El RCEP y la OCS en la integración asiática
Por Luis Carlos García González*. LQSomos.
Este artículo analiza dos instrumentos que varias naciones asiáticas han formalizado para colaborar en cuestiones económicas y de seguridad: el RCEP y la OCS. Los instrumentos de integración regional sirven como plataforma organizativa para establecer y alcanzar objetivos comunitarios. El caso de China destaca porque participa en ambos acuerdos, lo que le permite beneficiarse y ejercer influencia en ambos.
Las negociaciones de la Asociación Económica Integral Regional comenzaron en 2012, impulsadas principalmente por China y la ASEAN, en el contexto de la creciente competencia estratégica con EEUU, y fue firmada en noviembre de 2020 por 15 naciones asiática (1). Entró en funcionamiento en enero de 2022 como el mayor bloque comercial del mundo por PIB en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), con sus 15 países miembros representando un PIB de 51,02 billones de USD en 2022 (gráfico 1), superior a los 49,19 billones de USD del G7 en términos de PPA. Según las estimaciones de la ASEAN, este bloque comercial concentra el 30% de la población mundial, con 2.200 millones de habitantes.
Gráfico 1. Fuente: OBELA con datos del FMI
El acuerdo aumenta la liberalización del comercio de servicios, establece normas de origen comunes y fija compromisos en materia de contratación pública para desarrollar mercados abiertos y competitivos. Sin embargo, la pieza central son las concesiones arancelarias, en concreto, la eliminación gradual del 90% de los aranceles dentro del bloque en 20 años.
Una de las principales razones del gigante asiático para impulsar el macroacuerdo fue que la Administración Obama presentó, en noviembre de 2008, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). Desde entonces, EE.UU. se retiró y comenzó algo nuevo y más pequeño. Para China, representa una oportunidad de reforzar su comercio con la ASEAN, que sustituyó a la UE como su principal socio comercial en 2020.
El RCEP no representa un cambio radical para la ASEAN, puesto que ya tiene acuerdos comerciales bilaterales con todos los miembros del acuerdo. Aun así, aumenta la interrelación entre China y la ASEAN con normas y reglamentos adicionales. Es el primer acuerdo comercial global que incluye a China, Corea del Sur y Japón (los tres de Asean +3) y fomentará la competencia y la cooperación (coopetición) entre ellos. La ausencia de India en el acuerdo se debe al temor a una mayor entrada de productos chinos baratos en su mercado, unido a la política proteccionista y de autosuficiencia económica de Narendra Modi. La falta de participación de Estados Unidos e India en el acuerdo abre el camino a una gran proyección comercial regional.
Otro instrumento de integración en Asia es la Organización de Cooperación de Shanghai o OCS; una agrupación regional centrada en la seguridad colectiva de sus miembros. El acuerdo fue firmado en junio de 2001 por Uzbekistán y el “Grupo de los Cinco” (2). En la actualidad, la OCS cuenta con ocho miembros permanentes, el 44% de la población mundial y abarca el 25% de la superficie terrestre del planeta. En términos de PIB, en PPA, cuenta con 48,91 billones de dólares, siendo China, India y Rusia sus mayores economías (figura 1).
El grupo de Shanghái propuso reforzar la seguridad regional combatiendo los “tres ejes del mal”: el terrorismo, el extremismo (principalmente religioso) y el separatismo; en ocasiones, la lucha contra el narcotráfico es un eje adicional. Cabe señalar que la OCS no es exclusivamente militar; también cuenta con un programa de cooperación multilateral y económica, firmado en 2003, que establece medidas para lograr la libre circulación de bienes, servicios, personas, capitales y tecnología en un plazo de 20 años.
La dinámica de la OCS sigue una pauta de nuevo regionalismo para potencias emergentes, diferente del modelo supranacional de la UE. Los principios básicos de la OCS son “soberanía, confianza mutua y beneficio mutuo” para lograr la seguridad y el desarrollo regionales. Los miembros no definen su acuerdo como una alianza o bloque militar con fines ofensivos contra un tercero, además de carecer de una fuerza armada conjunta, elemento que sí tiene la OTAN en su parte occidental.
En la OCS prevalecen los intereses chinos y rusos en materia económica y de seguridad. El dragón asiático utiliza este foro para desplegar proyectos de infraestructuras, generalmente sobre la Nueva Ruta de la Seda, como corredores ferroviarios, puertos y carreteras. Mientras, Rusia está interesada en asegurar el suministro energético a varios países asiáticos a través de sus redes de gasoductos y oleoductos. Rusia y China desean contar con aliados militares para coordinar operaciones conjuntas, especialmente contra grupos separatistas o terroristas, proteger infraestructuras críticas y promover el intercambio de inteligencia.
China es miembro conjunto tanto de la OCS como de la RCEP. En la primera, el liderazgo de China en términos militares es compartido con Rusia, ya que ambas cuentan con numerosos ejércitos y fuerzas nucleares. Pero económicamente, China prevalece, con su volumen comercial complementado por la Ruta de la Seda y la estrecha relación China-ASEAN. Aun así, la competencia con la ASEAN, Japón y Corea del Sur contrarresta su influencia política y económica.
Esta combinación de OCS más RCEP es un claro contrapunto a los pesos occidentales que asiste a un rediseño bipolar Este-Oeste donde el G7 y la OTAN están al otro lado. La división actual no es ideológica (liberales-iliberales) o religiosa (cristianos-musulmanes) sino de poder económico, diplomático, militar y tecnológico. China puede hoy remodelar el orden internacional, y la mayoría de los países no deberían alinearse con ninguno de los dos polos, en el espíritu de Bandung, para ganar cierta autonomía y beneficiarse de ambas partes.
Notas:
1.- Durante la cumbre número 37 de la ASEAN, se firmó el RCEP (por sus siglas en inglés), cuya meta principal es lograr un pacto de asociación económica moderno, integral, de alta calidad y beneficioso para sus miembros. Los países firmantes fueron los 10 miembros de la ASEAN (Vietnam, Malasia, Singapur, Brunéi, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Laos, Birmania, Camboya); a los cuales se sumó China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
2.- El antecedente directo de la OCS es el acuerdo de los “Cinco de Shanghái”, conformado en 1996 por China, Rusia y 3 republicas exsoviéticas: Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán; este precursor tuvo por meta solucionar las tensiones fronterizas a raíz de la caída soviética. En junio de 2001, en la ciudad de Shanghái, el grupo de los Cinco y Uzbekistán firmaron la declaración fundacional de la OCS, posteriormente Pakistán y la India se incorporaron en 2017. Hoy en día, el grupo cuenta con ocho miembros plenos y se espera que Irán adquiera su membresía permanente en 2023.
* OBELA
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