Argentina. La mano que mece la cuna
Stella Calloni*. LQSomos. Junio 2015
La campaña contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en un esquema de guerra sucia sostenida por los medios de difusión masiva, intentando involucrar al ejecutivo actual en inexistentes acuerdos secretos con Irán, tiene detrás suficientes manos externas meciendo la cuna.
A principios de mayo, Jim Lobe y Charles Davis publicaron un artículo en el Washington Post en el que se referían a una campaña contra la presidenta argentina, que acusa a esta última de participar en una supuesta conspiración antisemita. En el artículo sugieren que detrás de esto estaría el Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC), que en varias ocasiones invitó al fallecido fiscal Alberto Nisman a dar conferencias sobre Argentina.
Nisman había sido designado como fiscal especial en la causa que investiga el atentado ocurrido en 1994 contra la Mutual Israelita –Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos, decenas de heridos y daños millonarios en un barrio popular de esta capital.
Durante diez años, su investigación que contaba con enormes recursos económicos del Estado argentino, sólo actuó para mantener las tesis que Estados Unidos e Israel sostuvieron desde las primeras horas del atentado, sin investigación previa y sin sustento de pruebas concretas; se acusó a Irán. Esta decisión que tenía que ver con necesidades geopolíticas de ambos países que obstaculizaron toda investigación anulando las posibles pistas que pudieran surgir.
AIPAC es la organización más poderosa del lobby sionista en Estados Unidos, con capacidad para presionar al gobierno de ese país y sobre todo a los congresistas. No estaría solo en esta campaña, sino que también la acompaña la Fundación de Defensa de las Democracias (FDD) organismos a los que atribuían los periodistas que “podrían estar coordinando sus esfuerzos para presentar al gobierno argentino de Fernández de Kirchner como un aliado del terrorismo promovido por Irán”.
Un artículo de Eli Clifton aparecido recientemente en la página de politólogo norteamericano Jim Lobe (lobelog.com) menciona datos importantes sobre la campaña contra Argentina donde intervienen sectores del Lobby judío-estadounidense y se hace referencia a la acción específica de Paul Singer, que dirige el Fondo Buitre Elliot Managment y que exige al gobierno una millonaria cifra por bonos adquiridos en monedas aprovechando la grave situación por la que atravesó el país en el año 2001 cuando se produjo la crisis económica más grave en su historia.
Ya habían trascendido informaciones sobre la actuación de Singer, quien creó una Task Force (una Fuerza de Tarea) en Argentina, gastando cifras millonarias en alimentar a sectores opositores derechistas locales que participaron en lo que bien podría llamarse “la operación Nisman” , utilizando la muerte hasta ahora por suicidio (que bien podría ser inducido) de este fiscal que apareció muerto, con un balazo en la cabeza en el baño de su departamento cerrado por dentro.
Todo esto sucedió después que el fiscal interrumpiera abruptamente un viaje de vacaciones por Europa con su hija y regresara al país en pleno mes de enero cuando hay feria judicial para presentar una denuncia contra la mandataria, su canciller Héctor Timerman, un joven diputado y dirigente de la juventud que apoya al gobierno y dos dirigentes sociales.
Analizando los hechos con frialdad, cualquier investigador hubiera concluido que si a alguien no le “convenía”-por decirlo en estos términos- la muerte de Nisman, era precisamente a la mandataria argentina. Una porque esto sucedía cuatro días después de que Nisman presentara en un juzgado “amigo” la denuncia . Otra porque con sólo leerla, sin ser abogado, cualquier periodista entiende que una denuncia basada en suposiciones, donde se acusa, sin prueba alguna a la mandataria y otros funcionarios, tratando de transformar en “espúreo” un acuerdo diplomático, abierto y público con Irán que hubiera sentado precedentes en la resolución de conflictos internacionales difíciles.
Sin duda, era una única posibilidad de encontrar la verdad con la propuesta de que la justicia Argentina tomara declaración en Teherán a los importantes funcionarios iraníes, acusados- sin pruebas válidas- de ser responsables del atentado.
Irán no tiene tratado de extradición y siempre ha advertido tener suficientes pruebas de la falsedad de la acusación, que por supuesto no va a entregar en una causa, donde los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel son los que marcaban la línea a sus pares de Argentina. Un hecho grave de injerencia en nuestro país y nada menos que en la inteligencia y en la justicia local, nunca democratizada como institución.
