El CADTM condena las medidas del G20 sobre la Deuda
CADTM*. LQS. Octubre 2020
Al margen de las Asambleas anuales del Banco Mundial y del FMI que se celebran del 12 al 18 de octubre, los Ministros de Finanzas del G20 se reunieron este miércoles, 14 de octubre de 2020, para adoptar nuevas medidas de alivio de deudas con destino a los países del Sur. Incapaz de responder de manera satisfactoria a la urgencia de la crisis, el G20 decidió prolongar en 6 meses la iniciativa de suspensión de pagos de la deuda (ISSD) lanzada en abril de 2020, sin cuestionar los fundamentos y los límites de esa iniciativa
Frente al agravamiento de la crisis de la deuda de los países del Sur, consecutiva a la degradación económica mundial incrementada por la pandemia del coronavirus, las Instituciones Financieras Internacionales y los principales acreedores bilaterales instauraron, en la primavera de 2020, algunas financiaciones de urgencia y medidas de alivio de deuda.
En abril de 2020, el G20 y el Club de París crearon el ISSD [1]. La operación consistía en posponer el servicio de la Deuda Bilateral de mayo a diciembre de 2020, escalonándolo en un período que iba de 2022 a 2024, lo que quiere decir que las sumas no pagadas en 2020 aumentarían las sumas a pagar. Desde su lanzamiento, la medida apareció como inapropiada. Circunscrita a 73 países, o sea, a un poco más de la mitad de los países en desarrollo, excluía de entrada a países que ya estaban en suspensión de pagos como Sudán, Argentina y Venezuela. Además, el acuerdo preveía que la medida de postergación del pago estaba condicionada a un reembolso previo de los atrasos que se debían, tanto al Banco Mundial como al FMI, aparte de la firma de un plan de ajuste estructural bajo la tutela del FMI. Mientras que la Deuda Pública Externa de los países del Sur se eleva a 3 billones de USD, la ISSD debía, en el mejor de los casos, negociar 20.000 millones de USD, es decir, menos del 1 % de la Deuda Pública Externa total.
Problema suplementario, ni China ni los acreedores privados (bancos, fondos de inversión, “fondos buitre”…), que son los principales acreedores de esos países, entraron en esta iniciativa ISSD. Estando solo invitados a unirse a la iniciativa, tanto uno como otros no concedieron ni alivios de deuda ni postergación de pagos. Más grave aún, a pesar de las primeras declaraciones de intención de los acreedores privados reunidos en el IIF (Instituto de Finanzas Internacionales), [2] estos últimos amenazaron, directamente, a los PED que participaran en el ISSD con una degradación de su calificación soberana y con un severo declive de las inversiones directas extranjeras.
En consecuencia, solamente 46 países de los elegibles introdujeron un pedido de ISSD por un aplazamiento de un total de 5.000 millones de USD, [3] o sea, menos del 0,2 % de la Deuda Pública Externa total de los países del Sur. En realidad, «la deuda exterior total de los países elegibles para la iniciativa de alivio, adoptada en abril de 2020 por los países del G20 (ISSD), aumentó en un 9,5 % en relación con el año precedente. Alcanzó un monto récord de 744.000 millones de USD en 2019, y aumentó dos veces más rápidamente que la de los otros países con ingresos bajos o medios» [4] Debido a ese desajuste manifiesto, algunos esperaban de la reunión del G20, del 14 de octubre, una reformulación completa del ISSD, que responda mejor a los desafíos existentes. Sin embargo, no se hizo nada o muy poco. [5] En primer lugar, una extensión de 6 meses, o sea, un aplazamiento de los pagos para el período de enero a junio de 2021. En segundo lugar, una extensión del plazo de reembolso inicialmente previsto entre 2022 y 2024, y así prolongado hasta 2026. En tercer lugar, la adopción de «un marco común de tratamiento de la deuda más allá del ISSD» que se supone que garantizará la participación de acreedores bilaterales, que no son miembros del Club de París y, de acreedores privados. De todas maneras, sin mayor precisión y existiendo siempre la misma intolerable condicionalidad de tener que suscribir un «programa de asistencia» del FMI… Sabiendo que, por una parte, China considera, con bastante razón, que el G20 no es un espacio apropiado para tratar la renegociación de deudas, y, por otra parte, que los acreedores privados reunidos en el IIF renovaron, en una carta abierta, su rechazo a participar en el ISSD, [6] por lo que dicha iniciativa se dirige directamente a un nuevo fiasco.
En resumen, los países del G20 siguen la continuidad de las medidas del FMI y del Banco Mundial como son: algunas financiaciones de urgencia, principalmente, en forma de préstamos, las aplicaciones de medidas de austeridad, y un sostén inequívoco a los acreedores, rechazando cualquier idea de anulación.
Sin embargo, existen soluciones. Desde el comienzo de la crisis de la Covid-19, en Estados Unidos y en la Unión Europea, los bancos centrales desbloquearon más de 5 billones de USD en algunas semanas. Además, se pueden citar, por lo menos, tres argumentos de Derecho Internacional para justificar anulaciones o repudios de las deudas: el caso de fuerza mayor, el estado de necesidad y, el cambio fundamental de circunstancias. Así que, si hubiera una real voluntad política, los Estados reunidos en el seno del G20, del Club de París y de las instituciones multilaterales (BM/FMI) podrían, como mínimo, sostener públicamente a cualquier país que decidiera proceder a una suspensión, incluso a un repudio de su deuda y así obligar a los acreedores refractarios a sentarse alrededor de una mesa de negociación.
Para el CADTM, no se puede esperar nada de las Instituciones Financieras Internacionales y de las llamadas grandes potencias. El CADTM está convencido que es necesario constituir un frente de países del Sur contra el pago de las deudas ilegítimas. Y es lo que hace ya 33 años proponía Thomas Sankara, el joven presidente de Burkina Faso. Es también lo que proponía en la misma época Cuba y Fidel Castro. Para que se produzca, sería necesaria la concientización de los pueblos y unas poderosas movilizaciones. El CADTM se congratula que una gran Coalición mundial de movimientos de lucha contra las deudas ilegítimas se haya constituido con más de 500 organizaciones presentes en 90 países, para suscribir una declaración común y actuar conjuntamente en el marco de la Semana de Acción Mundial para la Anulación de la Deuda.
No es más que el comienzo, ¡continuemos el combate!
* Comité para la abolición de las deudas ilegitimas CADTM
Notas:
1.- Club de París, Iniciativa de suspensión de la deuda para los países más pobres-ADDENDUM(*). 15 de abril de 2020
2.- Club de París, Colaboración entre el Club de París y el IIF para apoyar al ISSD, 30 de abril de 2020
3.- Banco Mundial, Covid-19 (coronavirus): Iniciativa de suspensión del servicio de la deuda
4.- Moutiou Adjibi Nourou, La Chine détient désormais 63% de la dette due aux pays du G-20, Agence Ecofin, 15 octobre 2020. [China posee actualmente el 63 % de la deuda que se debe a los países del G20, Agencia Ecofin, 15 de octubre de 2020
5.- Club de París, Ampliación del ISSD y marco común para los tratamientos de la deuda, 14 de octubre de 2020
6.- IIF, IIF Letter to G20 Regarding The Debt Service Suspension Initiative, 22 septembre 2020. IIF Carta dirigida al G20 sobre la Iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, 22 de septiembre de 2020
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