De cantautores, deportaciones y fronteras agrícolas

De cantautores, deportaciones y fronteras agrícolas

Fronteras agrícolas

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

Quinta entrega de una serie de 5 estampas (Magnos eventos del pasado) que parten de un prejuicio muy extendido -“la Historia, esa maestra que siempre se equivoca”- para socavarlo demostrando con hechos que la equivocan los historiadores fachas, equidistantes, tibios y otros enchufados temerosos de dios

Quinta y última entrega de la serie Magnos eventos del Pasado -será continuada por sendas dos series con quintetos sobre el Presente y el Futuro. En esta sobre el Pasado, hemos revisado las figuras de Jules Verne, Gaudí, Daumier y los Papas. Hoy, lo hacemos con Woody Guthrie como artista invitado en una tragicomedia que –por su edad- conoció vagamente pero cuyos perversos promotores le persiguieron toda la vida.

Woody Guthrie

Nuestra reacción automática al contemplar una imagen de los errantes pobretones que sufrieron la destrucción de las Grandes Llanuras es recordar al artista que les cantó denunciando su marginación: W. Guthrie (WG, 1912-1967) Fue un auténtico okie pues nació en Okemah, Oklahoma. Era un músico multitudinario, siempre fraterno con las causas populares –la guerra española entre ellas. Su influencia político-cultural es bastante conocida aunque nunca se le escuchará suficientemente. Luminarias como Bob Dylan, Pete Seeger y Bruce Springsteen están orgullosas de sus enseñanzas. Para no duplicar exégesis ya trabajadas, hoy nos limitaremos a citar un episodio en el que chocó con un miserable casero de apellido inconfundible:

Fred Trump (hijo de Friedrich Drumpf, fundador de la dinastía, proxeneta y miembro del Ku Klux Klan), padre del exPOTUS Donald Trump (no menos racista, fullero y putero que sus dos antepasados), murió en 1999 después de explotar miserablemente a cientos de inquilinos que penaban en sus miles de propiedades inmobiliarias. Entre ellos, WG. Harto de su insoportable casero, el gran artista le atizó con una canción: Beach Haven Ain’t My Home (aka. Old Man Trump) donde canta: “I suppose that Old Man Trump knows just how much racial hate / He stirred up in that bloodpot of human hearts / When he drawed that color line / Here at his Beach Haven family project” -Beach Haven, Brooklyn, NYC, era un barrio donde Fred expulsó a los inquilinos negros (cf. A.P., Inquilinos y caseros, 18.XII.2019)

La destrucción de las Grandes Llanuras

Cuando una llanura herbácea se degrada y hasta desaparece, la sabiduría convencional encuentra automáticamente a los culpables: plagas de langostas y conejos. En el caso de los EEUU, a pesar de que es un episodio retratado mil veces, se olvida el exterminio de los bisontes. Pareciera que no es de recibo admitir que fue una acción que contó con el vº bº y la ayuda del gobierno USA –explicitado por el general Sherman. Nadie oculta que el motivo de este delito mayor fue perpetrar un genocidio contra los pueblos indígenas que se sustentaban en ese bóvido. Pero, aun así, en las imágenes que se popularizan, todavía predominan los caelíferos (ortópteros saltarines) y los lepóridos (conejos) (mas info, en cf. infra)

Las “reservas indias”

Los EEUU se anexionaron Oklahoma en 1803. Es decir, invadieron los territories entonces habitados por los indígenas Wichita, Plains Apaches de las Llanuras, Quapaw y Caddo. Casi al mismo tiempo, multitud de naciones indígenas que sufrían la amenaza de la US Army, emigraron o fueron deportadas a ese Estado, el más pobre de los entonces dominados por Washington; fueron los Osage, Pawnee, Kiowa, Comanche, Cheyenne, Arapaho y, en menor cantidad, los Delaware, Shawnee, Kickapoo, Chickasaw y Choctaw. Pero el expolio de aquellos pueblos amerindios se aceleró en 1830 tras la promulgación de la infame Indian Removal Act, una (digamos) ley que deportaba hacia el Oeste a los indígenas que moraban en el Este. Hasta el año 1862, estas expatriaciones masivas fueron habituales. Por ello, la actual localización en los EEUU de los núcleos amerindios no coincide con sus asentamientos pre-Invasión. Pero hay una regla general que apenas tiene excepciones: los ‘indios’ fueron llevados hacia las regiones más inhóspitas y/o a aquellas cuyo medio ambiente estuviera lo más alejado posible del medio sobre el que se habían articulado sus antiguas culturas. Esos campos de concentración –a menudo indistinguibles de los campos de exterminio- fueron llamados reservations –Gerónimo y sus Chiricahuas fueron los últimos en ‘recibir’ el regalo envenenado de una reservation. Hoy, en Oklahoma, sólo resisten las naciones de los Caddo, Osage y Wichita –aunque hay remanentes de otras cinco naciones.

