El ministro de Economía se multiplica por cero
Tras la Gran Huelga del 14-N, cuando todavía estaban ardientes las reivindicaciones de los de abajo en las calles de la piel ibérica, el ministro Guidós se descalificó a sí mismo en un alarde de manifiesta inutilidad. Ha dicho cazurra y enfáticamente que, para afrontar la crisis y a despecho de la marea humana protestando contra su negativa labor, “su política es la UNICA posible para lograr el estado de bienestar de los españoles”.
Entre otras definiciones de la cosa pública, siempre se nos había dicho que “la política es el arte de lo posible”. Y, a los políticos, al igual que el valor al soldado en tiempo de paz, se le presupone la mínima imaginación en su cerebro alquilado, para así afrontar los problemas de la sociedad que lo elige en las urnas. Esa capacidad para resolver es, en definitiva, la que hace a un político y es lo que la sociedad civil espera de ellos. Y por eso se les paga muy caro, como se puede comprobar cada día en las páginas de las prebendas y variadas corrupciones.
En definitiva, con casi seis millones de parados en su chepa gubernamental y la extrema precariedad de todos los días instalada como un nefasto quiste en gran parte de la población, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se ha multiplicado por cero y se ha retratado como nadie.
España está en manos del Opus.
Que Dei nos coja confesados.
* Director del desaparecido semanario "La Realidad"