APDHA denuncia el deterioro de las condiciones de vida de la población en Andalucía
Por Agencia Mp3*. LQSomos.
Los datos dibujan una “panorámica demoledora” de la comunidad andaluza. La organización convoca actos en ciudades andaluzas para reclamar políticas contra la desigualdad y en favor de los derechos humanos
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha denunciado, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, hoy 10 de diciembre, el empeoramiento de las condiciones de vida de una parte importante de la población andaluza y la alarmante desigualdad presente en la comunidad, que evidencian en el informe ‘Andalucía: La Desigualdad Echa Raíces’ meter enlace, presentado hoy.
La asociación lamenta que los datos dibujen una “panorámica demoledora” de la comunidad andaluza y que arrojen realidades como que Andalucía acapara 18 de los 20 municipios con mayor porcentaje de personas paradas, 12 de los 15 con menor renta u 11 de las 15 ciudades con mayor desempleo, que sea la primera del Estado español en tasa de pobreza y en calidad de vida, la segunda en pobreza severa y en salario más bajo, y que se encuentre a la cola en gasto sanitario por habitante y en inversión en políticas sociales.
En estas condiciones, explica la organización, la economía de las familias que viven en Andalucía ha sufrido ante el incremento exponencial de los precios, especialmente de la electricidad y los combustibles. “Las consecuencias de la inflación están siendo duras, pero aún más duras para muchas familias andaluzas que ya partían de una clara situación de desventaja», afirma la APDHA.
La organización asegura que antes de esta crisis nuestra comunidad ya tenía las tasas de pobreza más altas de la España peninsular y la situación que estamos viviendo provoca un incremento de la desigualdad entre Andalucía y el resto del Estado español.
Pero, en su opinión, «los poderes públicos, en especial en Andalucía, no están desarrollando políticas para paliar esta situación. Su Gobierno es un Gobierno que agrava la desigualdad, privilegiando a la minoría que más tiene, a la que ha suprimido el impuesto de patrimonio (un 0,2% de la población andaluza), y perjudicando a quienes están en peores condiciones», denuncian desde la APDHA. Así, critica que «los recursos para la educación pública, principal instrumento para luchar contra la base de las desigualdades, son insuficientes”. Y también se limitan los fondos destinados a la sanidad pública, “que está en una grave crisis, ya que Andalucía es la tercera comunidad autónoma que menos que menos invierte en este sector», según los datos del informe ‘La Inversión Social por Comunidades‘, de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales.
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía también ha querido destacar la intensificación de la desigualdad que se produce al introducir otros factores. «La desigualdad tiene género, porque se extrema cuando la sufren las mujeres. El patriarcado machista no solo afecta al ámbito económico, sino que profundiza en una desigualdad social en el mantenimiento de roles arcaicos que permiten las violencias sobre las mujeres», afirma la organización. El ejemplo más terrible son los feminicidios, que encabeza Andalucía con el doble de muertes en 2022 (10) que los territorios con mayor recuento. «Y también sobre las mujeres trans y el resto del colectivo LGTBI, porque sus derechos son también derechos humanos», recuerdan desde la APDHA.
«La desigualdad afecta especialmente a los colectivos más vulnerables”. Es el caso de la población migrante, apunta, que “padece índices superiores de pobreza, pero que también sufre condiciones laborales más precarizadas y las consecuencias del discurso racista que algunos políticos lanzan y otros no combaten adecuadamente”. También le ocurre a la población penitenciaria, que sufre condiciones precarias en el ejercicio de sus derechos, como el derecho a la salud”, un derecho muy condicionado por la situación límite que se vive en las cárceles, donde entre un 50 y un 60% de las plazas correspondientes a personal médico están sin cubrir”, según la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
«La desigualdad es enemiga de los derechos humanos”, valora la APDHA, pero “la intensificación de sus causas y la ausencia de herramientas para luchar contra sus consecuencias plantean un panorama desolador para la lucha por los derechos humanos».
Por ello, la organización convoca una serie de actos en las ciudades andaluzas “para exponer la necesidad de desarrollar políticas que luchen contra la desigualdad y que defiendan los derechos humanos”. Concentraciones en Sevilla y Cádiz y actos culturales en Algeciras, Córdoba o Málaga que «reclaman la vigencia de los derechos humanos como herramienta de lucha contra las desigualdades».
– Descargar el Informe: La desigualdad echa raíces, clic aquí
* APDHA
Síguenos en redes sociales… Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Telegram: LoQueSomosWeb Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos
Lo ocurrido en Andalucía es para un estudio sociológico. Uno comprende que Andalucía es una de las zonas donde el genocidio franquista causó mayores estragos.
Pero no se puede olvidar que también fue de las autonomías donde las izquierdas triunfaron más tiempo.
No es de recibo que para quitarse a la socialdemocracia felipista, lo haga votando el Opus. A los tradicionales señoritos de a caballo.
No es de recibo el espectáculo del Rocío, la Macarena, y la Semana Santa, un espectáculo que coloca a Andalucía en el culto a los huele braguetas de la edad media. Así pueden estar a la cabeza de las listas de casos machistas, de delincuencia comun y otras delicias parecidas, como la Manada y de más, orgullosos de llenar horas del programa Callejeros, sin que les aflore las vergüenzas a sus protagonistas, todo sea por la coca, como ellos mismos dicen y sus familias.
De lo mismo que adolecen murcianos y gallegos.
En Madrid, no, en Madrid lechumoa derechista es más culta y lee el Marca el As y chatea en foro coches.
Sin duda, la sociedad capitalista está en decadencia. Dispuesta a llevarse a cualquiera por delante en el proceso.