¡Ay, de nuevo septiembre!
Ángel Hernández Pardo. LQSomos. Septiembre 2016
Así es, vuelve septiembre. Podría parecer que me duele sólo este mes y de ahí ese lamento. Pero la verdad es que me duelen los doce meses de nuestro calendario, porque en ellos se distribuye el dolor y muerte durante décadas de los que lucharon contra el fascismo en España.
¿Qué tipo de dolencia me tiene atrapado desde hace 40 años para que me encuentre en este estado crónico sin posibilidad de cura? Como no soy el único en padecerla, pues fue junto a otros el negarnos a que nos inocularan la droga para favorecer la desmemoria, la hemos bautizado con el siguiente nombre: SÍNDROME CONTRA EL OLVIDO. Durante todos esos años jamás he tenido la sensación de poder dejar de padecer ese síndrome, porque para que eso ocurra tendría que desaparecer lo que le mantiene en alerta: la impunidad de los matarifes.
Cuando murió el sátrapa, de cuyo nombre no quiero acordarme, llevaron a cabo todo un proceso ¬-aplicando los métodos de su maestro Goebbels- de propaganda, para que los ciudadanos de este país creyeran que muerto el perro se acabó la rabia. Ese narcótico caló en muchos de ellos gracias a la distribución mediante menudeo, y al que se ofrecieron para distribuirlo importantes dirigentes de la izquierda. El perro se murió pero dejó intacta su camada en la cual han proliferado sus cachorros.
Todo eso nos trajo que en las calles de toda España pasearan y paseen aún, con toda impunidad, criminales, torturadores y todo tipo de ladrones sin que nadie les toque un pelo. A que sus herencias no se corten en bendecir su procedencia al mismo tiempo que manejan a su antojo todo lo que nos saquearon sus ancestros. A que la impronta fascista se encuentre en cualquier rincón de este país sin que la izquierda sea capaz de movilizarse en la calle y decidir no salir de ella hasta que se revierta esa situación.
Por supuesto que me duele septiembre porque me enfrento al recuerdo del asesinato por envenenamiento de Cipriano Martos, a manos de la Guardia Civil, en el cuartel de Reus, el 17 de septiembre de 1973, al obligarle a ingerir ácido sulfúrico… 21 días estuvo agonizando.
Me duele septiembre porque el 27 de ese mismo mes, del año 1975, fueron fusilados cinco antifascistas: Xosé Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz, Juan Paredes y Ángel Otaegui. Juzgados por tribunales fascistas, y, por tanto, sin ninguna garantía procesal.
Y me duele septiembre porque en esas fechas me encontraba secuestrado en una de las mazmorras fascistas que había a lo largo y ancho de España soportando el dolor de mi impotencia por esos crímenes.
#CirpianoMartosNoOlvidamos #VientosDeDignidad #DíaDeLaResistenciaAntifranquista
Si, otro septiembre, a continuar la lucha por la Verdad, Justicia y Reparación en el país de la corrupción y la mentira. Pero no, no nos rendiremos.
Personas como ellos nos abrierón el camino, el de la lucha, el de la libertad
Ni olvido, ni perdón! JUSTICIA!!!
Magnifico articulo Angel. Nunca olvidaremos. Un abrazo. Enrique Aguilar