Biden firma un presupuesto militar récord
Mirko. C. Trudeau*. LQSomos.
El que aprobó el presupuesto militar es el mismo Congreso que no aprobará ni siquiera un aumento mínimo del salario mínimo, fijo desde 2009, el mismo que piensa que es demasiado caro incluir la cobertura dental o de la vista en Medicare, pero que siempre encuentra dinero para el ejército y los fabricantes de armas
¿Para amedrentar a China y al mundo?
Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, tras organizar una cumbre Por la Democracia, firmó la última semana de diciembre el presupuesto de defensa para el 2022 por 768 mil millones de dólares, que supera el mayor gasto militar de 2021 durante la administración de Donald Trump, que fue de 740 mil millones de dólares.
Curiosamente, es incluso superior a los 752.900 millones que había solicitado el Pentágono (ministerio de Defensa). El Senado aprobó la norma con 89 votos a favor y 10 en contra, y en el Parlamento, controlado por los demócratas, fue apoyada por 363 diputados frente a 70.
Este aumento del presupuesto militar es interpretado como una clara advertencia a China, y pone de manifiesto la escalada de tensiones, pese a que algunos analistas interpretaran quue la retirada de Biden de Afganistán era un paso hacia el fin de las «guerras eternas». Sólo era un paso en un pivote hacia China, que incluye tanto la diplomacia -como la cínica Cumbre de la Democracia- como la amenaza del ejército estadounidense, equipado con máquinas de guerra cada vez más eficaces y destructivas.
Estados Unidos invierte tres veces más en defensa que China, y diez veces más que Rusia, el tercer país que más gasta. Bill Hartung, director del Proyecto de Armas y Seguridad en el Centro de Política Internacional, dijo a Democracy Now, que EEUU tiene 13 veces más ojivas nucleares activas en su arsenal que China. “Tenemos 11 portaaviones de un tipo que China no tiene. Tenemos 800 bases militares estadounidenses en todo el mundo, mientras que China tiene tres”, asveró.
«Así que toda esta idea de que China y Rusia son amenazas militares para Estados Unidos se ha fabricado principalmente para disparar el presupuesto militar», dijo..
El presupuesto también asignó 28.000 millones para la financiación de armas nucleares. para aumentar el ya masivo y potencialmente mortífero arsenal nuclear, e incluyó 12.300 millones de dólares para armas de la fuerza terrestre y vehículos de combate, a pesar de que Biden declaró el fin de una era de guerras terrestres con la retirada de Afganistán.
También incluye la mayor cantidad alguna vez solicitada para la investigación de nuevas y más eficientes máquinas de la muerte, incluyendo la Inteligencia Artificial, la ciberguerra y el desarrollo de «robots asesinos». Según el sitio Defense News, la legislación contiene «12 F/A-18 Super Hornets no solicitados; cinco aviones Boeing F-15EX más que la solicitud original para un total de 17; y 13 barcos -incluyendo dos submarinos de ataque y dos destructores- para cinco más que el solicitado.
El presupuesto militar recibió un apoyo abrumador entre demócratas y republicanos. En un Congreso criticado por ser incapaz de «hacer las cosas» y por ser incapaz de «llegar al otro lado del pasillo», este presupuesto deja claro que incluso las divisiones partidarias pueden ser salvadas por consenso en torno al fortalecimiento del enorme complejo militar industrial, que es el que en definitiva es uno de los que financia a los políticos.
El presupuesto garantiza recursos en los bolsillos de contratistas de defensa como Lockheed Martin y Raytheon, con una asignación de 3.800 millones de dólares para nuevas armas hipersónicas, un aumento del 20 por ciento de lo que invirtió Donald Trump, y 160 millones de dólares para comprar el Arma de Respuesta Rápida Lanzada desde el Aire (ARRW) a Lockheed Martin, a pesar de que el ARRW nunca ha completado una prueba de vuelo con éxito.
Biden disiente
«La Ley brinda beneficios vitales y mejora el acceso a la justicia para el personal militar y sus familias, e incluye autoridades críticas para apoyar la defensa nacional de nuestro país», señaló Biden, quien destacó que en varios aspectos no está satisfecho con el texto.
En particular, el mandatario se quejó de que la ley no le permite cerrar el centro de detención de Guantánamo. «Lamentablemente, […] sigue prohibiendo el uso de fondos para transferir a los detenidos de la Bahía de Guantánamo a la custodia o el control efectivo de ciertos países extranjeros y […] y a Estados Unidos a menos que se cumplan determinadas condiciones», declaró el mandatario.
«En algunas circunstancias, estas disposiciones podrían dificultar el cumplimiento de la sentencia definitiva de un tribunal que ha ordenado la liberación de un detenido mediante un recurso de ‘habeas corpus’», advirtió, pidiendo al Congreso que elimine estas restricciones «lo antes posible».
