Diálogos para… La reforma imposible de la Unión Europea

Diálogos para… La reforma imposible de la Unión Europea

Por Betzie Jaramillo*

¿Hay alguna posibilidad de cambiar la UE? Esa institución mamotreto, pesada, poco democrática, difícil de entender, lejana, que organiza los destinos de 27 países europeos y sus 450 millones de ciudadanos. Miguel Urbán, ex parlamentario europeo cree que no. Una UE remilitarizada y neocolonial que responde a los mismos criterios que quedaron claros en los Acuerdos de Maastricht, que constitucionaliza el modelo neoliberal mientras se enfrenta a una crisis interna de identidad y democracia

Segunda parte: Diálogos con Miguel Urbán

Neocolonial y remilitarizada, la UE defiende su modelo de origen: el neoliberal. Según Miguel Urbán, el plan de Draghi consolida y agudiza el modelo

De la Unión Europea, y más, habló Miguel Urban con LoQueSomos, todo un experto en la materia después de sus 10 años como eurodiputado, entre 2015 y 2024, sin lugar a dudas el más longevo, en activo, de aquel movimiento que vino a cambiarlo todo. Miembro de Anticapitalistas, quienes se separaron de Podemos en 2020 como respuesta a la entrada en el Gobierno de coalición. Miguel ha demostrado mucha coherencia política en estos años de parlamentario, coherencia combinada con estar a pie de calle y al lado de los conflictos, viajando allí donde estaba la injusticia. En su último libro, “Trumpismos, Neoliberales y autoritarios, analiza la complejidad de la nueva ola de autoritarismo reaccionario que se ha ido extendiendo por el mundo. Un texto que es una herramienta contra la internacional reaccionaria.

Foto de MAURI BUHIGAS

Miguel Urbán tiene una clara visión de la Unión Europea y su supervivencia como potencia neocolonial y militar en competencia con otros poderes imperialistas. La falta de un ejército común y de una fiscalidad común son algunos de los obstáculos que el informe Draghi intenta remover.

Os dejamos la primera parte del dialogo mantenido en torno a la Unión Europea y otros temas de actualidad…

El informe Draghi, «El futuro de la competitividad europea» que el ex primer ministro italiano y ex presidente del Banco Central Europeo presentó el 9 se septiembre a la Comisión, se ha calificado como el fin del modelo neoliberal al proponer una fabulosa cifra de deuda pública.

Miguel Urbán: La UE nunca ha intentado ser algo diferente a la constitucionalización supranacional de neoliberalismo como la única política posible. Solo hay un país, Chile, y la UE, que tengan constitucionalizado el neoliberalismo, sobre todo a raíz del tratado de Maastricht, lo que significa que sólo se puede hacer un tipo de política. De hecho, yo recuerdo que cuando se derrota a Syriza, se le obliga a la firma del memorándum en julio de 2015 hay un debate en el parlamento europeo y el líder de PP europeo, Weber, que sigue hasta hoy, termina su intervención diciendo que el ejemplo de Syriza, de Grecia, demuestra que no es posible un gobierno de izquierda en la UE. Yo creo que tiene razón. No es posible que un gobierno haga políticas alternativas al neoliberalismo dentro de la UE. Ahora se ha presentado el informe Draghi sobre la evolución de la UE y hay algunos que dicen que el informe acaba con el neoliberalismo porque plantea una política económica expansiva, de gasto expansivo y no de austeridad. Creo que hay que explicar que el neoliberalismo no es austeridad, es otra cosa, es un modelo de gobernanza, un modelo económico que va mucho más allá del control de gasto, pero no estamos ante ningún intento de transformación del modelo, sino de una agudización de lo que podríamos considerar como neoliberalismo autoritario, neoliberalismo de guerra, que es a lo que nos lleva el informe Dragui.

La UE quiere ocupar el papel que hasta ahora llevaba Francia en solitario. Por primera vez Alemania aumenta de una forma exponencial su inversión militar y es una inversión militar que, por primera vez, no es defensiva, sino también ofensiva, elemento no menor dado la historia del continente y la historia de Alemania

Existe la impresión que la Unión Europea está en declive y que corre el riesgo de ser irrelevante en el panorama mundial.

