Amor, sexo y Tierra Prometida

Amor, sexo y Tierra Prometida

Por Waleed Saleh*

Este reportaje gráfico o cómic periodístico explora una faceta algo desconocida que son las relaciones amorosas y sexuales entre palestinos e israelíes, partiendo de toda clase de testimonios desde diferentes ángulos.

Podría ser relevante señalar que la ocupación israelí de Palestina cuenta con gran cantidad de obras literarias y artísticas, tanto en lengua árabe como en otras lenguas: novelas, poesía, ensayos, obras de teatro, cuadros… pero son muy escasos los cómics que abordan este tema. Uno de los anteriores a este cómic es el del maltés Joe Sacco titulado Palestina publicado hace algunos años.

Comenzando por el título que incluye el concepto de Tierra Prometida, puede estar de forma intencionada o no aceptando una reclamación de origen bíblico que considera Palestina un territorio legítimamente perteneciente al pueblo judío. Un mito que está detrás de una colonización que pisotea los derechos humanos, las leyes internacionales y las resoluciones de la ONU. Sin duda, caben otros matices en el título, poniendo por ejemplo la palabra “mito” junto a Tierra Prometida. O mejor aún, cambiando “Tierra Prometida” por “La martirizada Palestina”.La obra desde el punto de vista sociológico puede tener cierto interés por tratarse de un aspecto tabú que suscita sentimientos contradictorios en las dos sociedades, la palestina y la israelí. Los matrimonios mixtos entre palestinos e israelíes son escasos. Según la propia narración del libro, en 2023 de los 58.000 enlaces matrimóniales registrados en Israel, solo 23 casos fueron mixtos. La obra consigue demostrar las dificultades tanto administrativas como sociales que enfrenta este tipo de parejas, algo que reduce la posibilidad de que haya mayor número de casos. Las dos comunidades ven con recelo esta relación y las autoridades israelíes ponen todo tipo de trabas para que no se produzcan.

En cuanto a las relaciones homosexuales, la obra acentúa la actitud de rechazo de la sociedad palestina a estas prácticas, pero no habla apenas de la visión de la comunidad israelí en relación con este comportamiento. Cuando habla de Mohammed (28 años), homosexual de Gaza que acaba en Los Ángeles, éste explica un fenómeno desconocido dentro de las relaciones homosexuales masculinas que trata del rol que ejerce cada uno de los hombres dentro de la pareja. El que actúa como pasivo está mucho más reprobado y censurado que el activo. Esta percepción es común a la mayoría de las sociedades árabes y musulmanes, incluso así lo consideraban los romanos en la antigüedad.

También apreciamos en la obra la falta de sinceridad de la sociedad palestina acerca de las relaciones sexuales prematrimoniales. La realidad nos demuestra lo contrario de lo que manifiesta la sociedad en las apariencias. En todas las sociedades las parejas encuentran algunas formas para escapar a las trabas sociales y legales para juntarse y tener relaciones “ilegítimas”.

Yasmeen (23 años) hace referencia al acoso sexual que no es patrimonio de las sociedades palestina e israelí. Lamentablemente es una conducta bastante extendida en muchas sociedades incluida la occidental. Pero sí es grave el caso del crimen de honor que se sigue practicando en algunas sociedades árabes y de mayoría musulmana. Además, el autor de este tipo de crímenes cuenta con una bonificación legal en la condena. La mujer en estos casos paga injustamente con su vida por una tradición bárbara, pero apoyada por la ley. Los códigos penales de muchos países han acabado con esta suavización de la condena, considerando el mal llamado “crimen de honor” un crimen como cualquier otro.

En cuanto al aspecto político de la obra, no deja de ser llamativo el comienzo de los comics. El primer texto empieza con el 7 de octubre de 2023 y la violencia ejercida por Hamas. Sin duda es condenable, pero no es el comienzo del problema. El conflicto ya tiene 76 años de abusos, usurpación de tierras palestinas, secuestros, asesinatos, confiscaciones de casas y terrenos de ciudadanos palestinos y violencia de colonos, apoyados por el ejército israelí contra los nativos árabes de los Cisjordania y Gaza. El texto habla de abusos sexuales, incluso de violaciones cometidos por los miembros de Hamas. Estos son acusaciones de las autoridades israelíes, pero no están constatados por los organismos internacionales.

La obsesión de la autora del reportaje gráfico por ser neutral políticamente perjudica la realidad histórica de la ocupación de Palestina. Nunca plantea preguntas acerca del desarrollo del conflicto, su origen el porqué de la llegada de tantos colonos desde la Ex Unión Soviética, de Ucrania, de Suiza y de otros lugares obteniendo plenos derechos en Israel, a diferencia de los palestinos, autóctonos y dueños de este país que viven o malviven como extranjeros.

En definitiva, se trata de un texto simple, superficial en su estilo y su contenido. Carece de originalidad que hace falta en cualquier obra de arte para impactar al lector e impresionarlo. El lector difícilmente llega a interactuar con los hechos narrados en la obra por la simpleza que alcanza, en ocasiones, lo pueril. En cambio, cabe destacar la alta calidad de los dibujos que consiguen captar los detalles más diminutos de los personajes o los lugares.

El cómic pretende ofrecer una visión diferente, optimista y esperanzadora del “conflicto”, de la ocupación que es una forma de buenismo que no lleva a ninguna parte. No dudamos de la buena intención de los autores de esta obra, pero el problema es demasiado grave para poder solucionarlo con la unión de parejas mixtas de las dos sociedades palestina e israelí. Intentos anteriores con más calado político y social no han podido dejar una huella y mejorar algo las durísimas condiciones de la ocupación de los territorios de Palestina. Es conocido el caso del intelectual palestino Edward Said y su colaboración con el músico israelí Daniel Barenboim’s. Ambos establecieron una estrecha relación para buscar una alternativa para la paz, la convivencia a través de la cultura. El amor entre escasas parejas mixtas, la música y la cultura permanecen al margen de una grave situación de violaciones de derechos humanos, de una colonización atroz, seguida de un genocidio en toda regla en Gaza y en el resto de los territorios palestinos ocupados.

Amor, sexo y Tierra Prometida
Guion: Salomé Parent-Rachdi / Dibujo: Deloupy
Norma Editorial, Barcelona 2024
ISBN 978-84-679-7188-0

* Profesor Emérito del Dpto. de Estudios Árabes e Islámicos de la UAM.

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