Aranjuez. Sotomayor, ni se compra ni se vende
De llevarse a cabo el mega-proyecto de ocio en Sotomayor, supondrá la desamortización de los bienes culturales y naturales en todo el municipio de Aranjuez.
Es difícil encontrar en la actualidad, responsable de la administración que no incorpore a su elenco de deseos el de la preservación del medio ambiente. Incluso el lenguaje políticamente correcto, apunta una y otra vez al compromiso con los valores naturales, paisajísticos, la flora y fauna. Pues bien, nada que ver con nuestro adventicio Ignacio González, a la sazón y contra pronostico, presidente de la comunidad.
El macro-proyecto ubicado sobre suelo y edificio publico propiedad de la CAM, arranca en noviembre de 2010, siendo adjudicado al grupo Ocio Sotomayor S.L. única oferta presentada al concurso, cuyo pliego de condiciones ya preveían actuaciones disparatadas tanto en el edificio histórico Casa de la Monta como en la Dehesa de Sotomayor. Trascurrido el tiempo, hasta que sale en la actualidad a información publica mediante la publicación del EIA, el proyecto original sufre algunas modificaciones, tratando en todo momento de burlar la protección ambiental y arquitectónica de ambos enclaves.
En referencia a la Casa de la Monta, edificio catalogado por el PGOU de Aranjuez de carácter monumental con nivel de protección estructural, Ecologistas en Acción exige su restauración general conservando las zonas y elementos de interés patrimonial como cuadras, pesebres calizos y demás motivos de decoración ecuestre del lugar; Coincidentes con el pliego de condiciones, estimamos primordial la recuperación del uso histórico caballar del edificio, haciéndolo compatible con otras actividades generadoras de empleo.
Dada la amplitud del edificio y su configuración cuadrangular mediante espacios abiertos y crujía central, admite muchos usos y funciones para optimizar su puesta en valor y aprovechamiento económico. El patio norte junto a la entrada podría albergar jardines y restauración, el interior orientado al sur debería permitir el desarrollo de espectáculos ecuestres de doma clásica de alta escuela como en Jerez (que tantos turistas presencian y abonan -21 €- a diario) y/o relacionados con nuestra historia y tradiciones ambientadas en el siglo XVIII, con uniformes de época y coches de caballos, imprimiendo distinción, colorido y atractivo a las ceremonias.
Los jinetes del espectáculo, debieran realizar labores docentes en la escuela ecuestre. El resto de espacios cubiertos además de alojamiento para caballos, podrían dotarse de usos educativos, artesanía del cuero, guarnicionaría, museo ecuestre, de carruajes, carros de varas y galeras, así como otros muchos elementos etnográficos relacionados con las monturas, centros de interpretación, paseos y rutas ecuestres o bicicleta etc., etc. etc.,
La Dehesa de Sotomayor según el planeamiento urbanístico en vigor, está clasificada como Suelo No Urbanizable Especialmente Protegido y catalogado como “Espacio de Interés Forestal y Paisajístico”. La totalidad de la finca donde se ubica el proyecto, se encuentra incluida en dos espacios protegidos conforme a la normativa de la Unión Europea: LIC “Vegas, cuestas y páramos del Sureste” y ZEPA “Carrizales y Soto de Aranjuez” ambas forman parte de la Red Natura 2000.
De conformidad con ambas condiciones especificas de conservación urbanística y protección ambiental, el mega-proyecto adjudicado debería tener escaso o nulo recorrido, en base a la disposición normativa que le afecta.
Ecologistas en Acción considera la concesión del proyecto por 30 años a una empresa, como una privatización de un espacio publico con altísimo valor natural y paisajístico, incluida una vega agrícola de la máxima categoría.
Resumidamente, el Proyecto incluye diferentes edificaciones, que muy poco tienen que ver con el aprovechamiento agropecuario de la finca; como un complejo hotelero con diferentes edificaciones repartidas por la zona, un macro edificio modernista similar en extensión a la Casa de la Monta para club social privado, con una torre-solarium en su extremo de 14 m. de altura, serie de instalaciones deportivas como campo de fútbol, piscina, tenis y padel, asfaltado para aparcamientos VIP, camiones y muchos vehículos, hipódromo con su graderio y diversas pistas de calentamiento, múltiples edificios para cuadras, edificio para celebrar eventos y convenciones, etc. Conviene señalar, nuestra firme convicción que la actividad hípica en su totalidad, no es más que la coartada elegida para sacar adelante el proyecto, relegando ésta a la última fase constructiva, siempre y cuando el selecto grupo de socios, así lo considere y los fondos respondan.
Sotomayor debe tener un uso social, con actividades económicas ligadas al sector rural emergente como la agricultura y ganadería de calidad con certificado ecológico y denominación de origen, además de otras muchas que pudiera albergar entre las cuales, bien puede incluir la ecuestre, aunque nunca de forma intensiva, dada la tradición de Aranjuez por el mundo del caballo, que se remonta a varios siglos atrás.
Muchas son las afecciones sobre el patrimonio cultural, que este grupo ecologista ha presentado en sus alegaciones al estudio de impacto ambiental EIA, que se encuentra pendiente de resolución; destacando la contaminación del río Tajo, por la excesiva carga de fluidos contaminados, el impacto sobre diversas especies de flora y fauna protegida por la Directiva de Habitats, 92/43/CE y su ampliación en la Directiva 97/62/CE.
En especial debemos citar el pitano (Vella pseudocytisus) recogida en el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España, así como fauna incluida en el catalogo de especies protegidas de la CAM como el aguilucho cenizo, halcón peregrino, búho real y varias especies de quirópteros, todos ellos con categoría de Vulnerables, junto con la nutria catalogada en peligro de extinción.
Desde diciembre del 2001 nuestra ciudad ostenta la declaración otorgada por la UNESCO de Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad, aunque la zona delimitada como tal no incluye la Dehesa de Sotomayor, el ecosistema aquí constituido de huertas y sotos fluviales, representan una de las tres bases o zonas reconocidas en la Declaración, debiendo las administraciones publicas velar por su mantenimiento y conservación.
Entre los principios de cualquier espacio natural, están la primacía del interés publico frente al privado, la transversalidad de la conservación, la imbricación de la protección de la naturaleza con el desarrollo rural sostenible, la gestión activa sobre la flora y fauna, la alianza entre conservación y uso publico, el disfrute ciudadano y la contribución expresa a la economía local. Todas estas premisas básicas, debieran darse en cualquier proyecto serio, sostenible y con vocación de futuro, nada parecido con el mega-complejo de ocio, que el gobierno de la Comunidad de Madrid pretende imponer en Sotomayor, ajeno a los intereses de todos sus ciudadanos.
De salir el proyecto adelante estaremos asistiendo a la desamortización del patrimonio comunal de Aranjuez, siendo las medidas de protección ambiental, tan solo papel couche, sin valor alguno para la administración. Sotomayor seguirá siendo "soto" y "mayor", el pueblo de Aranjuez no puede permitir más sangrías ni expolios de su patrimonio.