MU: La UE sigue siendo la mayor potencia económica del mundo, por encima de China y EEUU, económicamente. Otra cosa es que es una economía con pies de barro. ¿Cuál es el pie de barro que siempre ha planteado la UE? Que la UE tiene una economía que no se sustenta en un ejército, que tiene 27 ejércitos. De hecho, sería la segunda potencia militar si unificáramos los gastos de los 27 estados miembros y sólo por detrás de EEUU. Pero la UE, en palabras de su Secretario de Asuntos Exteriores, el señor Borrell, ha dicho que quiere dejar de hablar del soft power de los derechos humanos, para empezar a hablar del hard power, el lenguaje de la fuerza, el lenguaje militar.
Y estamos viendo cómo la invasión de Putin en Ucrania se ha vuelto la gran excusa para remilitarizar la UE, para encuadrar a la UE en un mundo en donde el declive del imperio americano abre espacio a interimperialistas, en una lógica de recursos escasos, donde justamente la crisis ecológica está demostrando que estamos ante un planeta con recursos finitos. Y la UE necesita aproximadamente el 80% de las materias primas que consume, las necesita importar, con lo cual es totalmente dependiente. Según los informes de la UE, lo que plantea con esas inversiones militares es asegurar la autonomía estratégica para la UE. Claro, ¿cuál es la autonomía estratégica de una región que tiene una dependencia del 80% de materias primas? Cuando hablamos de acuerdos comerciales con los países del sur, vemos como la UE, ahora mismo, es uno de los agentes más agresivos comercialmente. Asegurar la economía estratégica de la UE es asegurar sus fuentes de alimentación de materias primas. Hay dos caminos: la presión extractiva a través de los acuerdos comerciales, y de hecho vemos como la globalización feliz de la OMC ha muerto, desde hace tiempo. Me acuerdo que me socialicé con que el enemigo era la OMC. Ahora la OMC es inoperante, inexistente, ni está en el debate de nadie. Porque la UE ya no articula a través de la OMC, eso explotó. La UE articula una agresividad comercial creciente en los últimos 10 años de una forma palpable y ahora empieza a tener una agresividad militar. Hasta ahora era Francia el que jugaba como potencia colonial en la UE. Estamos en un proceso de recolonización del mundo.
Muchas veces cuando vemos la política exterior, siempre buscamos los paralelismos en las salvajadas que vemos con los nazis. De hecho, cuando vemos el genocidio que se está cometiendo en Palestina, buscamos el paralelismo con los nazis, y yo creo que nos equivocamos, o el paralelismo con el fascismo. Yo creo que tendríamos que buscar el paralelismo con un fenómeno anterior al fascismo que es el colonialismo. Creo que el genocidio, los campos de concentración, no lo inventaron los nazis, lo inventaron los colonizadores europeos.

La UE no tiene un ejército común, y tampoco una fiscalidad común. ¿Qué efectos tiene esta falta de unión fiscal y militar?

MU: Pero ya se han dado pasos en ese sentido. Los Next Generation supusieron por primera vez la imposición de impuestos propios de la UE que no dependen de los Estados para poder sufragar en parte los gastos que suponían. Eso ha abierto una puerta que Draghi abre más y hay que empezar a hablar de eurobonos, de empezar a mutualizar deuda europea. La UE es un constructo neoliberal totalmente irracional desde un punto de vista económico, sin un Banco central que emita deuda común, que no puede comprar la deuda de los Estados y tiene que ir al mercado secundario para comprar deuda. En el momento de la crisis de la deuda, Mario Draghi era el presidente del Banco Central, quien fue el más duro opositor a comprar deuda directa a los Estados. Draghi ahora propone ahora enmendar al Draghi de la crisis 2008-2009. Propone mutualizar deuda, propone renovar eurobonos, empezar a crear impuestos, ampliar la creación de impuestos y reformar el propio Banco Central. Eso está proponiendo Draghi.

La UE es un gigante con pies de barro, pero casi podríamos decir lo mismo del capitalismo, que un gigante con pies de barro. La muestra más palpable de sus pies de barro son los límites físicos del planeta para una utopía que es el crecimiento sin límites que pretende el capitalismo. Y esa crisis ecológica es lo que cuestiona todo

