Argumentación y significado de la austeridad neoliberal
Las políticas de austeridad parten de la idea de que los individuos y los gobiernos "gastamos demasiado". Sí fuésemos "más austeros", los presupuestos se equilibrarían, y entonces las cosas serían "normales".
Es muy fácil hacer comulgar a la gente con estos argumentos, sobre todo cuando los formulan académicos y expertos en los medios de comunicación de mayor audiencia y dicen insistentemente "que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades".
Parece que los únicos que "han alargado más el brazo que la manga" han sido los trabajadores. Es decir, aquellos que obtienen sus ingresos a través de un salario a cambio de una jornada laboral.
Paradójicamente, los salarios, en el período de auge económico, prácticamente se congelaron. El precio de la vivienda, en cambio, subió más de un 100%.
Como que a pesar de la congelación salarial, una parte de los trabajadores tuvieron "el atrevimiento" de comprar un piso y un coche y suscribir una hipoteca, ahora están endeudados.
Esta criminalización de los de abajo, deja de lado a los bancos, a las inmobiliarias, a las empresas constructoras, a los fabricantes de coches,…, y a las compañías de seguros. Unos y otros se forraron con el cobro de intereses, con las maniobras especulativas y con la venta de sus productos por precios elevadísimo que dejaban un margen de beneficio impresionante.
La austeridad también se justifica por la crisis. Hay menos recursos y eso no cambiará hasta que no se produzca "la recuperación". Ahora bien, para garantizar "la recuperación" hay que poner más riqueza y mano de obra barata y dócil en manos de las grandes empresas para que “se animen a contratar”. También hay que garantizar que vuelvan los "buenos tiempos" para el capital financiero.
En cambio, la austeridad no contempla para nada aliviar la carga de la deuda de la clase obrera, ni a corto ni a largo plazo. Tampoco alivia la crisis de la deuda pública.
Si el gasto público se reduce tal como se está reduciendo ahora, se reduce el número de puestos de trabajo públicos, las concesiones públicas a los contratistas privados también se reduce y muchos de los puestos de trabajo privados se pierden. Al disminuir las rentas salariales, los ingresos fiscales procedentes de estas rentas y del consumo también se reducen y el déficit se eleva.
En otras palabras, la austeridad significa menos poder adquisitivo y esto a su vez significa menos producción y más paro. Por lo tanto, menos ingresos para los trabajadores y para el gobierno y más deudas para todos. Esto es lo que significará la austeridad neoliberal.