Este verano hemos conmemorado el 40 aniversario de la edición en 1984 de ‘Born In The USA’, el álbum que catapultó definitivamente al “Boss” al éxito masivo. Personalmente, siempre me gustaron más ‘The River’ o ‘Darkness On The Edge Of Town’, pero lo cierto es que esté álbum marcó un antes y un después en su trayectoria y es un álbum emblemático de la década de los 80. Aquí tenéis su historia y la de su reedición…
‘Born in the USA’ el disco que nunca entendió Ronald Reagan
El séptimo álbum de estudio de Bruce Springsteen, ‘Born In The USA’, ha cumplido 40 años desde su edición en junio de 1984. Es el disco más vendido de toda la carrera del “Boss”, con quince millones de copias vendidas solamente en Estados Unidos y más de treinta millones en todo el mundo y por tanto, era en cierto modo inevitable que coincidiendo con este 40 aniversario, se lanzase una reedición especial para coleccionistas.
Esta reedición llegó ya a nuestro mercado y se compone, como es habitual, del disco original de 1984 remasterizado por Bob Ludwig, que ya hizo ese mismo trabajo para la edición original del álbum, más un vinilo de color rojo translúcido y una funda plegable tipo álbum que incluye un libreto exclusivo con material de archivo de la época, notas de portada recién escritas por el archivista y biógrafo de Springsteen, Erik Flannigan, junto a una litografía a cuatro colores y un libro con fotografías de alta calidad de la época y un breve ensayo informativo que incluye algunos detalles del proceso de grabación.
A medida que nos acercamos a otra elección estadounidense, con la clara perspectiva de que una figura radicalmente divisiva tome el control de la Casa Blanca, el álbum de Springsteen de 1984 conserva su vertiginosa relevancia, cultural, social e incluso política a ciertos niveles.
Breve resumen de la historia de este álbum: En el otoño de 1981, tras el éxito sin precedentesa todos los niveles que supuso ‘The River’ en la carrera de Bruce Springsteen, Paul Schrader solicitó al Boss que le compusiera música para un proyecto cinematográfico cuyo título en principio era ‘Born In The USA’ – años más tarde, en 1987, esta película se estrenó con el título de ‘Light of Day’- encargo que Springsteen aceptó. Inmerso en la elaboración de este trabajo, mientras estaba trabajando en una suerte de “song in progress” con el título provisional de “Vietnam”, releyendo el guion, retomó esta canción y la transformó, convirtiéndola en lo que después fue “Born In The USA”. La canción, con el nombre de trabajo de la película, ya estaba terminada durante las sesiones de grabación de ‘Nebraska’ y Springsteen quería meterla en el disco, al igual que deseaba con otras canciones que grabó entre enero y febrero de 1982, como “Cover Me” y “I’m on Fire”. Finalmente, no lo hizo.
En el verano de 1982, la banda sonora estaba prácticamente terminada, con la excepción de los temas que grabó en Nueva York en la primavera de 1983 en los Hit Factory Studios de Nueva York, “My Hometown”, “No Surrender” y “Bobby Jean”. Pero por razones que nunca se llegaron a conocer, el proyecto de película quedó congelado indefinidamente, con lo cual tanto Bruce Springsteen como Jon Landau coincidieron en que había que dar salida a ese material en cualquier caso. En septiembre de 1983, se tomó la decisión de que todas las grabaciones que estaban destinadas a ese proyecto serían la base del nuevo disco de estudio de Bruce Springsteen, que se llamaría precisamente así, ‘Born In The USA’ y para el cual se grabaría material adicional. Una de las canciones extra que se compusieron y grabaron para ese disco, casi al final ya de la grabación sería el mítico single “Dancing In The Dark”, una canción que Jon Landau le pidió para que tuviese un sencillo de gran éxito en radios y charts. A Springsteen no le gustó la idea y tuvo una dura discusión con Landau a raíz de su petición, pero acabó por componer “Dancing in the Dark” con una letra que reflejó su descontento y su cansancio por aquella larguísima grabación que nació en base a una idea que acabó por ser otra completamente diferente.
Una de las canciones que estuvieron a punto de quedar fuera de ‘Born In The U.S.A. fue “No Surrender”, que paradójicamente fue uno de los singles de más éxito del disco. Steve Van Zandt, guitarrista de la E Street Band, convenció a Springsteen de incluirla, según se dice, en el mejor escenario posible en estas condiciones: en la barra de un bar, descansando, relajándose y haciendo bromas tras una larguísima sesión de varias horas de grabación con unas cervezas.
Si se observa con un mínimo de objetividad la historia americana reciente, resulta como mínimo curioso comprobar cómo se reafirma aquel viejo axioma de que los pueblos que no tienen memoria sobre su historia están de una u otra manera condenada condenados a repetirla. En 1984, las grandilocuentes proclamaciones republicanas sobre la posibilidad de hacer que Estados Unidos volviera a ser grande por parte del candidato republicano a la presidencia impresionaron a pocos observadores objetivos, pero los fieles reeligieron sin embargo masivamente a Ronald Reagan, el apologista de la guerra, en las elecciones de noviembre de 1984. Incluso para muchos que estaban materialmente en mejor situación que los de la generación anterior, los niveles de satisfacción con la vida y en particular, con sus condiciones de trabajo habían disminuido considerablemente, como se observa en el riguroso y definitivo estudio de Robert Putnam, ‘Bowling Alone’, publicado en 2000. ¿Les suena si hablamos de Donald Trump?
Tal vez por lo tanto, no fue ninguna sorpresa que Reagan, en campaña en Nueva Jersey, sintió la necesidad de afirmar que “el propio Bruce Springsteen de Nueva Jersey” estaba expresando un gran orgullo por su país al cantar que había “nacido en los USA”. Claramente, el presidente ignoraba por completo la letra de la canción -una mordaz crítica a la intervención americana en Vietnam- , pero no fue ni el primero ni el último en no captar el verdadero significado del tema. Para aquellos de nosotros que ahora tenemos la edad suficiente para haber comprado el álbum por aquel entonces, verano de 1984, y que realmente prestamos atención a las letras, siempre ha quedado claro que la canción y el álbum representaban una continuación, más fuerte y más agresiva en lo musical ciertamente, pero filosóficamente similar a su ‘Nebraska’ de 1982, su predecesor inmediato.
Cuarenta años después del lanzamiento original de ‘Born in the U.S.A.’, su evolución desde ‘Nebraska’ y sus conexiones temáticas con ese disco merecen un mayor reconocimiento en 2024. Me permito recomendarles, para una mejor comprensión de esta progresión musical, el excelente relato en forma de libro de las circunstancias que rodearon a ‘Nebraska’ y su grabación en cinta de casete a través de una grabadora básica de cuatro pistas el libro ‘Deliver Me From Nowhere’ de Warren Zanes.
De alguna manera, lo que ofrece ‘Born in the U.S.A’. es la evolución de un tipo de sonido que es básicamente el que se escucha en ‘The River’ anexionado a la intensidad emocional del espíritu de ‘Nebraska’. Así se creó el potencial para ‘Born In The U.S.A’, un álbum que fue un éxito no deliberado de una banda que transmitió con una fuerza incontenible algunas de las composiciones más meditadas de Springsteen.
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