¡El puro rock´n’roll no tiene (¿o sí?) nombre!

¡El puro rock´n’roll no tiene (¿o sí?) nombre!
Jack White ‘No Name’

Por Mariano Muniesa

Jack White ha lanzado un nuevo álbum titulado ‘No Name’ de una manera poco convencional. El 26 de julio de 2024, los clientes de las tiendas Third Man Records en Nashville, Detroit y Londres recibieron copias gratuitas del disco en vinilo blanco con sus compras, sin previo aviso ni explicación. El álbum no tiene título oficial ni lista de canciones, y viene en una funda blanca sin marcar

“No name”: anónimo Jack White

La astucia del lanzamiento no ha sido novedosa ni original –editar un disco sin título ni el nombre de la banda ya lo hicieron los Beatles en 1968, Led Zeppelin en 1971 y Metallica en 1991- pero obviamente para la generación Tik-Tok fue toda una sorpresa…

La génesis del nuevo álbum de Jack White, ‘No Name’, ya se ha convertido en una leyenda, o al menos en una leyenda actual, es decir, un impacto que con mucha suerte dura alrededor de dos días antes de que nuestra agotada atención se vaya a otro sitio en algún lugar de las redes sociales o la pantalla del teléfono móvil.

Jack White

El viernes 26 de julio, los clientes que compraron cualquier cosa, desde un vinilo a un pendrive o un casette en una de las tiendas Third Man Records, en Londres, Nashville y Detroit recibieron con su compra un misterioso regalo: un vinilo de etiqueta blanca en una carpeta que se parecía mucho a las de aquellos legendarios “bootlegs”, los discos piratas en vinilo que comprábamos en los 70 y 80 que contenía el nuevo álbum de estudio de Jack White. No se revelaron detalles, ni siquiera los títulos de las canciones. “Nada en este mundo es gratis”, declara nuestro hombre en la canción de apertura de su sexto álbum solista lanzado por sorpresa, ‘No Name’. Llámalo arrogancia o humor, o simplemente ironía: regalar un disco que comienza diciendo que nada es gratis en este mundo. Entiendo que no es en modo alguno disparatado suponer que todos los que lo recibieron estaban contentos ya que después de todo, estaban en una de las tiendas de la cadena que es propiedad de Jack White, pero una vez que hayan escuchado el disco al completo, es probable que hayan estado más cerca del éxtasis.

Tras el ambicioso par de álbumes de White en 2022, ‘Fear Of The Dawn’ y ‘Entering Heaven Alive’, este ‘No Name’ es un disco más duro en cuanto a sonido que el último, basado en la acústica y algo más crudo que el primero. Un disco cargado con un tipo de rock ‘n’ roll cuya energía es incansable, su dinámica explosiva y en algunos puntos tan sofisticada como sorprendente.

Vayamos con algunos datos técnicos. ‘No Name’ se ha grabado entre noviembre de 2023 y marzo de 2024 en los Third Man Studio en Nashville, asumiendo el propio Jack White en solitario las labores de producción y haciendo las mezclas junto a Bill Skibbe. Tal vez en este sentido tenga que ver esa suerte de vuelta a las raíces más genuinas de rock y de blues de este disco el hecho de que pueda ser un disco muy familiar, en tanto en cuanto cuenta con colaboraciones de su mujer Olivia Jean, que toca el bajo y la batería en algunas pistas del álbum así como de la hija de White, Scarlett, quien grabó el bajo hasta donde se sabe en al menos dos canciones. Patrick Keeler, Daru Jones, Quincy McCray y Dominic Davis entre otros, completan el staff que ha puesto su trabajo y su talento al servicio de estas canciones.

‘No Name’ tiene todo lo que pueden esperar los seguidores de Jack White. Blues, riffs de guitarra potentes, melodías trabajadas, letras excéntricas y, quizás lo más importante, energía y más dureza de lo esperado para muchos críticos anglosajones. Estos mismos colegas de la prensa música lo han comparado obviamente con The White Stripes y aunque personalmente pienso que sí se pueden apreciar algunos ecos, alguna pincelada, algún guiño cómplice incluso, como en “Archbishop Harold Holmes”, que indudablemente recuerda a “Ball And Biscuit”, transmite más solidez, un poso de mayor madurez musical e incluso de rabia contenida. Sus raíces e influencias están a la vista, recordando mucho a ‘Blunderbuss’ de 2012 y su siguiente trabajo de 2014, ‘Lazaretto’. Un sonido, un enfoque y unas letras que encajan bien en un músico que está a 12 meses de cumplir 50 años.

De hecho, las preocupaciones del disco son del tipo que uno podría esperar de alguien que está a punto de entrar en la cincuentena: la visión hastiada del mundo que puede invadirte cuando has visto determinadas cosas (“Ahora Adán y Eva saben que están desnudos/ Así que todos tenemos algo que temer ahora”, grita en “Number One With a Bullet”), y la sensación de confusión y extrañeza al observar cómo evoluciona la vida moderna (“La gente siente que está bajo asedio / Por lo que no pueden creer”, nos dice en “Underground”). En cualquier caso también hay sensualidad que no deja de resultar irónica: “Soy como un misionero / Ponme en esa posición / Y haré que me extrañes de nuevo”, dice en “Missionary”.

¿Quiere decir ello que ‘No Name’ es un disco triste de un artista desesperanzado? No, en absoluto. Jack White es demasiado consciente de sí mismo como para caer en la autocomplacencia o la autocompasión y aunque parezca que trata de desnudar unos sentimientos propios de una madurez que cuesta aceptar, también los ridiculiza. “A pesar de lo mal que nos fue / Seguro que debe ser duro para las ratas”, reflexiona en “It’s Rough on Rats (If You’re Asking)”.

En cuanto a sonido, estamos ante un disco que reivindica tanto el blues como el rock sólido y contundente. Comienza el álbum con un blues-rock sinuoso, “Old Scratch Blues” que fluye sobre una base de ritmo densa y fuerte como una roca, añadiendo cambios de ritmo originales y pinceladas de teclado que van haciéndose presentes a medida que avanza la canción. Y en el segundo, si nos fijamos en el sonido de guitarra de temas como “Tonight (Was a Long Time Ago)”, que puede estar entre Led Zeppelin o AC/DC con una clara evocación del “Honky Tonk Woman” de los Rolling Stones. Un tema que destila puro hard rock por cada uno de sus acordes. Más todavía: incluso rompe todos los esquemas aproximándose a Rage Against the Machine una o dos veces. Escucha “What’s the Rumpus?” y compruébalo por ti mismo. A destacar igualmente “Morning At Midnight” juega con una slide muy sugerente atravesada por esas raíces twang tan presentes en su bagaje y la pieza que cierra el disco, “Terminal Archenemy Endling”, que combina su vibra psicodélica con sabor oriental y de origen Zeppeliano con los sonidos más crudos y desgarrados.

Este es un disco de un artista que hace lo que quiere de manera desafiante y sin complejos, con poco interés en lo que piensen los demás. ‘No Name’ es blues-rock de fuego y azufre para un mundo digital esculpido y suavizado, y es una posición desde la que el singular White trabaja mejor: fuera de sintonía y a contracorriente. Mucho interés por ver como defiende estos temas en directo.

Más artículos del autor

Comparte este artículo, tus amig@s lo leerán gratis…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Telegram: LoQueSomosWeb
Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos

LQS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar