple Records se pusieron a la venta los álbumes de John Lennon y Yoko Ono ‘Unfinished Music No.2: Life with the Lions’ y el álbum de George Harrison ‘Electronic Sound’.
El proyecto resultaba atractivo, reportó en su primer año unos buenos dividendos al grupo y en un momento en el que las relaciones entre ellos eran ya frías y distantes y la idea de la separación no resultaba descabellada, se ha llegado a afirmar, creo que acertadamente, que Apple Records evitó la ruptura de los Beatles en 1968, en tanto que John Lennon ese mismo año anunció al grupo que había tomado la decisión de marcharse y no seguir con ellos. Numerosos biógrafos aseguran que el principal argumento que esgrimió Paul McCartney para convencer a John Lennon de no romper los Beatles en ese momento fue precisamente la buena marcha del proyecto Apple, que estaba seguro podía facilitar reconducir la carrera del grupo y abrir nuevas posibilidades de proyectos en los que pudieran involucrarse y recuperar quizá así la unidad y la complicidad perdidas. Pero con independencia de que como se supo después, Lennon ya no tenía el menor interés en seguir con los Beatles, apareció en escena un siniestro personaje que prácticamente dio al traste con todo el proyecto.
Al crecer exponencialmente en tan poco tiempo, el grupo se dio cuenta de que Apple Records necesitaba una dirección financiera y administrativa más grande, estructurada y organizada y fue en ese momento cuando entraron en contacto con Allen Klein, que desde 1967 llevaba el management y los negocios de los Rolling Stones. Demostrando en ese sentido su capacidad de visionario, Pau McCartney se opuso desde el primer momento a dejar Apple en manos de Klein, pero los otros tres miembros apostaron por él y Klein -quien fue el responsable directo de la ruina económica de los Stones en 1970 y estuvo pleiteado con ellos hasta 2002- pasó a administrar Apple. Esta decisión también se ha comentado que resultaría determinante en que fuera entonces Paul McCartney quien decidiera dar el tiro de gracia a la existencia de los Beatles en 1970, cuando se vio de hecho apartado de la dirección por parte de Allen Klein, quien dirigió Apple hasta 1973.
Después de que Klein tomara el control de Apple, varias subdivisiones, incluida Apple Electronics o Zapple Records se cerraron y a partir de entonces, los nuevos fichajes no fueron tan numerosos y tendieron más a llegar mediante la iniciativa individual de los ex Beatles con la aprobación formal de los demás, como por ejemplo el caso de Elephant’s Memory integrados en el sello a través de Lennon o Ravi Shankar, quien firmó con Apple apadrinado por Harrison.
Desde 1973 y hasta 2007, la dirección de Apple pasó a manos de una sociedad creada por los cuatro ex-Beatles y sus herederos con Neil Aspinall. En 1974, tras la disolución de The Beatles como entidad jurídica, se decidió que el ochenta por ciento de los beneficios de The Beatles como grupo fueran administrados por Apple Records, mientras el veinte por ciento restante fuera repartido entre sus componentes. Esta sería la primera de numerosas controversias judiciales que el sello enfrentaría a partir de entonces, siendo especialmente conocida la denuncia que Apple presentó contra EMI en 1979, en la que reclamaron una deuda por valor de 10 millones de libras, cuyo fallo definitivo, que no se produjo hasta 1989, obligó a EMI a satisfacer esos pagos.
En los años 90 se apostó por nuevos proyectos, incluido el álbum “Live At The BBC” y la serie “The Beatles Anthology”, proyecto liderado de principio a fin por Neil Aspinall, con el que Apple Records volvió, tras muchos años de dificultades económicas, a obtener ganancias significativamente grandes nuevamente y con ello, comenzó su reactivación sin perjuicio de que a lo largo de todos estos años y hasta el acuerdo definitivo de 2007, Apple Corps estuviera una vez más enfrentada en los tribunales con la empresa de Steve Jobs Apple Computer acusando a esta última de un delito de infracción de los derechos de marca. En este caso, fue la empresa informática la que ganó el juicio y por ello, anunció recientemente Apple Inc. un acuerdo para poder distribuir la música de los Beatles en su tienda musical iTunes.
Medio siglo de una historia musical que ha mantenido, pese a todo, vivo el legado de los Beatles, a pesar de que Paul McCartney vendiera el alma del cuarteto de Liverpool a Michael Jackson…
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– LoQueSomos en Red
* Nota original del diario “La Región”
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