En Castilla y León se consolida un gobierno de hienas
Por Acacio Puig. LQSomos.
El 10 de marzo con el acuerdo de gobierno PP-Vox, esta comunidad de Castilla y León que inició su adhesión al fascismo en 1936, se desliza con rapidez hacia sus orígenes.
Concluye el período de medias palabras, secretitos y paripé negociador para hacer visible lo evidente: la extrema derecha y la derecha extrema unen fuerzas para proseguir el expolio y la regresión autoritaria y neoliberal de una democracia falsificada en un territorio despoblado, envejecido y castigado desde hace demasiadas décadas.
Sin más explicaciones que acordar la investidura de “un gobierno estable y al servicio de las personas”, Fernández Mañueco abrió la puerta del gobierno de la Junta a sus congéneres de Vox sumando a sus 31 diputados de derecha extrema, los 13 aportados por la extrema derecha. El PP adjudicará a Vox la vicepresidencia y tres cargos en el gobierno de Castilla y León. Un desolador panorama en que más de setecientas mil personas se abstuvieron en las elecciones del pasado 13 de febrero y solo poco más de un millón se acercaron a votar.
Mañueco seguirá así viviendo del estado durante unos años más. Este salmantino “emprendedor” que tras iniciar estudios de derecho trabajó algo -un poquito- en el bufete de abogados de su padre, descubrió pronto su vocación parasitaria: con 28 años fue secretario general del Partido Popular de Salamanca, a los 30 fue elegido concejal del Ayuntamiento de esa ciudad y un año más tarde pasó a presidir la Diputación, después alcalde de Salamanca y finalmente –presunto fraude por medio en las primarias del PP- candidato a presidir la autonomía y aunque perdió las autonómicas de 2019, “la mano tendida” de Ciudadanos le convirtió en presidente de la Junta de Castilla y León hasta el pasado 13 de febrero. Ahora, se garantiza seguir con el chollo previo acuerdo al más alto nivel con otro vividor de la política, Santiago Abascal. El diablo los cría y ellos se juntan.
Las críticas al reciente acuerdo de gobierno ya han llovido desde el PSOE a UP y C´s como era de esperar, aunque sin embargo lo que puede resultar más inquietante –porque parecía que iban a decir algo más- son las tibias posiciones que hasta el momento han trascendido formuladas, por partidos “regionalistas” como UPL y SORIA YA! (cada uno con tres consejeros elegidos a la Junta de Castilla y León).
En el caso de la Unión del Pueblo Leonés, que considera “negativo” el acuerdo PP-Vox al menos dice que “no apoyará”… ¿se abstendrá o votará en contra de la investidura? Porque una formación política como UPL, que quiere una ampliación del estatuto autonómico y aboga por la definición de León como comunidad autónoma, debiera tentarse la ropa ante una extrema derecha como Vox que rechaza incluso el sistema de autonomías en pro de La España Una de sello franquista.
En cuanto a SORIA YA! -que también fue teatralmente cortejada por el PP- las demandas que trascendieron desde esa coalición electoral, eran significativamente de mínimos-muy mínimos: además de literatura imprecisa sobre “fiscalidad diferenciada”, lo que los medios de Soria han hecho público de sus demandas ante el PP resulto ser tan limitado como: “el trasvase del 12 por ciento de los fondos europeos a Castilla y León… para corregir los desequilibrios existentes en las zonas despobladas establecidas por Europa” y “disponer con urgencia de una segunda ambulancia medicalizada y de un helicóptero para transporte médico urgente a otros hospitales, con base en la provincia de Soria”. Poco muy poco en una provincia colonizada por los oligopolios eólicos y en la que la proliferación de macrogranjas además de destruir suelos obliga a comprar agua envasada para beber y cocinar. Hasta el momento las gentes de SORIA YA! parecen optar solo por la abstención ante la investidura.
Mientras tanto, otros medios locales que apostaron por las candidaturas de “la España Vaciada” parecen negarse a analizar evidencias y resultados de aquella participación electoral (algo de eso apuntábamos en el artículo publicado en LQS tras las elecciones autonómicas del 13 de febrero: Castilla y León chapotea en el fango).
Y como telón de fondo un nuevo líder del PP (Feijóo) observa –y aplaude- la maniobra gubernamental desde la lejanía, el oportunismo… y ajustándose bien el flotador a la cintura.
Tiempos duros que requieren debate social, acción decidida y acuerdos lo más unitarios posibles para frenar esta involución hacia un pasado pardo aderezado con los nuevos condimentos neoliberales del siglo XXI.
Síguenos en redes sociales… Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Diaspora*: lqsomos@wk3.org Telegram: LoQueSomosWeb Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos
Creo que no es es así.
Si algo más de 700.000 personas fuesen lo que nos gustaría -es decir abstencionistas que no entran en el juego- las concentraciones contra cierre de centros de salud primaria, contra la proliferación de macrogranjas de porcino y contra la colonización del territorio por oligopolios energéticos…SERÍAN MÁS LUCÍDAS y habríamos logrado alguna victoria en este duro período.
No, el dato del abstencionismo en CyL tiene otro origen (pasividad, envejecimiento poblacional, adaptacionismo a lo que hay…) y el abstencionismo crítico de rechazo (que existe evidentemente) es aquí muy minoritario.
“más de setecientas mil personas se abstuvieron”… Algo ya dice la nota sobre gente que no entra en el juego. La pregunta es como y de que manera se canaliza la abstención, y se hace útil para cambiar el sistema.
Es lo votado amigos… Aceptáis las leyes, las normas, el juego, pues no hay más que hablar. Y si no aceptáis, organizar el boicot al sistema, pero no participéis de él