Al no tener un sistema fiscal conjunto, pero sí tener un espacio económico conjunto, lo que genera es un dumping fiscal y un dumping social dentro de la UE. Lo que fomenta es la evasión y la elusión fiscal y la competencia entre los Estados, porque si no tienes un Banco Central propio que pueda devaluar la moneda, que pueda comprar deuda, la única forma de competir es devaluar tu fuerza de trabajo. De ahí que hemos visto desde la creación de la UE, es la devaluación de la fuerza de trabajo como forma de competencia en el marco de la UE. Algunos dicen: los sueldos están estancados. Veamos desde cuándo están estancados y por qué están estancados. Porque hay una competencia brutal, además centro-periferia dentro de la UE que genera unas asimetrías, que el centro es la principal beneficiada y eso lo vemos en la balanza del superávit comercial alemana que genera un elemento disrruptivo dentro de la UE que se conocía desde antes del euro y, por eso, los fondos de cohesión eran, en teoría, para minimizar los efectos. Desde que apareció el euro, los fondos de cohesión han desaparecido. Ahora ya no lo hay. O sea, el mercado europeo actual sin una armonía fiscal lo que genera es un dumping social, un dumping laboral, y además favorece la evasión fiscal porque los propios Estados compiten dentro de la UE para atraer a las empresas. Pero están en ello y ya se han dado pasos en ese sentido, el de los eurobonos y mutualizar la deuda. La propuesta de Draghi es gastar al año más de lo que supone los fondos Next Generation de los últimos 5 años. En el plan quinquenal de los presupuestos de la UE propone gastar mucho más que los Next Generation y el plan es reindustrializar Europa en una lógica militar.
Sobre el posible ejército de la UE, también están en ello. Y el informe Draghi es justamente eso. Si nos vamos a los datos los 27 ejércitos sí son potencia. Después de EEUU, los países europeos son los que mantienen más tropas en el exterior, mucho más que China y Rusia. Lo digo porque siempre es interesante ver que Francia sigue jugando un papel en el continente africano muy fuerte, y eso que se ha perdido a Gran Bretaña. Paradoja, porque Gran Bretaña hacía imposible un ejército común europeo, igual que no aceptó el euro, no aceptaría un ejército europeo. Su salida permite un ejército europeo, pero también debilita la propia potencia militar de los estados miembros, donde sólo un estado, Francia, está sentado en el Consejo de Seguridad de la ONU.La UE quiere ocupar el papel que hasta ahora llevaba Francia en solitario. Por primera vez Alemania aumenta de una forma exponencial su inversión militar y es una inversión militar que, por primera vez, no es defensiva, sino también ofensiva, elemento no menor dado la historia del continente y la historia de Alemania. Hay alguna gente que puede pensar, y esto me parece importante, que industrializar militarmente Europa puede ser una contradicción con el llamado “pacto verde”, el cacareado “pacto verde”, la región que más avanza en cuestiones de transición ecosocial. Yo creo que no, que van de la mano, porque la supuesta transición verde europea, es europea, nunca ha hablado de justicia, y para esa transición necesita una serie de materias primas que no tiene el continente. Para poder asegurar esas materias primas, para asegurar las cadenas de suministros, tiene que tener la capacidad militar para asegurarlas, que ahora mismo no tiene. Con lo cual militarizar Europa es un intento de asegurar materias primas para una transición ecológica. Con lo cual, lo que nos lleva es que estamos ante una lógica neocolonial, sino ante una lógica neocolonial con tintes verdes. Lo que significa para tener coches eléctricos en Berlín o Paris se necesitan minas en Perú, en Bolivia en donde ahí no hablamos de transición ni justicia ni nada por el estilo. Estamos viendo que la transición ecológica europea está suponiendo un extractivismo del Sur Global de una forma muy fuerte.

Las elecciones europeas están mostrando un aumento y consolidación de la ultraderecha, que se atrinchera en sus nacionalismos y se blinda ante la inmigración.

MU: Yo creo que estamos ante un rebrote de una lógica neocolonial por la disputa de los recursos escasos, donde la violencia colonial vuelve con una fuerza brutal, en donde la lógica de la otredad vuelve a estar profundamente presente. Una parte muy importante de la sociedad europea ve al no europeo, al no blanco, como humanidad superflua. La frase de Borrell “hemos creado un magnífico jardín y fuera está la selva” habla de ese jardín asediado por el exterior. Esa es la creación de la Europa fortaleza que se combina muy bien con la Europa de la remilitarización, la Europa de los rebrotes neoimperialistas, la Europa de la neocolonización, y también con el nacimiento de la otredad y de la etnoidentidad, de la blanquitud como la semi identidad del europeo. Esa identidad de la blanquitud siempre ha estado vinculada con los procesos de colonización y con el auge de la extrema derecha en Europa. Hay una frase que decía Fanon “que los nazis habían traído la colonización a Europa”, trajeron los métodos coloniales. Estamos viendo cómo esa violencia hace que Europa intente buscar su lugar en el mundo, en ese conflicto interimperialista, donde la gobernanza nacida después de la II guerra, ha saltado por los aires.