Dust bowl (DB)

Entre 1932 y 1939, el “cuenco de polvo” se extendió por las Grandes Llanuras. Oklahoma se vió especialmente afectada por una catástrofe que se atribuyó oficialmente a la sequía –los plumíferos franquistas achacaban los males de su España a la “pertinaz sequía”. Pero esta calamidad seca no era ninguna bruja, era simplemente una falsa culpable que sirvió al Poder de los USA para ocultar otra causa mucho más grave, más antigua y más duradera: un suicida-ecocida manejo del suelo que, sin humedad, ‘producía’ compactas tormentas de polvo y arena. Unida a los coletazos de los diez años de Gran Depresión (1929-1939), la destrucción de los suelos de las Great Plains, provocó el mayor desplazamiento de población habido en la historia de EEUU –si sólo contamos el corto plazo. Para esa nueva enciclopedia británica que es la wikipedia, “Tres millones de habitantes dejaron sus granjas durante la década de 1930, y más de medio millón emigró a otros estados, especialmente hacia el oeste. Diversas fuentes calculan 5 millones de muertos a causa de la hambruna”. Sabiduría popular: te alabamos pero nos fiamos de ti lo mismo que de la afamadísima British Encyclopaedia –nada, cero.

Generalmente, se endilga la Depresión mundial que comenzó en 1929 al deterioro de las acciones cotizadas en las Bolsas. Pero, realmente y en puridad, estos templos de la especulación capitalista son un circuito en el que, lo que pierde uno lo gana otro. Hasta podríamos decir que son unos vasos de agua (pútrida) donde, a veces, hay tormentas secas –admiradas por monetaristas como el hiper-neoliberal Milton Friedman. Sea como fuere, son un síntoma de la inestabilidad psíquica de los accionistas y de los agentes de Bolsa, no una causa de ninguna Depresión. Es más probable que la hecatombe estuviera anclada en la caída de la mercancía de consumo inmediato causada por los ‘progresos’ en unas modernas técnicas de fabricación que habían logrado un dudoso éxito: la sobre-producción. Este exceso de habilidades fabriles se detecta por una ostentosa paradoja: hay menos dinero circulante y, consecuentemente, menor consumo doméstico, incluido el de supervivencia. Naturalmente, sería un problemilla que se resolvería si la sociedad fuera igualitaria… pero es un problemón que se enquista y se dispara en razón directa a la persistencia de la desigualdad.

Puestos a disparar por elevación –léase, mintiendo sobre los proyectos gubernamentales-, del DB se ha dicho que fue debido a la conjunción de fenómenos periódicos tan conocidos como El Niño y la Niña que suele acompañar a la Oscilación Meridional, ENSO. Pero es más cierto que estos fenómenos, por ser regulares y predecibles, no suelen causar los enormes destrozos que causó la supresión dentro del ecosistema original de las gramíneas resistentes a la sequía. Al avanzar la frontera agrícola por el expeditivo método de eliminar los bisontes y, de paso, a los pueblos indígenas, los pastizales fueron reemplazados por un tipo de trigo no especialmente resistente a la aridez. Resumiendo: el axioma productivista de que “la lluvia sigue al arado” quizá sea beneficioso en otros biotopos pero, en la Oklahoma que hoy nos preocupa, con unas tierras duras y arcillosas, fue francamente calamitoso.

Esquina superior izqda.: un páramo seco.
Arriba, a la drcha., una minúscula negra vestida de rojo ofrece comida.
Abajo, la rueda del viejo auto tiene aspiraciones astronómicas, quizá como sus tripulantes.
Pero hay víctimas entre los migrantes –ver abajo, al centro.

Y tenemos más … ‘Top collages’:
. Magnos eventos del pasado: 5 estampas
. Segunda parte: Diez estampas femíneas en sus collages
· Primera parte: Diez estampas femíneas en sus collages
· Otra serie de collages sobre la reproducción animal y humana

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