Coronavirus: Se agrava la situación en las prisiones
Ana Vargas*. LQS. Febrero 2020
Si ya eran insoportables las condiciones que sufrían l@s pres@s antes de este nuevo golpe de estado del capitalismo, nos podemos hacer una idea de lo que les espera a partir de ahora
La pandemia encubre la arbitrariedad y el maltrato
Enumeraba el ministro de Interior en su comparecencia del 15 de marzo las nuevas medidas restrictivas que se están aplicando en todas las prisiones del país, a raíz de la entrada en vigor del estado de alarma. En definitiva, quedan suspendidas las salidas, permisos, traslados, visitas, tanto los vis a vis como las que se hacen por locutorio. Para contrarrestar esta vulneración de derechos, se han ampliado el número de llamadas a las que el pres@ tiene derecho, que pasarían de 10 a 15.
Lo que no dice el señor ministro es que cada vez es más difícil llamar por teléfono desde la cárcel. Se está implantando en algunos Centros Penitenciarios un sistema que consiste en hacer desaparecer las tarjetas telefónicas que se vendían en el economato y que se podían prestar a aquell@s compañer@s que no cuentan con ingresos.
Ahora, la nueva empresa que lleva este negocio, Telio, personaliza las llamadas a través del NIS del preso, imposibilitando ese acto de solidaridad con l@s más necesitados.
Lo que no dice tampoco es que en otras cárceles suben descaradamente las tarifas, con idéntico resultado, de modo que solo un@s poc@s podrán “disfrutar” de las gracias que concede el gobierno. Si ya eran insoportables las condiciones que sufrían l@s pres@s antes de este nuevo golpe de estado del capitalismo, nos podemos hacer una idea de lo que les espera a partir de ahora.
Trata el señor Marlaska de trasmitir tranquilidad, “nada sucede en las prisiones, incluso l@s intern@s colaboran de buen grado” con sus verdugos.
Será por esto que unos cien presos se han puesto en huelga de hambre en Brians. Claro que estas cosas nunca salen en los medios, solo cuando se produzcan motines, se destrocen o quemen las instalaciones, las cárceles serán noticia. Entonces presos y presas volverán a ser tachad@s de escoria y l@s ciudadan@s de bien tendrán un motivo más para odiarlos.
P.D: Recordar la situación de David García Concha, trasladado en plena crisis de coronavirus, de la prisión de Murcia 2 a la de Archidona ( Málaga) con un aislamiento más duro (estaba en 91.2 y le han aplicado control directo) sin ninguna explicación. Rompieron su tele y le falta ropa. Está solo en la galería y necesitaría la visita de un abogado, aunque nadie en estas circunstancias podrá prestarle asistencia, nadie entra y nadie sale de la cárcel en estos días.
Triste sí que el aislamiento reviente cualquier expresión de solidaridad. Muy triste y preocupante este estado de excepción encubierto.
* Activista por la irrupción de la Justicia en las colonias penitenciarias
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