Comandante Ernesto Rojas ¡Un recuerdo vivo!
Por Efraín Viveros*
“Lucharemos y trabajaremos porque en Colombia
realmente se establezca la paz y la democracia”
Jairo Calvo Ocampo
El pasado 15 de febrero se conmemoro el asesinato (15 de febrero de 1987), estando fuera de combate y en estado de indefensión, a manos de fuerzas policiales comandadas por el general y ex vicepresidente, Oscar Naranjo, del comandante del Ejército Popular de Liberación (EPL), Ernesto Rojas (Jairo de Jesús Calvo Ocampo). Fue luchador respetado por la insurgencia y la izquierda revolucionaria, y los marxistas-leninistas del mundo.
Capacidad política, liderazgo militar, firmeza de principios y habilidad táctica fueron rasgos de su personalidad revolucionaria.
Con Óscar William Calvo, como vocero público del Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) firmaron los Acuerdos de Cese al Fuego y Diálogo Nacional con el gobierno de Belisario Betancur (1984) y en nombre de su partido propusieron convocar una Asamblea Nacional Constituyente para conquistar una apertura democrática, cuyo contenido y esencia no se logra con la Constituyente del 1991.
Oscar William fue asesinado en Bogotá en noviembre de 1985 como expresión de la violación de los acuerdos que firmó con Betancur.
Honor y Gloria a los inolvidables revolucionarios, a los hermanos Calvo Ocampo.
Memorias de un compañero de sus luchas.
Más artículos del autor
Colombia – LoQueSomos
Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;
Le entrevisté para tve en la sede del pceml en Madrid. Eran los tiempos de la tregua y las negociaciones de paz con el gobierno de Belisario Betancurt
Volvió a Colombia y lo asesinaron. Igual que a su hermano Óscar William, portavoz político del pceml en esos diálogos. Belisario, tan blanqueado por la prensa hispana, sobre todo por el País y Prisa que lo hizo representante de Santillana, fue el culpable de esos y otros crímenes, como el asalto al Palacio de Justicia tomado por el m-19. No hay presidente de Colombia anterior a Petro, que no tenga las manos manchadas de sangre y las arcas bien llenas de plata