Colombia. Negociaciones de paz con el ELN: los recurrentes impases
Por Pedro Santana Rodríguez*.
Un nuevo impase se presentó en el inestable proceso de negociaciones abierto desde el pasado mes de noviembre en Caracas, entre el gobierno nacional encabezado por el presidente Gustavo Petro y la insurgencia del Ejército de Liberación Nacional, ELN. No será este con toda seguridad el último impase. De eso no nos cabe la menor duda
En esta ocasión la cuerda se tensó por las declaraciones del presidente Gustavo Petro el día viernes 12 de mayo después de una reunión con los altos mandos de las Fuerzas Armadas. En esencia Petro planteo dos interrogantes al ELN, el primero sus nexos con los cultivos de coca y con el narcotráfico y las economías ilegales, y el segundo, puso en duda que los negociadores en representación de la guerrilla realmente representen y tengan mando efectivo sobre los diversos frentes de guerra del ELN. Dijo textualmente “¿Mandan? Ahí cada uno de nosotros tiene muchos interrogantes. ¿Realmente mandan? O el ELN de hoy, Antonio García le llama la nueva generación, tiene otra lógica, que es la de ellos. Ellos tratan de acomodarse, pero la otra lógica parece ser muy diferente. Los frentes son autónomos, son federales. Giran todos alrededor de la economía ilícita, poco tienen que ver con el padre Camilo Torres. Tienen la misma bandera eso sí. Pero su razón de ser es la economía ilícita”.
La respuesta del ELN no se hizo esperar señalando que con estas afirmaciones Petro había puesto en duda la naturaleza política del ELN y que esto debería ser aclarado de inmediato por el propio presidente y por sus delegados en la Mesa de Negociaciones. Los días siguientes se mantuvo la tensión hasta el miércoles 17 de mayo en que las dos delegaciones publicaron una declaración conjunta anunciando que el nuevo impase había sido superado. En síntesis, la declaración conjunta suscrita por ambas delegaciones señala que se retoman las sesiones ordinarias, se articularán los acuerdos ya suscritos en la ronda realizada en México y en Caracas con las visiones y propuestas aportadas por el Presidente de la República. Se reafirma el carácter político de esta mesa de diálogos, sus acuerdos y del ELN como organización armada rebelde. Reiteran el compromiso de lograr en este ciclo los acuerdos de cese al fuego bilateral y nacional, participación de la sociedad en la construcción de la paz, y acciones y dinámicas humanitarias.
Ratifican así mismo la decisión de permanecer en la mesa hasta lograr un acuerdo de Paz con las transformaciones que necesita el país. Además de agradecer a la República de Cuba por ser la sede de este ciclo de negociaciones solicitan que los Estados Unidos retiren a Cuba de la lista de Estados que favorecen al terrorismo por haber sido la sede de los diálogos de Paz y haberse opuesto a la entrega de los negociadores que permanecieron en Cuba durante el mandato de Iván Duque en que se rompieron esas negociaciones.
Sobre estos hechos cabe una reflexión. En primer término, lo planteado por el presidente Gustavo Petro no está lejos de la realidad. Declaraciones de varios frentes de guerra del ELN como los frentes Occidental que opera en el Chocó y en la región del pacífico colombiano como del frente Oriental que opera en la región del Catatumbo, llevan a pensar si realmente la delegación del ELN que esta en la Mesa de Negociaciones tiene control y mando sobre todos los frentes del ELN. Sabemos que las estructuras del ELN distan mucho de una relación jerárquica y esto ha sido siempre un obstáculo para avanzar en las negociaciones con el ELN no de ahora sino en todos los procesos que se han adelantado con esta guerrilla. Es un hecho innegable, que lo sea nuevamente ahora en esta negociación será el ELN quien tiene que demostrarlo en los hechos y no simplemente en las declaraciones de sus delegados en la Mesa de Negociaciones. El segundo hecho es una realidad. Existen abundantes pruebas que muestran los vínculos del ELN con las economías ilegales tanto en relación con los cultivos de uso ilícito como con la minería ilegal y la extorsión a las multinacionales ligadas a la explotación del petróleo en aquellas regiones que tienen una presencia creciente del ELN como en Arauca y en el oriente del país. De modo que razones de peso asisten al presidente de la República, Gustavo Petro para plantear estos interrogantes.
Ahora bien, la segunda reflexión es si es oportuno y necesario que estas afirmaciones las haga el Presidente en público y al término de una reunión con los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Me parece que no son prudentes ni necesarias pues generan crisis recurrentes en el proceso de las negociaciones que son complejas por la naturaleza y por las estructuras que tiene el ELN. Estos interrogantes deben ser planteados en la Mesa de Negociaciones por los delegados del gobierno y quien debe aclararlos y comprometerse en el cumplimiento de los Acuerdos que se vayan logrando es el ELN y su delegación en dicha Mesa. Quizás el presidente Petro quiere apurar que se avance efectivamente en el proceso de negociaciones buscando acuerdos humanitarios y el cese al fuego bilateral para aliviar la crisis humanitaria que padecen las comunidades azotadas por el conflicto armado, pero ello no da pie para afirmar que estas declaraciones sean necesarias y menos cuando provienen del propio Presidente de la República.
Superado el impase ahora toca esperar que la Mesa de Negociaciones avance en los dos puntos centrales que están en su agenda en este ciclo el del cese al fuego bilateral y la participación de la sociedad civil en este proceso. Ya veremos si al final de este ciclo se logra avanzar en estos dos puntos que son cruciales en esta negociación.
* Pedro Santana Rodríguez es Director de la Revista Sur
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