A la mierda este modelo productivo
Acacio Puig. LQS. Octubre 2020
Este modelo se derrumba, pero se derrumba sobre las cabezas de las fuerzas del trabajo; urge revertir las consecuencias de este derribo y emprender medidas radicales: lo público en el puesto de mando, la autogestión en el puesto de mando y la verdad también
Salvar vidas (y el Planeta) lo exigen
A veces es imprescindible dejar a un lado los refinados matices porque resultan farisaicos, retóricos y encubridores de la catástrofe.
Llevan meses, aquí en España, mareando la perdiz en un peloteo entre gobierno de España y gobiernos de las comunidades autónomas –ciertamente unas más sensatas que otras- y la cantilena de la curva de la pandemia…que no se doblega; más bien se transforma en una soga que nos aferra el cuello. Se detectan falsos responsables de contagios y mortandad, poniendo en el punto de mira las reuniones familiares y los botellones, que con ser importantes, entiendo que resultan anecdóticos en este marasmo. Se lloran fallecidos y se aplaude a sanitarios, pero las medidas no doblegan la curva (ni doblegan las políticas privatizadoras): Lágrimas de cocodrilo, aplausos de cocodrilo.
Se huye hacia delante: “digitalizar, economía verde, innovación tecnológica…” pero no se avanza en la buena dirección y las palabras no sirven – “crisis de palabras”, analizaba Daniel Blanchard (1) y sus observaciones pueden extenderse a todo el espectro político.
Nuestro sistema de salud pública está masacrado y “nuestro” (suyo, más bien) modelo productivo está corroído por el beneficio y el fraude… caiga quien caiga.
No son los encuentros en los hogares, ni los botellones, los epicentros del contagio y la mortandad. No son esas las causas fundamentales sino efectos y es por eso (porque se disimula mirando a otro lado) por lo que vamos mal en este mundo globalizado, ¿desarrollado? y esencialmente desigual.
La farsa debe concluir y nos urge que concluya. Los empresarios lloriquean por el declive de sus negocios y usan como coartada la destrucción de empleo: ¡vergüenza! La precariedad, el hacinamiento en un urbanismo criminal y segregacionista, el paro, las míseras pensiones, la demolición de los servicios públicos y la evasión fiscal… arrancan la careta de este sistema y diluyen su palabrería como agua de borrajas.
Son el transporte para ir al trabajo, las propias condiciones de trabajo y de vida, las causas inmediatas del contagio y muerte durante este mal sueño pandémico. Pero los poderosos seguirán mareando la perdiz, pidiendo ayudas y dando la barrila.
En tanto que nosotr@s deberíamos estar imponiendo el recorte de jornadas laborales con mantenimientos de los salarios, reparto de horas de trabajo y ajuste racional de la producción a condiciones de vida humanas, además de apertura de contabilidades empresariales a los representantes de l@s trabajador@s –porque los vivales, son legión-… Imponerlo mediante adecuada presión social hasta llegar a las huelgas generales. Resumiendo: En los países industrializados, la causa inmediata de los contagios, no es “la fiesta”… ¡Es el currelo, señorías!
Hay que pararles y salvar vidas, diseñando otro futuro económico, social, cultural y político y para eso, no hay otro medio que romper esta baraja y sentar nuevas bases para la existencia. Eso exige modificar la relación de fuerzas entre l@s de abajo y l@s de arriba, mediante la acción organizada y unitaria en defensa de otro proyecto global.
Las arcas de los grandes empresarios y de los poderes financieros deben ponerse al servicio de la sociedad, los lloriqueos de empresarios “medianos”-que no son tan medianos- (del Turismo, la Hostelería y del abastecimiento a los grandes…) deben situarse en el contexto que los vio nacer, un lamentable contexto en que proliferaron “los pícaros”, una maldición que debe someterse a revisión y ajuste, sobre todo a ajuste para redimensionar con lógica austera.
