Carlos Santana. Paraíso en la tierra: “Abraxas”

Carlos Santana. Paraíso en la tierra: “Abraxas”

Mariano Muniesa*. LQS. Octubre 2020

Como en otros muchos casos, Santana pasó de ser casi un desconocido a convertirse en toda una estrella de rock tras su espectacular actuación en el festival de Woodstock de 1969

Este año de 2020, tan desgraciado y controvertido por la pandemia, marca el 50 aniversario, el medio siglo, de muchísimas efemérides que tuvieron lugar en el que sin duda es uno de los años más cruciales y determinantes de la historia y la evolución del rock: 1970.

Pues bien, de nuevo hemos de celebrar y recordar uno de esos discos gracias a los cuales la historia del rock es parte integrante y fundamental de la historia de la cultura contemporánea. Este álbum es el sensacional “Abraxas”, de uno de los guitarristas, compositores y creadores más innovadores, sensibles e inteligentes que ha dado nuestra música, el “chicano” Carlos Santana.

Quizá muchos de los lectores habituales recuerden como en junio del pasado año dediqué esta sección a su último trabajo de estudio, esa maravillosa obra de fusión, experimentación e investigación del rock con la música ancestral africana llamado “Afrika Speaks”. La genialidad de ese álbum, a mi juicio es consecuencia directa de la magia, la destreza, la imaginación y el virtuosismo que Santana desplegó en este sensacional disco que amalgamaba blues progresivo, ritmos afrocubanos y caribeños y proto-hard rock de forma tan innovadora como imaginativa e inspirada.

Como en otros muchos casos, Santana pasó de ser casi un desconocido a convertirse en toda una estrella de rock tras su espectacular actuación en el festival de Woodstock de 1969 –recuérdese para los menos veteranos, simplemente su memorable “Jingo”, inmortalizado para las cámaras de Michael Wadleigh en su película-documental sobre aquel evento- que disparó las ventas de su álbum debut, editado tan solo dos semanas después de su concierto en Woodstock. Por tanto, a la hora de encarar su segundo disco, el ‘Abraxas’ que hoy nos ocupa, todo lo tenía a su favor. Entró a la sala principal de grabación de los Wally Heider Studios de Los Ángeles el 17 de abril de 1970 y terminó y dejó listo el máster para entregárselo a los ejecutivos de Columbia Records aproximadamente dos semanas después, el 2 de mayo. Gregg Rollie en los teclados y en la voz principal, David Brown en bajo, Michael Shrieve en batería y José Áreas y Mike Carabello en la percusión fueron la banda que grabó junto a Carlos Santana en esas dos intensas semanas esta auténtica masterpiece.

La mayoría de ustedes seguramente ni se lo imaginan, pero los dos temas más conocidos y destacados del disco, “Black Magic Woman” y “Oye Como Va” son en realidad versiones de canciones de otros artistas. “Black Magic Woman” que alcanzó el número 4 en el Billboard Hot 100, fue originalmente una composición de Fleetwood Mac escrita por Peter Green. De hecho, en los años posteriores a su salida de Fleetwood Mac y tras su errática y controvertida vida, los derechos de autor de la versión de Santana de su canción fueron una de las mayores fuentes de ingresos continuos de Green. A su vez, “Oye Como Va” fue originalmente arreglada y grabada por el venerado compositor de jazz latino Tito Puente.

No obstante, en “Abraxas” encontramos una serie de composiciones verdaderamente geniales fruto del talento y la inspiración del propio Santana que explican el éxito comercial del álbum y su trascendencia posterior. “Samba Pa Ti” fue compuesta en la ciudad de Nueva York un domingo por la tarde”, recordó el propio Santana. “Abrí la ventana y vi a un hombre en la calle, un borracho que tenía un saxofón y una botella de licor en el bolsillo trasero de su abrigo. Y seguí mirándolo porque seguía luchando consigo mismo. No podía decidir cuál llevarse primero a la boca, el saxofón o la botella y de inmediato escuché una canción en mi interior… Escribí todo allí mismo, en aquella habitación de hotel”.

Siendo ya en ese momento una persona con convicciones y sentimientos muy espirituales, buscó inyectar una mayor profundidad de significado en la estética de este lanzamiento que la que hizo con su debut. El título del disco se deriva de una cita de la novela “Demian” de Herman Hesse, en la que dice: “Nos paramos frente a él y comenzamos a congelarnos por dentro por el esfuerzo. Cuestionamos la pintura, la reprendimos, le hicimos el amor, le rezamos : Lo llamábamos madre, lo llamábamos puta y guarra, lo llamábamos nuestra amada, lo llamábamos Abraxas …. “. La portada del disco, según explicó nuestro hombre. El cuadro original en el que se basó este diseño de portada era obra de un desconocido artista alemán, que realizó esta pintura en Mallorca en 1962.

“Abraxas” es un disco que resume, sintetiza y desarrolla todo lo que significa evolución y progresión en el rock; si “Singing Winds, Crying Beasts” es todo un experimento de fusión entre el blues progresivo, la psicodelia, la percusión latina y el jazz de vanguardia, “Incident At Neshabur” sigue esa línea, amalgamando la música latina con el rock clásico teñido de elementos orientales e hindúes, “Mother’s Daughter” no se sitúa lejos del incipiente hard rock que está naciendo en esos años y en “Hope You Feeling Better”, encontramos la canción en la que más y mejor podemos apreciar el virtuosismo de Carlos Santana como guitarrista, con unos solos espectaculares dentro de un tema que recuerda tanto a Vanilla Fudge como a los más primigenios Deep Purple, amén de la obra maestra de brillantez, sentimiento y sensibilidad que es la maravillosa balada instrumental “Samba Pa Ti”.

Es uno de esos álbumes cuya escucha ofrece un retrato objetivo, preciso y coral del espíritu de cambio, evolución y al mismo tiempo ruptura que el rock vivía en ese año, repito, crucial de 1970. Un momento en el que la creatividad y la libre expresión no estaba condicionada ni por las compañías discográficas, ni por la prensa musical, ni por lo managers ni promotores; todo lo contrario, el anhelo de innovar, de romper moldes, de demostrar que el rock era un lenguaje, un vehículo en el cual era posible desarrollar ideas revolucionarias musicalmente hablando, era lo que se buscaba y se valoraba tanto por el público como por la industria. Desgraciadamente, pocos años después, todo cambiaría…

“Abraxas” fue un gran éxito comercial, alcanzando el número 1 en el Billboard 200 en los Estados Unidos y con los años llegó a ser cinco veces disco de platino. 50 años después de su puesta a la venta el 23 de septiembre de 1970, volver a escucharlo es todo un viaje musical al paraíso.

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* Nota original del diario “La Región”

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