Asturies nun tien rei: entérate, Felipe
Arturo del Villar*. LQS. Octubre 2018
Verdaderamente es provocador que se tire este dinero para organizar una parodia de los premios Nobel, cuando cierra la factoría de Alcoa en Avilés
Como ya es tradicional, la entrega de los premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo ha dado lugar a una manifestación por la República y contra la corrupción monárquica. Siguiendo la costumbre de todos los años, las fuerzas brutas policiales colocaron vallas en la Plaza de la Escandalera, para recluir allí a los manifestantes republicanos, rodeados de gorilas, de manera que los reyes y sus invitados servilones no los vieran al entrar en el teatro. Sin embargo, tenían que escuchar los pitidos, abucheos y gritos contra la familia irreal, porque eran ensordecedores, por mucho que fingieran no oírlos.
Un público mayoritariamente joven enarbolaba banderas tricolores o se envolvía en ellas. Las pancartas se dividían entre las que denunciaban a la monarquía, con lemas como “Asturies nun tien rei”, “Monarquía = Corrupción”, o “Ni coronas ni corinas”, y las que aludían a la explosiva situación sociolaboral que vive ahora mismo la región.
Verdaderamente es provocador que se tire este dinero para organizar una parodia de los premios Nobel, cuando cierra la factoría de Alcoa en Avilés, está anunciado el cierre de todas las minas de carbón que habían sido la base de la economía asturiana, existe una amenaza de cierre de las industrias térmicas, los sindicatos del metal tienen convocadas huelgas en noviembre, hay conflictos en los servicios, y un paro laboral alarmante.
Precisamente por eso dos estudiantes se negaron a acudir a la recepción previa al acto central, en la que sus majestades católicas felicitan a los ganadores de los premios fin de carrera de la Universidad de Oviedo. Se trata de Diego Fernández Fernández, premio en Pedagogía, y de Juan Martínez Hernández, premio en Psicología. Explicaron que no asistirían a la recepción real porque no debían nada a la monarquía, y el dinero derrochado en el acto debiera emplearse en resolver los graves problemas sociales de la región. Pero 38 compañeros servilones sí cumplimentaron a la real pareja y posaron todos juntos en la foto oficial.
Este año la Casa de Su Majestad había repartido más invitaciones que nunca, para intentar compensar así los desplantes que la familia irreal está recibiendo en todas partes. Por eso acudieron los presidentes de los tribunales Constitucional y Supremo, y líderes de los partidos dinásticos, el Popular, el Socialista Obrero y Ciudadanos. También se lucía por allí ese payaso con bufanda roja llamado padre Ángel, que se gasta el dinero recibido por su organización presuntamente caritativa Mensajeros por la Paz, para estar presenta en todos los eventos en donde hay cámaras de televisión: él dice que se preocupa por los pobres, pero anda siempre puteando entre ricos en cualquier parte del mundo. Cosas de la monarquía.
* Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio.
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