Colombia: la verdad se abre camino lentamente, pero avanza
Por Pedro Santana Rodríguez*.
Las confesiones de Mancuso y otros jefes paramilitares ante la Jurisdicción Especial de Paz, JEP, llevaron a la ubicación por parte de la Unidad de Búsqueda de personas desaparecidas, UBPD, de hornos crematorios utilizados por los paramilitares en la vereda Juan Frio del municipio de Villa del Rosario en el Norte de Santander cerca a la frontera con Venezuela, utilizados para cremar a las víctimas que pasaron a engrosar la larga lista de los desaparecidos que desde el año de 1980 superan los 100 mil, en una verdadera orgía de sangre que sale a la luz pública ahora con la ubicación de estos macabros sitios utilizados para desaparecer a las víctimas…
A la usanza de los nazis y su campo de exterminio y trabajos forzados de Auschwitz. El horror ligado al degradado conflicto armado colombiano no ha tenido límites. Solo que ahora sale como resultado del trabajo denodado de la JEP y de la UBPD, por brindar justicia a las víctimas.
Al mismo tiempo el general ® Henry Torres Escalante aceptó su responsabilidad en las ejecuciones extrajudiciales en el departamento del Casanare ante la JEP y las víctimas, señaló que “Asumo con vergüenza el título de máximo responsable”. Torres Escalante era el comandante de la Brigada XVI del Ejercito cuando ocurrieron al menos 196 casos de ejecuciones extrajudiciales. En su confesión ante la JEP y las víctimas reconoció que impartió órdenes para presentar a personas ajenas al conflicto armado como guerrilleros abatidos en combate. Asegura que recibió presiones del general ® Mario Montoya entonces comandante General del Ejército para presentar resultados operacionales. Así entonces. los eufemísticamente llamados falsos positivos, que no fueron otra cosa que asesinatos premeditados y planificados de civiles, ajenos a la confrontación armada, para presentarlos como guerrilleros dados de baja en supuestos combates, se vienen clarificando en la JEP y este es el cuarto caso en que militares de alta graduación y mando, reconocen su responsabilidad en esas ejecuciones extrajudiciales. Antes lo habían hecho en el Norte de Santander, en el Cesar y en Antioquia. Recordemos que la JEP ha señalado que entre el año los años 2002 y 2008, en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se habrían presentado al menos 6402 casos de ejecuciones extrajudiciales.
Por supuesto y pese al carácter secundario con el que informan los grandes medios de comunicación sobre estos hechos y a raíz de una columna de Rodrigo Uprimny en que se señala la responsabilidad moral y política del entonces presidente Álvaro Uribe y de su eventual responsabilidad penal por ser él el comandante General de las Fuerzas Armadas en el momento en que ocurrieron todos estos hechos, el debate vuelve a escalar y el negacionismo cínico de Uribe se vuelve a repetir. Según su cínica respuesta no se enteró de estos hechos y cuando lo advirtió al lado de su entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos, retiro del servicio a una decena de generales, eso mostraría que actuó correctamente, además agrega que los militares que están confesando y reconociendo su responsabilidad sobre estos crímenes de lesa humanidad lo hacen para obtener beneficios judiciales. Esta narrativa no la creen sino los grandes medios de comunicación y los uribistas recalcitrantes, hoy en día tanto la comunidad internacional, así como militares retirados, un buen sector de empresarios, organizaciones sociales, religiosas, y ciudadanía en general responsabilizan a Uribe de estos hechos y a su política mal llamada de Seguridad Democrática de ser los últimos responsables de este verdadero genocidio que es un delito de lesa humanidad. Hay que anotar que desde el año 2002 diversos organismos nacionales e internacionales advirtieron sobre estos crímenes.
Las tensiones seguirán pues cada vez serán más casos esclarecidos por el trabajo de la JEP y del sistema integral de Justicia para la paz y cada vez serán más los militares, así como las confesiones de la guerrilla y ahora de los terceros responsables civiles cuando la JEP los acepte, me refiero a los excomandantes paramilitares que han pedido su ingreso como Mancuso y Macaco. El esclarecimiento de estos crímenes seguirá avanzando de esto no me cabe la menor duda y los máximos responsables algún día serán juzgados.
* Pedro Santana Rodríguez es Director de la Revista Sur
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