El primer elemento de la lucha sindical fue el control del tiempo, no el salario. Lo primero que hizo el capitalismo fue disciplinar el tiempo. Creo que es fundamental volver a poner el tiempo de vida no mercantilizada en el centro de la política

Hay varios proyectos de cambiar la UE, uno de ellos es el de la Asamblea Europea, que propone el economista francés Thomas Piketty, en un intento de crear una UE más democrática y capaz de tomar decisiones radicales, como la unión fiscal.

MU: La UE no va a permitir ninguna alternativa a la UE en su ser. No puede funcionar no solo porque la UE no lo deje, sino porque tampoco tenemos un demos europeo. Hemos construido una Europa por arriba, no hemos construido un demos social europeo. El único demos, y por eso se construye la extrema derecha, se construye en la etnoidentidad de la blanquitud que nos lleva al rechazo, no de la inmigración, sino del no blanco, que es diferente. Sin la construcción de un demos europeo, es muy difícil construir una superestructura que sea asumida por toda la población como suya, y es un elemento importante.

La UE es un gigante con pies de barro, pero casi podríamos decir lo mismo del capitalismo, que un gigante con pies de barro. La muestra más palpable de sus pies de barro son los límites físicos del planeta para una utopía que es el crecimiento sin límites que pretende el capitalismo. Y esa crisis ecológica es lo que cuestiona todo. El capitalismo está en crisis y por ende la institución más lograda de constitución neoliberal, que es la UE, lleva en una profunda crisis desde 2007 de una forma clara. Está el proyecto de Piketty y otros muchos que muestran la crisis del proyecto europeo, una crisis de identidad. Esto es como una matrioshka, que cada vez que vas abriendo encuentras una crisis mayor, no paras de abrir matrioshkas con nuevas crisis: la crisis euro, la crisis constitución europea, la crisis de la deuda. Y Grecia es clave, y cómo se asumió la derrota griega sin sacar lecciones de la misma. Pero no sólo Grecia, los llamados PIGS en su momento, la crisis de refugio, que no es una crisis de refugiados, es una crisis de derechos que atraviesa el conjunto de la UE y el elemento más importante de crisis en la UE: la salida del Reino Unido. Un club que pierde un miembro, y no cualquiera, genera una crisis de identidad muy fuerte. También está la crisis de la atracción iliberal. Estamos viendo como Orban responde a la crisis liberal y el modelo de democracia liberal en un momento para países del Europa del este en los que está perdiendo fuerza y el surgimiento de lo que se ha llamado iliberalismo. Orban, Putin en Rusia, Erdogan en Turquía, Modi en la India que cada vez tienen más atractivo que las democracias liberales. Israel es un ejemplo de etnoidentidad fuerte, vemos a Trump en EEUU, Bolsonaro en Brasil, Milei, toda esa ola reaccionaria que es muy fuerte. Yo creo que ninguno de los proyectos de transformación de la UE puede funcionar.¿Qué hacer? Creo que hay que discutir, pero en un camino que sea posible transitar. Para mí, el camino posible es la desobediencia de la UE y en cómo abordamos el problema de la UE. ¿La UE es reformable? La mayoría de las reformas de la UE planteadas son eso, reformas. Mi idea es que esas alternativas no lo son. Lo único es acabar con la UE. ¿Cómo abordamos el problema de la UE sin caer en los rebrotes nacionales, sin caer en el refugio del carácter identitario nacional? ¿Cómo construimos un proyecto europeo, en ruptura con la UE, desde una lógica de desobediencia? Creo que es fundamental a construir articulaciones sociales y políticas más allá de lo nacional. Y ahí hay un elemento interesante en la propuesta de Piketty: la posibilidad de unión entre Estados en una Asamblea Europea paralela a la UE. “La revolución no puede ser un placer solitario”, dijo un revolucionario. La estrategia no puede ser en solitario de un solo Estado, sino que tiene que ser una estrategia coordinada para que funcione, aunque sea una lógica desigual, pero coordinada y combinada. Hay que ir construyendo esas coordinaciones para que sea posible hacerlo. Pero desde una lógica de no seguir cayendo en la lógica del entusiasmo de que la UE es reformable. No lo es.

Vamos con otro tema: ¡Que coticen los robots, las IA! Eso sería viable, acercarnos a esa, ahora mismo, utopía. Que si aquí no va a cotizar nadie, los empresarios, los ricos, se llevan más beneficio, y sin personas.