La “campaña” quedó demostrada por la inmediata acción de la llamada “oposición buitre” que con los medios masivos del poder hegemónico, intentó instalar en el mundo la responsabilidad del gobierno. La nota de Clifton, menciona que se trataba de “un castigo político” también de Singer contra Argentina por no someterse a las exigencias de los grupos sionistas y de Israel como de un intento de aprovechar la coyuntura económica para saquear la riqueza de Argentina.
“Singer es también miembro, junto con el multimillonario Sheldon Adelson, de la Coalición Judía Republicana. Ambos permanecen políticamente activos en su apoyo a distintos candidatos republicanos. Los dos estuvieron presentes en el Club Metropolitano de Manhattan en una reunión este mes con el candidato Jeb Bush, que acaba de anunciar que su hermano, el ex presidente George W., era su asesor en la política hacia Israel” asegura la nota.
Asimismo, sostiene que Paul Singer contribuyó con 3,6 millones de dólares a la American- Israel Education Foundation (AIEF), de la que se sirve AIPAC para recoger fondos y menciona que esta entidad y la FDD promovieron al polémico fiscal especial Alberto Nisman,”conocido por lanzar acusaciones gratuitas contra Irán y el gobierno argentino”.
Además señala el artículo que “uno de los aspectos más criticados del trabajo de Nisman fue el de aceptar el testimonio de miembros del grupo terrorista de oposición iraní Muyahedin-e Jalq, al que los expertos comparan con una secta y que es reconocido como una organización terrorista a nivel internacional, y de un desacreditado desertor iraní”.
En este aspecto se consiga que en el año 2010 Nisman acudió a la conferencia del AIPAC, algo insólito “teniendo en cuenta que la participación en un evento anti-iraní y pro-israelí dejaba a las claras la parcialidad y nula credibilidad de sus actuaciones”.
También hace referencia al apoyo económico de Singer al senador republicano por Florida Marco Rubio, quien es uno de los más activos en su oposición al acuerdo nuclear firmado por el gobierno de Barack Obama con
Irán.
Rubio, en un acto de injerencia inaudita, pedía al Congreso de Estados Unidos investigar “la muerte de Nisman”. Investigación que en Argentina está siendo obstaculizada no por el gobierno, sino por la ex esposa de Nisman, la Jueza Sandra Arroyo de Salgado , apoyada por la prensa opositora local tratando de convalidar la tesis de un “asesinato”, que no surge de ninguna pericia válida.
Pero fue más lejos Rubio acusando a la mandataria argentina de intentar encubrir a Irán.
En este mismo sentido, se mencionan las estrechas relaciones de Rubio con los mismos sectores opositores en Argentina a los que Singer ayuda financieramente a través de su Fuerza de Tareas. Otro caso de injerencia externa en Argentina.
Como sostiene el Center for Responsive Polítics citado por Clifton, el Elliot Management de Singer ha sido la segunda mayor fuente de fondos para la campaña de Rubio entre 2009 y 2014. “Singer ha contribuido con fondos también a The Israel Project (TIP), que está encabezado ahora por el antiguo portavoz jefe del AIPAC, Josh Block, donando 500.000 dólares a este grupo en 2007 y un millón de dólares en 2012. El TIP ha estado también publicando continuamente artículos críticos contra el gobierno de Argentina. Asimismo se citan una cantidad de artículos contra el periodista argentino de origen judío Jorge Elbaum, quien trabajó en la poderosa Delegación de Asociaciones Israelita-Argentina (DAIA) por dar a conocer una declaración de Nisman, en la que éste aseguraba a otros líderes de la comunidad judía argentina que “Paul Singer nos ayudará a revertir la aproximación de Argentina a Irán”.
Singer ejerece todo tipo de presión sobre Argentina , cuyo gobierno logró colocar en el escenario internacional la grave amenaza mafiosa que significan los Fondos Buitres y que ya han afectado a países pobres y víctimas de los desfalcos externos. Son varios los frentes de “guerra sucia” en Argentina, en momentos en que se renueva la ofensiva de Estados Unidos contra Venezuela.