La industria armamentista y aeroespacial sobran y la mayoría de las nuevas metas productivas también… (Se puede y debe vivir con menos, repartir más y satisfacer así la pobreza de mayorías crecientes). Esencialmente la “nueva economía” no es más que la de siempre adornada con un cintajo digital verdoso. El capitalismo no aprende, porque no es esa su esencia.
Se alabó en plena primera crisis Covid también el sector agrario “que nos alimenta”… pero recordemos que las filas de camiones en la frontera que nos abastecían, venían de otros lares, esencialmente procedentes de la todopoderosa agro-industria, deslocalizada y depredadora… Como explica muy bien Vía Campesina y como aquí acusan desde hace mucho tiempo las organizaciones agrícolas y ganaderas (2)
Este modelo se derrumba, pero se derrumba sobre las cabezas de las fuerzas del trabajo; urge revertir las consecuencias de este derribo y emprender medidas radicales: lo público en el puesto de mando, la autogestión en el puesto de mando y la verdad también.
Un nuevo modelo productivo debe reinventarse sobre bases ecosocialistas y de decrecimiento porque “es urgente renunciar a esta loca carrera hacia un consumo creciente y desbocado. Eso es imprescindible para evitar la definitiva destrucción del entorno terrestre y salir de la miseria síquica y moral de los humanos contemporáneos… porque poner la vida en el centro tiene otro significado que la expansión de la producción y el consumo” (3). Y los poderes no van a reinventarlo…ellos siguen a lo suyo.
Sé que lo escrito suena a propaganda socialista clásica. De acuerdo, pero es que necesitamos también mucha más propaganda socialista clásica y mucha más verdad, para remar hacia otro horizonte y salir de esta ciénaga. En eso estamos.
PD. El pasado 12 de octubre –día de las fuerzas armadas (sic!)- las huestes de la derechona claman por la dimisión del gobierno con griterío verbenero de “si esto no se arregla…guerra, guerra, guerra” (4).
Ignoran los neo golpistas que en esta ocasión, a diferencia de 1936-1939, no contarían con el apoyo militar en hombres y máquinas de destrucción de Hitler y Mussolini además de amplios contingentes mercenarios africanos, para dar salida a la siniestra “cruzada” que liquidó la Segunda República y preludió la Segunda Guerra Mundial.
Notas:
1.- Crisis de palabras- Daniel Blanchard (Ed. Acuarela, nº 21-2007)
2.- La agroindustria bajo sospecha- G. Duch Guillot (Cuadernos CJ, nº171-2010)
3.- Survivre au développement-Serge Latouche (Ed. Mille et une nuits, nº 55-2004)
4.- Se apropian así de la consigna esgrimida antaño por los trabajadores de Sintel y su larga lucha en Madrid
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La siniestralidad laboral en España en muy alta y se encuentra al alza desde 2012, por la generalización del trabajo precario.Los medios afines a los empresarios aseguran lo contrario pero estadísticas del Ministerio de trabajo y estudios sindicales confirman que TAMPOCO tenemos la “mejor seguridad laboral de la UE”. en definitiva que estamos a la cola de “los países desarrollados”.
Siendo esa la situación…¿como es posible que se siga culpando a “la fiesta” de crecimiento de contagios y mortandad Covid?
¿Como es posible que no haya noticias de contagios -y mortandad- en centros de trabajo?
¿Quienes pagan ese perverso silencio?
En fin…da mucho asco.
Uno entre otros (que tiene muchos) problemas de este País, es que se cambian, raciones de paella por ordenadores, broceado solar por energía y tomates y lechugas por camiones. Y cuando se presenta la ocasión de fortalecer la industria se mean en las “calsas.” El caso Nissan es una demostración. Aplauden al compas patronal y “sindicatos mayoritarios” el buen acuerdo, cuando en realidad, para el conjunto de la sociedad es un fracaso. ¿El porque no se nacionaliza Nissan? se pone a fabricar vehículos ligeros de reparto, que ya la Ebro, (Motor Ibérica) tenia experiencia, ambulancias y maquinaria agrícola y dejamos de comprar tractores a los americanos. No será que lo que interesa al poder oculto, es la cultura del botellón y el turismo de borracheras.