Exigente Biarritz 2022
Por Lianet Escobar Hernández*. LQSomos
Con una única medalla, la cual fue a dar al cuello de nuestras representantes del frontenis, Cuba se despidió de la lid desarrollada esta semana en suelo francés
Jugar un campeonato mundial, en cualquier disciplina deportiva, nunca ha sido cosa de coser y cantar, mucho menos lo es ganar una medalla; de ahí que para cada atleta, el solo hecho de llegar, de participar y dar el máximo, debería ser mérito suficiente para respetarlos.
Hago el paréntesis motivada por el más el reciente Campeonato Mundial Absoluto de Pelota Vasca, que hace solo pocas horas concluyó en Biarritz, Francia. El certamen, celebrado entre el 23 y el 29 de octubre, acogió 18 disciplinas en las que compitieron 630 deportistas de 34 países, una cifra récord de participación según la Federación Internacional de este deporte.
Cuba llevó a la lid, organizada en cuatro comunas del País Vasco francés, que incluyeron, además de la sede principal a Bayona, Hasparren y Bidart, a unos 17 jugadores con el propósito de intervenir en 12 de las 18 modalidades de la justa, que este año insertó al frontball, el cual debutó en ambos sexos a este nivel.
El primer traspiés para la delegación antillana llegó incluso antes de ser inaugurado el torneo de manera oficial, pues el objetivo inicial de clasificarse en el último tren del frontenis y la paleta de goma frontón 30 metros masculinos y la paleta goma femenina en el trinquete, les fue esquivo, por lo que finalmente intervinieron solo en nueve modalidades.
Un retroceso para la Pelota Vasca de la Mayor de las Antillas si tenemos en cuenta que hace cuatro años, durante la edición de Barcelona 2018, el equipo antillano intervino en 11 especialidades y consiguió dos medallas de bronce en la paleta de cuero y el frontenis femenino, lo que lo colocó en el quinto puesto por países.
Esta vez, descendieron al sexto peldaño de un medallero ampliamente dominado por España con nueve títulos, igual número de subtítulos y dos terceros lugares, seguido de Francia (5-4-8) y México (3-2-4).
Un gran culpable de ese paso atrás ha sido la Covid-19, cuya presencia obligó a la suspensión de varias copas mundiales y otros eventos clasificatorios a la cita del orbe, lo que les impidió foguearse internacionalmente de cara al torneo. Aunque tras el adiós al certamen mundialista y llegado el momento de los análisis habrá que preguntarse si la pandemia ha sido el único malhechor.
Buenas notas
Más allá de los resultados y los podios colmados, esta edición 19 del Campeonato Mundial pasará a la historia de la disciplina sobre todo por sus novedades y su apuesta por la renovación.
Fue un evento donde por primera vez hubo participación femenina en cesta punta, una prueba que había dado un paso a su favor el pasado año, cuando se incluyó en el programa competitivo del Mundial sub-23.
El lanzamiento a gran escala del frontball ha sido la nota más sobresaliente del certamen. La nueva disciplina urbana pretende mostrar una cara más acorde con la modernidad para invitar al Comité Olímpico Internacional a apostar por ellos, como ya lo hizo por el breakdance, acogido como deporte olímpico para la cita estival de 2024.
Se trata de una prueba además en expansión, que estará presente en los Juegos Panamericanos del próximo año en Santiago de Chile.
Otros cambios que pudieran haber llegado para quedarse han sido la inclusión de materiales tan modernos como la fibra de carbono en las paletas, con lo que se deja atrás el uso de maderas nobles para dar la bienvenida a elementos sintéticos.
La renovación llegó también con la pelota vasca adaptada a personas con discapacidad, la cual hizo su aparición en este 2022 como deporte de exhibición con la presencia de seis atletas.
La medida al podio
Sin duda, lo más notorio de este exigente Campeonato Mundial para los cubanos fue, otra vez, la actuación de las representantes del frontenis femenino, un trío que conforman la matancera Yasmari Medina, la habanera Daniela Darriba y su entrenador Alejandro Placer, quienes volvieron a llevarse al cuello el metal de bronce en su modalidad, repitiendo así la actuación del pasado evento del orbe.
Las antillanas lograron superar por el bronce a la pareja francesa integrada por Louise Coyo y Claire Dutaret en un pleito disputadísimo que concluyó en tres mangas de 15-11, 10-15 y 10-8 favorable a las nuestras.
Con este resultado la atleta yumurina conquistó su cuarta presea en lides mundialistas convirtiéndose así, junto a su par en la cancha, en dos de las mejores pelotaris del país de todos los tiempos, para no ser absolutos.
En medio de los festejos por la medalla, Yasmari accedió a conversar online con Juventud Rebelde.
«Los ánimos como siempre estaban por los cielos. Aunque este año nos faltó ese roce internacional, pues no pudimos participar en ningún torneo, sin contar las malas condiciones que tenemos en nuestras canchas, la preparación estuvo relativamente aceptable y el objetivo siempre fue estar en el podio», comentó la experimentada jugadora.
«Es la cuarta cita mundialista en la que compito. Era todo un logro poder participar aquí porque nuestros mundiales son cada cuatro años, imaginen cuántos llevo sobre la cancha y siempre obteniendo bronce. Pero este campeonato era especial, el último de mi carrera deportiva, pues me retiro después de este certamen. Creo que ningún atleta está apto para un momento así, pero el tiempo no perdona y necesito ser mamá, ese será mi próximo mundial», confesó Medina que, tal y como se lo propuso, dirá adiós por todo lo alto, con un puesto reservado entre las mejores del planeta.
El medallero histórico de estas lides mundialistas lo domina España con 69 coronas, 74 medallas de plata y 39 de bronce, sin contar las conseguidas este año.
Cuba suma dos oros, seis metales de plata y 17 de bronce, lo que los posiciona en el sexto lugar del medallero global.
* Redactora de deportes en Juventud Rebelde. lianet@juventudrebelde.cu
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