El Estado contra los defensores del territorio en Puebla
No se descarta que el asesinato de Antonio Esteban Cruz, haya sido por su oposición a la hidroeléctrica Cuamono, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Nosotros como parte del Movimiento Independiente Obrero Campesino Urbano y Popular (MIOCUP), denunciamos los proyectos de muerte desde 2010, cuando llegó el rumor de que se estaba haciendo un estudio de prospección minera, por orden del ex presidente Felipe Calderón”, manifiesta Erwin Slim, adherente a La Sexta y estudiante de la Escuelita Zapatista.
El activista vive en la ciudad de Cuetzalan, cerca de Cuauhtapanaloyan, lugar donde asesinaron el 4 de junio a Antonio Esteban Cruz, opositor de la hidroeléctrica Cuamono, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Rodrigo Esteban, encontró el cuerpo de su padre baleado, a 300 metros de su casa, en la comunidad de la Sierra Norte del estado de Puebla. La Procuraduría General de Justicia (PGJ) difundió en una versión oficial, que el asesinato de Esteban Cruz es por el conflicto en la disputa del predio Paso María Cristina, en Ayotoxco de Guerrero, pero sus compañeros exigen que no se descarte el asesinato por su trabajo como activista comunitario en contra de las decenas de minas e hidroeléctricas que se proyecta para la región.
Integrantes del MIOCUP, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), el Movimiento Nacional (MN), han sido amenazados en los últimos meses, a través de correos electrónicos y la constante vigilancia de vehículos no identificados. Erwin Slim, explica, que después del Encuentro Nacional Indígena las amenazas se han incrementado, según el activista, por la conformación del Frente Indígena y Campesino de México (FICAM) que continuará en la lucha por la defensa de sus territorios.
Manuel Gaspar, integrante de uno de los movimientos opositores a la minería en Tlatlauquitepec, también ha sido víctima de hostigamientos. El 5 de junio recibió una llamada telefónica donde le preguntaban si sabía del asesinato de su compañero, refiriéndose a Antonio Esteban Cruz.
Los megaproyectos en la Sierra Norte
“Tal vez Cuetzalan se salve, pero en toda la región ya estamos rodeados de estos proyectos de muerte”, refiere el activista Erwin Slim y explica que a través del Programa de Obras de Inversión en el Sector Eléctrico (POISE) 2010-2014 de la CFE, se enteraron de un proyecto hidroeléctrico que generará al menos 37 megavatios de energía y estará ubicado en la localidad de Cuamono, en el Municipio de Cuetzalan del Progreso, que si bien no se ha iniciado su fase de construcción, la CFE ya está comprando los derechos de vía para que se instalen las torres de alta tensión que conducirán la energía hacia la subestación.
Los integrantes del MIOCUP CNPA-MN han registrado a los empleados de la CFE, que en helicópteros han bajado al pueblo en reiteradas ocasiones, sin consultar ni pedir permiso a la comunidad.
Con el proyecto de la hidroeléctrica los recursos naturales de la Sierra Norte de Puebla, que alberga uno de los ecosistemas prehistóricos en mayor peligro de extinción, el bosque de niebla, y donde habitan especies como la pantera, se verían en riesgo.
“El proyecto no se tiene planeado como algo aislado, en Cuetzalan ya compraron el predio para la subestación, ellos no plantean el proyecto como lo que realmente es, un megaproyecto que necesita de una consulta previa dados los altos impactos que podrían traer al ecosistema”, manifiesta Erwin Slim.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), dice desconocer la existencia del proyecto Cuamono. La delegada estatal Daniela MigoyaMastretta, revisó los expedientes y hasta el 18 de junio de 2014 no se tenía ingresado ningún trámite del proyecto; después de consultar en las oficinas centrales de la Ciudad de México se verificó que tampoco se tiene algún registro de la CFE en la región.
El proyecto aunque no cuenta con ningún registro oficial, poco a poco va avanzando con la adquisición de los derechos de vía de las torres de alta tensión, que abarcan una franja de 20 metros de ancho, sólo comprometiéndose a no poner árboles grandes que intervengan con el cableado.
Los activistas tienen información de que la compra de estos derechos ha ido avanzando desde 2011, y la CFE tiene alrededor de 70% ya adquirido. En Cuetzalan, específicamente, Erwin explica que ellos le han vendido al gobierno municipal y a los habitantes, que tendrán acceso a mejor energía pero no explican cómo la obtendrán, ni mencionan la devastación que supondría la construcción de la hidroeléctrica con la subestación y las más de cien torres de alta tensión. Aunado a Cuamono, existen los proyectos hidroeléctricos San Antonio y Gaya.
Además de las hidroeléctricas, existen varios megaproyectos en la zona que están interconectados. En el municipio de Tlatlauquitepec hay concesiones de exploración aprobadas para la minera Autlán para la exploración de minerales, y aunque el municipio de Cuetzalan está protegido por su ordenamiento, mediante los trabajos del municipio vecino, las empresas podrían entrar a explotar el subsuelo de Cuetzalan.
En octubre de 2013, la organización Causa Indígena, publicó sobre la existencia de varios documentos, que están en posesión de la cámara de diputados, y revelan que hay por lo menos noventa concesiones mineras y ocho hidroeléctricas, en 31 de los 217 municipios del estado de Puebla.
Las organizaciones opositoras, exigen la cancelación de las concesiones actuales y que se respete el derecho a la consulta de los pueblos indígenas antes de otorgar cualquier concesión, incluso después de su construcción cuando no se pueda hacer nada.
Pese al acoso el MIOCUP CNPA-MN seguirá defendiendo el territorio. En los compañeros de Antonio no hubo llanto ni quiebre luego de su muerte, dice Erwin, al contrario, la respuesta fue solemne, seria, y se tradujo en un incremento silencioso de la lucha. Rodrigo Esteban ha tenido que tomar el lugar de su padre, y dice que si antes existía el rechazo a la hidroeléctrica, con el asesinato de Antonio, “ahora menos pasan”.
Imagen de Marlene Martínez