Abuso policial. ¡Ayer Écija! ¡Mañana…?
Agencia Mp3*. LQS. Julio 2020
Dos activistas fueron reprendidos en la puerta de su casa, forzados a identificarse, vejados, amenazados y maltratados físicamente por dos agentes que los mantuvieron detenidos durante seis horas
Juanma Luna y Victoria Varela, tras sufrir agresiones físicas, verbales, acoso, violencia y BRUTALIDAD POLICIAL, y ser detenidos el domingo 19, han comparecido el pasado miércoles en los juzgados tras ser citados a declarar por el fiscal. Tras acogerse a su derecho a no declarar, y teniendo en cuenta los testimonios de los agentes implicados y la documentación aportada, la Fiscalía ha considerado que no se reúnen los requisitos para el delito de desobediencia grave a la autoridad que se pedía para ellos, sobreseídos y retirados los cargos.
Lo sucedido el domingo en Écija es vergonzoso y obligatoriamente denunciable, no podemos seguir consintiendo los abusos policiales, que han aumentado de forma significativa desde el Estado de Alarma, y esto es una denuncia que se realiza tras haber sido documentados decenas de casos de “uso innecesario o desproporcionado de la fuerza”, conductas racistas, detenciones e identificaciones arbitrarias, tal como denuncian organizaciones de DD. HH. como Stop Represión, SOS Racismo, la Asociación Pro Derechos Humanos, o Amnistía Internacional.
El suceso ocurrido en Écija lo contamos tal como lo relata el digital La Farruca News:
Dos vecinos de Écija fueron fueron detenidos el domingo a las 17:30 h. en Écija y retenidos en dependencias policiales durante más de 6 horas. Victoria Varela y Juan Manuel Luna, conocidos por sus años de actividad social en el pueblo, denuncian haber recibido “graves abusos físicos y verbales” de los dos agentes que los detuvieron, según su declaración, por negarse a ser identificados en la puerta de casa.
Según refieren, mientras bajaban algunos objetos de su vehículo, un coche de la Policía Nacional de Écija fue detenido frente a ellos. Ambos agentes les recriminaron no tener puesta la mascarilla. “Mientras entrábamos en el portal, intentamos explicarles que habíamos aparcado justo en la puerta, que solo eran unos pocos metros, que teníamos la mascarilla y nos la pondríamos en el momento, pero insistían en identificarnos”. Al parecer, la Policía les habría asegurado actuar “por las buenas o por las malas”, y ante la negación verbal de la pareja a identificarse, “entraron al portal y retorcieron el brazo a Victoria, haciéndola perder la estabilidad. Al tratar de ayudarla recibo un empujón y caigo al suelo, y un tío de 100 kilos me clava la rodilla en la espalda y después sobre el cuello, como vemos que hacen en Estados Unidos”, declara Luna.
Cuando los vecinos escucharon sus gritos y llamadas de socorro y bajaron al portal se los llevaron detenidos. Y la violencia que relatan empeora: “De camino a la comisaría, el agente que conducía empezó a acelerar por las calles del barrio y frenar en seco para que chocáramos con la mampara del coche. No nos pusieran el cinturón ni cuando lo pedimos. Después del golpe de frente, con ellos riéndose, caíamos con todo nuestro peso sobre las muñecas esposadas, sufriendo mucho dolor, y así lo repitieron hasta llegar”.
Además, también denuncian amenazas y vejaciones verbales de tono sexual por parte de estos dos agentes durante el transcurso de los hechos: “vas vestida muy provocativa”, “lo que necesitas es que te folle bien un policía”, “podríais iros, a Mallorca por ejemplo si tuvierais dinero, pero tenéis que quedaros aquí” o “me quedan 30 años de servicio para pedirte la documentación” son algunas de las frases que recuerdan.
Luna, nervioso, cuenta que en el cuartelillo los sentaron con las manos tras el respaldo de las sillas, y pusieron en marcha un proceso de intimidación, como “de poli malo y poli bueno. Me dieron un puñetazo en la boca y me tiraron al suelo de un golpe por protestar, por decirles que su actuación era desproporcionada”.
Solicitaron un médico para que alguien revisara sus golpes, y en la visita al centro médico se sintieron “como delincuentes, teniendo que entrar esposados en una sala llena de vecinos”, siendo revisados todavía con los grilletes puestos y tratados “con prejuicios” por algunos profesionales médicos. “Somos padres de una niña pequeña y llevamos cuatro meses confinados en un piso de 70 metros con ella; yo trabajo desde hace años con 45 personas de riesgo en PRODIS [residencia y centro ocupacional para personas con diversidad intelectual], y después de formarme allí contra el virus, de cambiar mi vida y la de mi familia, y hacer lo imposible para que nadie esté en riesgo, nos acusarán de desobediencia y nos obligarán a irnos de aquí. Ya tenemos miedo”.
De momento, después de haber sido Archivada la causa contra Victoria Varela y Juanma Luna, la pareja se esta planteando inicar acciones legales y presentar cargos contra los agentes, pues aseguran sentirse “intranquilos con actuaciones policiales como está, que durante el confinamiento han sido frecuentes en el barrio por parte de estos dos agentes”.
También se ha puesto en marcha una recogida de firmas contra el abuso policial, encabezada por numerosos colectivos sociales, ciudadanos y reconocidos activistas represaliados como Óscar Reina o Roberto Mesa.
Aquí puedes sumar tu apoyo: Firma el Manifiesto
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