Día 13: Kuaderno de bitákora
Tania Pasca Parrilla. LQS. Abril 2020
Ilustraciones de J. Kalvellido
El diario de una AUXILIAR en un Hospital Públiko bajo la PANDEMIA del KOVI-19… (Y los rekortes)
Kuaderno de bitákora: Día 13. Jueves 2
Después de tantos días nadie se acostumbra a pasar calor, falta de aire y de visibilidad con los EPIs, con los EPI-bolsa de basura, y con todo tipo de improvisadas protecciones. Lo que sí hemos hecho es perder el sentido del ridículo y ganado (en casi todas las circunstancias) el sentido de trabajo en equipo entre diversas categorías. El Covid está consiguiendo que pongamos en alza el valor de todas las profesiones. De arriba abajo y de abajo arriba, organizándonos entre nosotras mismas por propia voluntad, sin respaldo gerencial ni institucional. Todas somos necesarias, y que no falte nadie; los positivos entre compañeras sigue aumentando. Sí, el bicho se me va acercando (la joven auxi con quien compartí sala de estar ayer, también ha dado positivo).
Hemos avanzado en cuanto a la sistematización del modus operandi de abordar la jornada, pero a costa del sobreesfuerzo del personal de limpieza, cocina o Tcaes… Quiero recordar que los trajes EPI se están reciclando para ser usados una segunda vez. Entiendo que nadie esperaba que el 100% de l@s trabajador@s de la sanidad tuvieran que usar uno de estos equipos todos los días y varias veces por turno, pero no estoy segura de que la Comunidad de Madrid esté poniendo en primer lugar el interés general por encima del particular…
Hoy quiero dar protagonismo a Celia, que lucha por su vida enchufada a un respirador Bipap. Con ella voy muy despacio, aunque me tiemblen las piernas, y a la vez muy rápido para que no le falte el aire ni un segundo, porque si yo me siento asfixiada bajo el EPI, más lo está ella con el Covid. Otra persona que me ha enternecido es José, que tiene algún tipo de enfermedad mental y que con paciencia pasa allí los días con la cordura que nos va faltando al resto.
Y por último, Julia, que es nuestra pinche de cocina y cuyo colectivo también ha sufrido numerosas bajas a las que hay que sumar la ya escasez de profesionales. El servicio de Cocina es otro gran olvidado en esta guerra. Me consta que en el segundo sótano del hospital, que es donde está, se están deslomando cada jornada con personal nuevo y desentrenado, para cumplir eficazmente con la entrega de dietas para tantísimo enfermo, servidas en material desechable.
Reflexión: Podemos prescindir del tal Spiriman y sus exabruptos que no aportan nada, pero de Julia no. Julia es de las imprescindibles.
Sanidad pública ahora y siempre.
¡Venceremos!
#MasSANIDAD
#MenosCORONA
Kontinuará!
– Kuaderno de bitákora.
– Aquí puedes descargarte las ilustarciones de J. Kalvellido
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