El Top Gun Español. 40 años en la OTAN
El Top Gun Español
Por Jorge Izquierdo*. LQSomos.
Hablar del ejército en publicaciones antimilitaristas como la nuestra puede parecer anacrónico. El que abajo firma piensa que es muy sano y necesario: cuanto más se conoce a tu enemigo más posibilidades tendrás de poder derrotarlo. Por el contrario, vivir de espaldas a ellos lleva consigo que el sistema, el Estado, la industria de armamento y evidentemente la banca se lleven siempre el impuesto al agua. Al agua de la Defensa, se entiende, de la guerra para ser más exactos y de esos costes desorbitados que nadie pone nunca en duda cuando se trata de “defenderte”. ¿Cuánto cuesta un avión de combate? Los 72 aviones F-18, cazas de combate norteamericanos, que han sido la espina dorsal de El Ejercito del Aire español costaron la friolera de 300.000 millones de pesetas. 300.000 mil millones de los de de antes, concretamente de hace 40 años —los mismos años que España lleva en la OTAN — y que hemos ido pagando en cómodos plazos y suculentos intereses durante décadas y décadas. ¿Es mucho dinero, dirán los más jóvenes? ¿No lo puedes decir en Euros? La respuesta es muy sencilla, la inversión/ayuda del Estado Español, durante los años 90, a la mismísima empresa SEAT fue inferior a la compra de aviones Y atención, hablamos de la compra; no del mantenimiento y evidentemente tampoco está incluido el coste hora de volar una nave de estas características. Es alucinante, de película.
Top Gun. La película
Cuando se estrenó, Top Gun en el año 1987, la cinta bélica que encumbró a Tom Cruise, el teniente del Ejército del Aire Fernando Pérez Serrano todavía no había nacido. Tom Cruise parece haber echo un pacto con el diablo y a sus 60 años todavía se hace pasar por piloto de combate en la secuela Top Gun II que ha recaudado solamente este fin de semana la cifra de 100 millones de dólares en su estreno mundial. A su vez, la Marina de los Estados Unidos lleva haciendo pactos con Hollywood desde la II Guerra Mundial y utiliza el cine para vender aviones a los países occidentales, incluido Estados Unidos , que posteriormente pagarán durante generaciones los ciudadanos del país en cuestión.
Y aquí, amigos míos, la historia del F-18 se funde entre la ficción y la realidad. Hace algo más de cuatro años un F18 del Ejército del Aire se estrelló dentro de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). El accidente se produjo durante el despegue y el joven de 26 años, Fernando Pérez Serrano, teniente y número uno de su promoción al que podemos ver posar orgulloso frente a su avión, falleció al instante. Tiempo después supimos que, una herramienta de unos 15 centímetros, olvidada en el motor derecho, pudo desencadenar el fatal y costoso accidente. Morir porque alguien se ha dejado una llave inglesa en el motor de un F18 no encajaría en ninguna película de Hollywood, que pretende vender aviones y un modelo de vida al mundo, pero es la pura realidad. Perder 60 millones de euros del contribuyente porque alguien ha trabajado mal. Debería ser motivo de investigación exhaustiva. Y ese alguien no tiene que ser forzosamente un mecánico, quizás toda la línea de mando es culpable o vaya uno a saber… Antañazo la llave inglesa hubiera sido arrestada durante años para expiar las culpas de nuestro Top Gun español que, al igual que la mayoría de los Ejército, se nutre de lo mismo que se nutre la sociedad española: de productos y cultura norteamericana.
La realidad, como hemos dicho, es mucho más prosaica. No hay, ni habrá, una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos. El Ejército es una sociedad dentro de otra sociedad —el viejo sueño de un país de países que nunca llega, los ejércitos hace siglos que lo consiguieron— y tiene sus propias normas, sus propias leyes, sus propios juzgados y jueces instructores. Nadie osará pedir cuentas al Ministerio de Defensa, simplemente es el propio Ejército el que se encarga de la investigación —en la que ha tardado poco en echar toda la mierda posible sobre el piloto al que acusa de un comportamiento errático antes del accidente, poco más que un gamberro Tom Cruise en TOP GUN—de la misma forma forma que es la Iglesia la encargada de investigarse a si misma en los casos de abusos a menores dentro de la misma Iglesia.
Como decía mi portada de ELPAPUS favorita ¿Cómo vais a abortar si no os dejan ni follar? uno se pregunta ¿Cómo vamos a supervisar al CNI, si no somos capaces de pedir cuentas al Ejército por una negligencia que nos cuesta cientos de millones de Euros?
Mientras tanto, mientras los cines españoles y del mundo entero se llenan para ver a un F18 surcando los cielos con un Tom Cruise de pega a los mandos, se están firmando suculentos contratos de compra venta de armas a precios desorbitados que nadie controla y que además de llevar la muerte por donde quieran que vayan, empobrecen y endeudan a los hijos de nuestros hijos.
Como broche final, a esta autentica película que es el TOP GUN español, una frase lapidaria y triste. Una frase que se refleja en muchos. Una frase y un lamento que viene a decir que ni siquiera aquellos que forman parte del sistema se encuentran a salvo de él. La madre del piloto fallecido, Concha Serrano llora así: “intensifican nuestro dolor al querer ensuciar el nombre de mi hijo con mentiras. Fernando murió un 17 de octubre de 2017 y sigue muriendo, nos lo siguen matando y nos matan a nosotros”.
* Bracero del funcionamiento y mantenimiento de esta web, parte del Colectivo LoQueSomos. Miembro de Wikimedia. Más artículos del autor
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