Collages. La mano negrera
Por Nònimo Lustre. LQSomos.
Diagrama de Jean Belot, ca. 1649 -publicado en Historia de la magia, finales del s. XIX. En dos esquinas, dos negreros no-ferozmente-enfrentados, uno independentista proto-gringo y otro, banquero británico. Arriba, rincón drcho., Henry Laurens en 1782, retratado por John Singleton Coplay; en el Smithsonian Institute, Washington. Abajo, rincón izqdo., Humphrey Maurice, gobernador del Banco de Inglaterra y principal negrero en el Londres del siglo XVIII (marfil tallado por Le Marchand)
En general, herramientas de tortura: arriba centro, grilletes utilizados para trabar las piernas de los esclavos. Arriba, izqda., empulguera para destrozar los dedos pulgares de los esclavos rebeldes. Abajo, centro: para el cuello del esclavo, collar con púas metálicas interiores. Abajo, rincón drcho., hierro de marcar. Calentado al rojo, marcaba indeleblemente la piel del esclavo negro con la divisa de su propietario.
Antecedentes y consecuentes. Se calcula que, entre 1519 y 1867, unos 12 millones de africanos fueron llevados a América: 38,5% al Brasil, 28,1% a la América Británica (incluyendo 6,45% a la Norteamérica británica, i.e. EEUU), 17,5% a las colonias españolas y el 15,9% restante a las Américas francesa, danesa y holandesa. Huelga añadir (o quizá no huelgue) que sufrieron una violencia constante: asesinatos, azotes, marcas, violaciones, encadenamientos, mutilación de apéndices, negación de alimentos, agua, sueño y albergue., etc. Y, lógicamente, se sublevaron: Entre 1699 y 1850 la lista de embarques del Lloyds de Londres reportó más de 150 intentos de motines de esclavos. Por ejemplo, en 1522 se registró una rebelión de esclavos en la isla de La Española (hoy, República Dominicana y Haití); y, en 1537, se registró otra revuelta en Nueva España (México). En la América del Norte británica, las rebeliones más importantes, fueron las de Stono (Carolina del Sur, 1739) y la propia Revolución americana por la Independencia (1775-1783) Sin olvidar a los que se refugiaron en palenques (quilombos y maroons como el Quilombo dos Palmares, nordeste de Brasil, s. XVII, 30.000 cimarrones comandados por Ganga Zumba) o el más pequeño de San Basilio (norte de Colombia)
Hacia el año de 1700, África Occidental y Centro–Occidental contaban con una población de unos veinticinco millones de personas que vivían en sociedades tributarias, ordenadas por parentescos desde Senegambia hasta Angola. A mediados del s. XVIII, las plantaciones del Caribe y de Virginia se nutrían de esclavos de todos los orígenes -irlandeses, ingleses, gitanos y, mayoritariamente africanos. La rentabilidad del comercio de esclavos alcanzó la astronómica cifra del 1.700 por ciento. Hasta los piratas europeos se hicieron negreros [como el galés Bartholomew Roberts, retratado en A general history of the pyrates (Johnson ed., 1724) que se enroló como segundo oficial en el Princess que zarpó de Londres a Sierra Leona en 1719 y que aterrorizó a la costa africana provocando pánico en los comerciantes porque aplicaba el método de la “dispensación de justicia” un ritual de sangre y violencia que asestaba a capitanes y tripulaciones enteras] O tremendismo como el del hombre desconocido que subió al barco esclavista Brooks a fines de 1783 con su esposa y sus dos hijas con el síntoma de una “aletargada insensibilidad”, quien con sus propias manos se abrió la yugular y se negó a ingerir alimento hasta su muerte (Rediker)
Item más, George Washington (1732-99), Héroe en la lucha por la libertad de las Trece Colonias contra Gran Bretaña… fue un negrero compulsivo que poseía más de cien esclavos. Como Presidente y quién sabe si por inercia de las atrocidades que perpetró en sus fincas, fue un sátrapa que, en 1794, aplastó por las armas la rebelión de los campesinos de Pensilvania, opuestos a pagar un impuesto sobre el whisky. Y una curiosidad de actualidad: C. Gadsden (1724 –1805), anti-esclavista (¿) pero dueño de esclavos que jamás liberó a ninguno, hoy famoso por haber inventado el pendón Don’t Tread on Me que usa el ultra-neo-liberal facherío gringo, fue ‘vice-gobernador’ de South Carolina en 1778 sustituyendo interinamente al H. Laurens que figura en la esquina superior drcha. de este collage.
La abolición de la esclavitud se dilató durante casi un siglo: desde Haití 1804 hasta, finalmente, Brasil 1888. Y sufrió numerosos altibajos. Por ejemplo, Napoleón Bonaparte la restauró en 1802. O fue abolida con lagunas y reservas -en los EEUU, no fue ilegalizada hasta la Guerra Civil (1861-1865) aunque también podríamos asegurar que, todavía hoy, no ha sido totalmente abolida. Item más, en la colonia española de Cuba, no se semi-proscribió hasta 1886, sólo seis años antes de su guerra de Independencia.
Síguenos en redes sociales… Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Diaspora*: lqsomos@wk3.org Telegram: LoQueSomosWeb Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos