Aquí está: un tributo a Leonard Cohen
Por Mariano Muniesa. LQSomos.
La razón por la cual perdura y perdurará Leonard Cohen es la poesía, la emotividad y la carga sensitiva de sus canciones
‘Here It Is: A Tribute to Leonard Cohen’
El viernes 14 de octubre se puso en circulación en todo el mundo un álbum titulado “Here It Is: A Tribute to Leonard Cohen”, un heterogéneo, ecléctico y curioso disco homenaje a la figura de Leonard Cohen a través del prestigioso sello de jazz Blue Note Records. James Taylor, Peter Gabriel, Iggy Pop y Mavis Staples son alguno de los nombres que más destacan mediáticamente en este álbum junto a otros artistas más contemporáneos pero que no dejan de añadir un atractivo considerable a este álbum y rompen el techo generacional; Norah Jones, Sarah McLachlan, David Gray y Nathaniel Rateliff también forman parte en muchos casos de lo más interesante de las 12 pistas que componen el tributo, para el cual se ha montado una banda-base de acompañamiento sobre la cual evolucionan todos los protagonistas mencionados y en la que encontramos al guitarrista Bill Frisell, el saxofonista Immanuel Wilkins, el pianista Kevin Hays, el bajista Scott Colley y el baterista Nate Smith, con la colaboración como invitados especiales de otro gran guitarrista del mundo del jazz-rock contemporáneo como Greg Leisz y el organista Larry Goldings. ¡Lujazo de instrumentistas!
Un curioso homenaje a Leonard Cohen que sorprenderá
Como viene siendo habitual en esta clase de lanzamientos, se ha aprovechado un momento comercialmente muy propicio para sacar este álbum, haciéndolo coincidir con el estreno en plataformas de “Hallelujah: Leonard Cohen, a Journey, a Song”, un nuevo documental basado en el libro de Alan Light “The Holy Or The Broken: Leonard Cohen, Jeff Buckley & the Improbable Ascent of Hallelujah”, que se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca el pasado mes de junio y con la edición del recopilatorio “Leonard Cohen: Hallelujah & Songs From His Albums”.
En un comunicado de prensa el principal impulsor de este proyecto, viejo amigo desde comienzos de los 80 de Leonard Cohen y productor ejecutivo y musical Larry Klein ha descrito a estos músicos como algunos de “los músicos más clarividentes y con visión de futuro del mundo del jazz”. Por su parte, Blue Note lanzó a modo de adelanto unas semanas antes de la edición del álbum la cálida versión de James Taylor de “Coming Back to You”, que aparece en el disco de Cohen de 1984, “Various Positions”.
“Cuando Larry Klein me invitó a participar en un álbum tributo a Leonard Cohen, acepté de inmediato”, declaró James Taylor recientemente. “Tanto porque Larry es un gran productor y un buen amigo, como porque, como casi todos en mi generación, venero a Leonard Cohen. Tan pronto como comencé a buscar mis propias preferencias musicales, las canciones de Cohen estaban entre mis favoritas y tuvieron una gran influencia en mi propia evolución y crecimiento como compositor”.
Desde el punto de vista de la producción, algo fundamental en un álbum que se mueve en ese escurridizo terreno fronterizo entre el rock, el pop, el jazz y la canción de autor, el toque de Klein es ligero y atmosférico en todo momento; crea un ambiente evocador que, al igual que el propio Cohen, deja mucho espacio para que cada uno de los vocalistas rehaga y otorgue una nueva dimensión musical a sus interpretaciones. Es más, Klein demuestra que las canciones de Cohen ni siquiera requieren un cantante, ya que el guitarrista Bill Frisell y el saxofonista Immanuel Wilkins, el MVP de todo el álbum, lideran las tomas instrumentales de “Bird On A Wire” y “Avalanche”, respectivamente con una brillantez espectacular.
La práctica totalidad de las versiones, aportando cada una un gran respeto por la idiosincrasia y el estilo particular del artista, sin embargo llegan a aprehender la esencia de estas canciones desde algún lugar personalizado y en el que se les reconoce plenamente. James Taylor, por ejemplo, explora su registro más bajo para “Coming Back to You”, mientras que Peter Gabriel recrea su locuaz Cohen interior en “Here It Is”, y Mavis Staples pone algo de dolor, de tristeza en un tema que suena como un vals en “If It Be Your Will”.
Tal y como en gran medida le sucede a Bob Dylan, el difunto Leonard Cohen ciertamente fue un gran intérprete dentro de un contexto diferente y alejado del concierto de rock entendido a la manera de Led Zeppelin, Rolling Stones, Aerosmith o AC/DC, es decir, despojado de la ceremonia ritual y la carga decibélica como elemento potenciador de la intensidad del mensaje, pero la razón por la cual perdura y perdurará es la poesía, la emotividad y la carga sensitiva de sus canciones. Piezas de una enorme riqueza en matices, estrofas, versos y palabras evocadoras, piezas de una suerte de literatura auditiva compuestas con suficiente espacio para dejarlas abiertas a ensoñaciones eclécticas.
Una de mis exparejas, una tarde de verano que me sorprendió viendo el DVD del Festival de la Isla de Wight de 1970 justo cuando estaba en la actuación de Leonard Cohen, me espetó: “Ese tipo se parece más al Lluís Llach que a Jimi Hendrix. ¿Te gusta?” me eché a reír y le dije que se sentara conmigo a verlo. Acabó pidiéndome que le grabase todo lo que tuviera de él. Hace tiempo que no sé de ella, espero que al menos conserve el recuerdo de aquellas grabaciones.
Now Suzanne takes you down, to her place near the river…
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