Colombia ¡Los “falsos positivos” se elevarían ya a 6.400!
Javier Sáenz Munilla*. LQS. Junio 2021
El gran drama es el de los desaparecidos
El régimen narcoterrorista de Colombia sigue adelante con su genocidio planificado. Matando y matando. Y las matanzas son más atroces allí donde el pueblo resiste con mayor bravura. El bravo pueblo colombiano.
Y hoy, el gran drama, junto a los muertos ya cuantificados, que aumentan cada día, es el de los desaparecidos. Esta gigantesca violación , que según todas las organizaciones de Derechos Humanos y movimientos sociales, alcanzan no menos de 500 personas, aunque el gobierno falaz lo sitúe en menos de 100. Y se queda tan ancho. 100 desaparecidos no más, parece decir, De qué se quejan. Asesinos.
El Canal 2 de Cali, que está jugando un papel excepcional, frente a la mendaz y ocultadora información de los grandes medios, vuelve a descubrir un lugar de tortura y exterminio. Y su pertinaz reportero, logra que un asustado agente, le reconozca que ahí, en un almacén, bodega le dicen en Colombia, se hacinan detenidos -dice- “alrededor de 427 jóvenes, más o menos”.
Y qué decir del caso de Daniel Stiven, un niño de 16 años. Su hermana dice que lo vieron cuando la detuvieron y subieron a una tanqueta de la ESMAD, y luego apareció incinerado.
Los testimonios indican que muchos jóvenes, que durante el día participan en lo que llaman “primera línea” de las protestas, y que protegen con sus escudos artesanales a los manifestantes cuando la fuerza pública o los paramilitares empiezan a disparar, esos muchachos, por la noche, no puden volver a sus domicilios y duermen, resguardados, en lugares habituales de los sin hogar. Escondites que la policía tiene localizados y donde, estos días, acuden civiles armados a exterminar a esos muchachos. Esos son los desaparecidos que, comienza a engrosar las filas de los llamados “falsos positivos”.
La gran preocupación ahora son, precisamente, esos falsos positivos. Hasta ahora el régimen ha admitido que, en los tiempos del anterior Presidente, Álvaro Uribe, fueron exterminadas por este método -detener a jóvenes, asesinarlos, vestirlos de guerrilleros y darlos como bajas en combate, con lo que los militares cobraban recompensas- unas 2.200 personas. Hoy se dan ya cifras escalofriantes, así no lo reconozca el gobierno falaz: 6.400 falsos positivos. ¡Seis mil ejecutados extrajudiciales!
Muchos familiares de desaparecidos prefieren no denunciarlo, por temor a correr la misma suerte. Lo cuenta un gran y valiente periodista colombiano, Daniel Coronell, en la web “Los Danieles”, que comparte con Daniel Samper. ” Coronell relata que ha hablado estos días con familiares de cuatro desaparecidos, tres de ellos detenidos en las protestas y ninguno aparece en las listas de detenidos. Ninguno desea que se conozca sus nombres, porque dicen que eso no ayuda a encontrarlos y pone en la mira a padres, hermanos y allegados. “Uno de ellos me dijo-relata Coronell- que intentó poner una denuncia y le dieron a entender que, en ago debía andar su ser querido si le pasó eso”. El silencio de las familias contribuye a la impunidad. Coronell denuncia que la Fiscalía contribuye a ocultar las desapariciones y anima a desistir a los familiares que pretenden denunciarlo. Y recuerda que la policía es un cuerpo civil sin facultades punitivas, que debe poner a los detenidos en manos de los jueces.
Pero las órdenes del régimen criminal que impera en Colombia, van en sentido opuesto a las leyes. El genocidio vuelve a ser la respuesta del “establecimiento” a los deseos de cambio que el pueblo expresa con valor desde hace ya más de un mes, a pesar de la feroz y criminal represión.
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-Ilustración de cabecera de Nat Jara Lenis: “La gente de bien…”
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Periodista y analista internacional. Miembro del Colectivo LoQueSomos. En Twitter: @pepitorias
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