El problema no está en el mercado de trabajo
Corre el rumor de que José Manuel González-Páramo –miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE)- será ministro de Rajoy.
Este señor lleva años insistiendo en la necesidad de precarizar todavía más el mercado de trabajo español. Lo acusa de ser el responsable directo de los actuales niveles de paro. Pero no es cierto.
Desde hace algunas décadas, el mercado de trabajo español ha sido uno de los más movidos y flexibles de la zona del euro.
En la época de bonanza económica fue perfectamente capaz de cubrir millones de nuevos puestos de trabajo. Esto permitió una transformación profunda de la economía española y de la sociedad, puesto que muchos de estos puestos de trabajo incorporaron a mujeres y a trabajadores extranjeros.
El problema de los años de bonanza económica vino, en todo caso, de los contenidos precarios de buena parte de los puestos de trabajo de nueva creación y de la precarización de los que había previamente. La precarización no se deriva de la rigidez, sino que es consecuencia directa de las políticas laborales desreguladores.
Aunque actualmente tenemos un volumen elevadísimo de paro, todo indica que el mercado de trabajo español será capaz de cubrir los nuevos puestos de trabajo cuando la demanda aumente (aun cuando la superación del paro no se encuentra únicamente en el terreno de la "demanda", sino también en el de las grandes inversiones).
No podemos culpar a la legislación laboral del paro y de la inestabilidad del Euro. El origen de estos problemas se debe buscar en otros lugares si de verdad se quiere resolverlos.