Biden también criticó la obligación de presentar a los diputados informes sobre los equipos militares perdidos por EEUU durante su retirada de Afganistán. «Contendrán información clasificada, incluida información que podría revelar fuentes de inteligencia críticas o planes operativos militares», indicó el mandatario, afirmando que la Constitución le da suficiente poder para «evitar la divulgación de información tan sensible a fin de cumplir con su responsabilidad de proteger la seguridad nacional».
Asimismo, se opuso a la confirmación de los miembros del grupo de trabajo de la optimización de la logística y la quema de residuos al aire libre y reconoció que «no le corresponde solo al presidente determinar todo el contenido de la política exterior de la nación», pero asegura que no tratará las cláusulas al respecto como una limitación de su «discrecionalidad constitucional para articular los puntos de vista de EEUU ante organizaciones internacionales y Gobiernos extranjeros».
Los planes contra China y Rusia
El presupuesto prevé financiar los programas de defensa, tanto del Pentágono como de otros departamentos, como el programa nuclear supervisado por el Departamento de Energía. La ley prevé un aumento del 2,7 % en los salarios de las tropas, así como más compras de aviones y barcos de las planeadas por el Departamento de Defensa. Asimismo, incluye considerables gastos relacionados con Rusia y China.
Por una parte se prevé que cuatro mil millones de dólares se destinen a la Iniciativa Europea de Disuasión, ideada para contener las supuestas amenazas de Rusia en Europa, así como la concesión de 300 millones a los militares ucranianos y 150 millones a la cooperación militar en el Báltico.
En cuanto a contrarrestar a China, la Iniciativa Pacífica de Disuasión recibirá 7.100 millones de dólares. La ley también prohíbe al Pentágono usar productos supuestamente fabricados por mano de obra en la región china de Xinjiang y reafirma el apoyo del Congreso a la defensa de Taiwán.
El que aprobó el presupuesto militar es el mismo Congreso que no aprobará ni siquiera un aumento mínimo del salario mínimo, fijo desde 2009, el mismo que piensa que es demasiado caro incluir la cobertura dental o de la vista en Medicare, pero que siempre encuentra dinero para el ejército y los fabricantes de armas.
No hay dinero para cancelar la deuda estudiantil, y mientras el coronavirus aumenta, los demócratas afirman que no hay suficiente dinero para producir en masa pruebas gratuitas de coronavirus para todo el mundo o para licencias por enfermedad pagas.
Cuando se trata de salud, educación y otros gastos sociales que podrían beneficiar a la mayoría del pueblo, nunca hay suficiente dinero. Pero sobra para asesinar a la gente en el extranjero en nombre de la democracia made in USA, o al menos para plantear esa amenaza. Y esos recursos salen de los impuestos que el pueblo trabajador paga cada año, para beneficio de las corporaciones estadounidenses que lucran con la continua expansión del imperialismo militar.
Colombia, el aliado-gendarme en Sudamérica
El presupuesto incluye 122.100 millones de dólares para «entrenamiento, apoyo a instalaciones y apoyo a aliados y socios». Este es el tipo de «entrenamiento y apoyo» que Estados Unidos ha proporcionado para acabar con los movimientos progresistas e instituir golpes de Estado
La ley sancionada incluye alianzas con Colombia supuestamente para apoyar temas como la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, aunque los analistas señalan que serán destinadas a hostigar al gobierno venezolano. Los puntos concernientes a Colombia han generado debate entre los políticos estadounidenses, pero por fin se lograron consolidar las condiciones para desembolsar el dinero.
En las discusiones en el Congreso estaban en juego tres enmiendas presentadas por la legisladora demócrata Alexandra Ocasio Cortés, pero al final solo una fue tomada en cuenta, y parcialmente. La primera condición desechada buscaba restringir la destinación de recursos para la aspersión aérea con glifosato en Colombia y la segunda, pretendía restringir la capacitación y venta de equipos por parte de Estados Unidos al Escuadrón Móvil Antidisturbios de Colombia (Esmad).
La tercera y única enmienda que se tuvo en cuenta, está relacionada a la necesidad de que Colombia rinda cuentas a Estados Unidos acerca del panorama de violaciones de derechos humanos por parte de miembros de la fuerza pública. La propuesta inicial dictaba que se reportarían los alcances respecto a la defensa de los derechos humanos, pero el Senado estadounidense sólo pidió que se establezca cómo la cooperación entre EEUU y Colombia está garantizando y promoviendo los derechos humanos en el país.
Tan sólo dos semanas atrás, Biden invitó a Juan Guaido, el líder golpista venezolano, a la «Cumbre por la Democracia», dejando claro el tipo de «aliados y socios» a los que Estados Unidos entrenará y apoyará.
* Economista-jefe del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE). Otras notas del autor
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