MU: Yo lo creo, totalmente. Primero no creo, ni muchísimo menos, que sea una utopía. De hecho, es una discusión entre las propias élites a nivel internacional y europeo. Quiénes están más alejados son, justamente los sindicatos y eso llama mucho la atención. Ves a la patronal debatiendo sobre eso, porque se quieren adelantar para poder condicionar el proceso, porque tienen pensamiento estratégico. Esa es otra cosa que le falta a la izquierda, pensamiento estratégico. Estamos imbuidos constantemente en el tacticismo en el día a día y no tenemos pensamiento estratégico. Y la burguesía lo tiene. Pienso que va a llegar el momento en que va a tener que poner algún tipo de elemento, ya sea de cotización o de tipo impositivo, al tema de las máquinas. Eso va a pasar y quieren pilotar esos debates antes que pueda ser una imposición. Yo creo que esto es un elemento importante.
Yo creo que donde hay una suplantación del trabajo humano, tiene que haber cotización, pero no sólo va a haber suplantación de trabajo humano, por eso tenemos que combinarlo con impuestos. Y es importante porque el tema de la propia IA y el tema de la mecanización hagan trabajos que generen beneficios que no estaban generando trabajadores previos, porque abre nuevos campos. Y creo que ahí el tema de la cotización es mucho más complicado y se debería imponer el tema de impuestos. O sea, cotización donde hay suplantación de trabajo humano, pero hay otros campos donde va a entrar la IA donde la mecanización y automatización de trabajo tiene que tener tema de impuestos que vayan más allá del impuesto clásico. Por ejemplo, todo el tema de la maquinaria de la IA va a tener un coste brutal en materias primas y energéticos y tiene que tener, evidentemente, un impuesto que lo grave.Y tiene que haber planificación. Volvemos a lo mismo, y es fundamental, que es el tema de la propiedad y de quién planifica, para quién. Porque le problema es que puede haber que, ante una escasez de recursos muy grande, que le tema de la mecanización y de la IA consuma materiales y energía fundamentales para la transición ecológica. Para mí, ahí no habría ni impuestos ni cotización. Habría prohibición. No se podría mecanizar, no se podría utilizar inteligencia artificial. ¿Por qué? Porque no hay recursos para todo y hay que planificar para qué queremos los recursos.
Podemos tener un debate de si sólo metemos el tema sobre cotización o impuestos, o incluso combinado, y el empresario puede decir: Ok, yo pago, a cambio del privilegio de poder consumir unas materias primas fundamentales, que vamos a quitar elementos esenciales para la vida. A mí me preocupa que no abordemos esta transformación económica desde un punto de vista global, y sólo desde un punto de vista impositivo y económico. Un ejemplo, y hay miles de contamina y paga. No, necesitamos que no contamines, no que pagues. Por eso digo que podemos caer en lo mismo con el tema de la mecanización. Hay una normativa que se llama el Rawmat, que se aprobó poco antes de que yo dejara el cargo en la legislatura pasada, materias primas esenciales para la transición energética. El informe decía que no se sabe si va haber materias primas esenciales suficientes para una transición energética y ecológica en Europa. No digo a nivel mundial, en Europa. Y se aprobó que esas raw materials se pudieran utilizar para la industria militar, sin saber siquiera si va a haber o no. Claro, el tema de la mecanización y la IA necesitan esas raw materials. Con lo cual podemos estar hipotecando la posibilidad de un futuro. Por eso creo que si no cuestionamos la propiedad privada, no cuestionamos el tema de la planificación, y si sólo vemos el tema monetario, que paguen, la mesa va a cojear.

Pero la cotización apela directamente al trabajador, más cercana, no como el impuesto, más lejano.

MU: Pero hay que combinarlos. En nuestro discurso hay que combinarlos. Cotización e impuestos, reparto del trabajo y reparto de la riqueza. Combinar esos cuatro elementos. De hecho, Lenin hablaba de cuatro horas, que se nos olvida a veces. El primer elemento de la lucha sindical fue el control del tiempo, no el salario. Lo primero que hizo el capitalismo fue disciplinar el tiempo. Creo que es fundamental volver a poner el tiempo de vida no mercantilizada en el centro de la política. Ahí está la propiedad como elemento clave. Marx decía que la principal contradicción era la del capital-trabajo y ahora le podríamos dar una vuelta con capital-vida. Ahora, la principal contradicción: capital-vida. El tema de la crisis capitalista con el tema de crisis ecológica. ¿Cómo recuperamos la vida? A costa de meternos en el templo de la propiedad y el templo de la planificación. Porque el mercado planifica. El problema es que no planificamos nosotros. Nos planifican…

Segunda parte: Diálogos con Miguel Urbán

* Betzie Jaramillo Becker es periodista y guionista chilena. Ha trabajado en televisión, radio y prensa escrita en Chile y España. En 2005 obtuvo el Premio SERNAM “Periodismo y Mujer”. Forma parte del Colectivo LoQueSomos.
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