Por Germán Gorraiz*. LQSomos.
Sin embargo, Snowden, con la complicidad de las autoridades chinas y acompañado de Sarah Harrison (ciudadana británica que trabaja como investigadora legal para elgrupo Wikileaks, según la agencia Reuters), se dirigió en un vuelo sorpresa hasta la terminal de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétyevo, al no existir en Rusia convenio formal de extradición con EEUU, donde en teoría seguiría inmovilizado.
Putin, por su parte, a pesar de los requerimientos de EEUU aduciendo claras bases legales para deportar a Snowden, como tener el pasaporte revocado y la existencia de cargos contra él, habría rechazado dicha deportación indicando que no habría cruzado la frontera rusa,triquiñuela jurídica para conseguir desvincularse del problema de EEUU pero que tendrá consecuencias a posteriori, que acelerarán el retorno a escenarios de Guerra Fría EEUU-Rusia.
Por su parte,Anthony Cordesman, experto del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS), en declaraciones a la cadena CNN, afirma que “la salida más probable sería que haya algún tipo de acuerdo con el país en que recale Snowden, mediante el cual EEUU ofrezca, a través de medios diplomáticos, algún tipo de “quid pro quo” (similar al tradicional canje de espías) y ofrezca alguna garantía sobre su posterior procesamiento en EEUU”, opción que habría que descartar si finalmente el Gobierno de Correa concediera a Snowden el asilo.
Las autoridades ecuatorianas aseguran que no le han proporcionado ningún salvoconducto o documento oficial para poder viajar sin pasaporte a pesar de que la página de Internet del canal de televisión norteamericano Univisón ha publicado en exclusiva el salvoconducto necesario para poder completar su viaje desde Moscú a Quito. Dicho documento, obtenido “en exclusiva” y difundido en la página web del principal canal hispano de Estados Unidos, está fechado el pasado 22 de junio y lleva la firma del cónsul de Ecuador en Londres, Fidel Narváez Narváez, (el ángel-custodio de Julian Assange, el fundador del portal WikiLeaks), para que Snowden pueda presentarlo ante las autoridades rusas a fin de solicitar su tránsito a Ecuador a petición del Gobierno de este país.
Efectos colaterales en Ecuador
Según elpais.com, el ministro de Comunicación ecuatoriano, Fernando Alvarado, ha anunciado que “Ecuador ha renunciado a renovar los acuerdos comerciales con el Congreso de Estados Unidos que le otorgaban beneficios y preferencias arancelarias sobre la exportación de determinados productos a su país”, el llamadoSistema Generalizado de Preferencias (GSP en ingles) y elPrograma de Erradicación de Dorgas y Promoción del Comercio Andino (TPA), tomando la iniciativa a EEUU pues ya presuponía que el Congreso de EEUU era renuente a renovar dichos acuerdos que expiran el próximo 31 de julio. Así, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, habría advertido por escrito al Gobierno de Rafael Correa que en el supuesto de conceder el asilo a Edward Snowden, no se procedería a la renovación de dichos Tratados.
Según la Oficina del Representante Comercial de EEUU, gracias al GSP, Ecuador se benefició en el 2012 de 107 millones de dólares y debido a las rebajas arancelarias del TPA, las exportaciones de flores, atún, frutas y hortalizas le habrían reportado ingresos cercanos a los 318 millones de dólares, con lo que la no renovación del acuerdo podría suponer para la industria floral ecuatoriana la pérdida de 100.000 puestos de trabajo. La falta de renovación de dichos acuerdos se enmarcaría dentro de la estrategia kentiana de EEUU para desestabilizar los Gobiernos de países populistas-progresistas de América Latina (Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Bolivia), para mediante la teoría del palo y la zanahoria, reconducir dichos países e integrarlos en la Alianza del Pacífico.
Dicha Alianza (Perú, 2011), promovida por Estados Unidos y secundada por México, Colombia, Chile y Perú, tendría como objetivos a medio plazo aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá eincorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay).
Su importancia fue destacada por el analista y economista Jorge González Izquierdo, quien dijo a la AFP que este bloque en lo político “es un contrapeso al grupo que quiere formar el presidente Hugo Chávez de Venezuela”, en alusión a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas y Antigua y Barbuda. Se trataría por tanto, de una genial jugada de estrategia económica y geopolítica que tendría sus fuentes de inspiración en la teoría de Sherman Kent expuesta en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana”, publicado en 1949.
Así, según Kent: “La guerra no siempre es convencional: en efecto, una gran parte de la guerra, de las remotas y las más próximas, ha sido siempre realizada con armas no convencionales: […] armas […] políticas y económicas. La clase de guerra en que se emplean […] (son la) guerra política y la guerra económica”. Más adelante añade que los instrumentos de la guerra económica“consisten en la zanahoria y el garrote”: “el bloqueo, la congelación de fondos, el ‘boicot’, el embargo y la lista negra por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales por otro”.
Caso de no ser sensible el Gobierno de Correa a las tesis de EEUU, no sería descartable el retorno a la política del Big Stick o Gran Garrote (cuya autoría cabe atribuir al presidente de Estados Unidos Theodor Roosevelt ), sistema que desde principios del siglo XX ha regido la política hegemónica de Estados Unidos sobre América Latina, siguiendo la Doctrina Monroe: “América para los Americanos”. Recordar que, a comienzos de los años sesenta, el miedo al mimetismo cubano había llevado a los EEUU a apoyar los golpes militares, siendo derrocado en julio de 1963 el presidente ecuatoriano Otto Arosemena por “complacencia ante el castrismo”.
De todo ello, se deduce que el previsible retorno a la Guerra Fría entre EEUU y Rusia tendrá efectos colaterales en América Latina en forma de nueva ola desestabilizadora (cuyos primeros bocetos se perfilaron en Honduras y Paraguay) y que tendrían a Nicaragua, Guatemala, Bolivia, Ecuador, Granada y Panamá como paradigmas de los llamados “golpes virtuales o postmodernos” que protagonizará EEUU en esta década en el nuevo escenario panamericano que surgirá tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría.