En los EEUU también hay mártires caucásicos
Por Nònimo Lustre
Aaron Bushnell (25 años; en adelante, AB; aviador caucásico en activo en la fuerza aérea de los EEUU desde el año 2020), el domingo 25 febrero 2024, a las 12,58 hora local, se quemó ‘a lo bonzo’ delante de la embajada de Israel en Washington. Antes, había creado la cuenta LillyAnarKitty en la RS Twitch, altavoz que dotó con una bandera palestina como banner de perfil y con la leyenda Palestina libre. Desde esta anarcoide cuenta twitch, AB retransmitió su heroicidad en directo. Mientras caminaba hacia la (genocida) embajada, escribió en vivo: “Soy un miembro en servicio activo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y ya no seré cómplice del genocidio. Estoy a punto de participar en un acto extremo de protesta, pero en comparación con lo que la gente ha estado experimentando en Palestina en manos de sus colonizadores, no es nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dominante ha decidido que sea normal” 
Declaración de AB: “A muchos nos gusta preguntarnos: “¿Qué haría yo si estuviera vivo durante la esclavitud en Estados Unidos? ¿O en el Sur de Jim Crow? ¿O durante el apartheid? ¿Qué haría yo si mi país estuviera cometiendo un genocidio? La respuesta es que lo está haciendo. Ahora mismo”
Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel: “Un hombre se prendió fuego frente al edificio de la embajada de nuestro país en Washington y fue trasladado en ambulancia al hospital. Paz al personal de la embajada” (nuestras cursivas) Así es la vesania sionista: ni siquiera mencionan la suerte del suicida sino que, en la enésima muestra de su consustancial victimización, desea paz sólo para sus orondos funcionarios, como si se hubieran lastimado subliminalmente por el sobrehumano acto de AB -la embajada estaba cerrada por lo que ni siquiera lo vieron.
AB, ¿suicida o (quizá) excesivamente solidario?
¿Psicopatía, lavado de cerebro, odio, auto-indulgencia?
Lo primero que debemos estudiar es la (remota) posibilidad de que tuviera otras razones. Metodológicamente, estamos obligados a considerar esta posibilidad aunque su motivación fue inequívoca y explícita puesto que sus primeras y sus últimas palabras fueron Free Palestine.
Sin embargo, los sionistas no han guardado ningún respeto ni empatía contra quien consideran su enemigo. Por ello, que padeciera una psicopatía fueron los primeros comentarios en las RRSS: “Aaron Bushnell? The psychopath that set himself on fire for the Hamas cause?”. Automática y fácil ‘solución’ que fue enseguida refutada en las mismas RRSS acusando al anterior psicólogo-de-bazar de que ser él, positivamente, un psicópata necio: “Maybe Aaron Bushnell was suffering from mental illness or maybe you are a psychopath can hasn’t bothered to ponder the tragedy of the genocide that has been live-streamed over the last 4.5 months”. Sea como fuere, la policía metropolitana de Washington escribió (¿post-mortem?) que AB “mostraba signos de angustia mental.” ¿Angustia mental es mejor o por que psicopatía? Fuera bizantinismos, con su pan se lo coman policías y tuiteros.
A la acusación/explicación de la psicopatía (¿qué es eso?) los sionistas siguieron disparando con el antisemitismo (perpetua majadería que les ahorramos) y con el inevitable lavado de cerebro: “Aaron Bushnell set himself on fire because he has been brainwashed by the internet to believe that Israel is committing apartheid. This is obviously a lie, it’s too bad this guy set himself on fire and has now died as a result.” Léase: es mentira que Israel esté cometiendo apartheid y, ¡oh, sorpresa!, que internet lava los cerebros. Sin duda los lava pero sólo los sesos que, de antemano, estén sucios/dañados -estaríamos, pues, ante una hipotética doble lavandería.
Item más, los difamadores de AB, añaden la estupidez a su supuesto lavado de cerebro: “Marxist lies and genuine stupidity reign, and offed himself because of these hate-filled liars. Amazing.… The western far Left is habitually the most stupid, naive people you can imagine. They come up with these really goofy constructs and it’s all about feeling good about yourself”. “From the river to the sea, Israel must be psychopath Hamas free”. Léase: la extrema izquierda occidental no es solo estúpida sino marxista (¿) y, especialmente, rebosa odio (hate-filled) Lo que no terminamos de entender es cómo estas desdichas existenciales -que abarcan desde los constructos mentecatos (goofy) hasta la autoindulgencia-, pueden coexistir con una ingenuidad primitivista (naive) que, popularmente, se sobreentiende como inocua.
Un milico sionista -quizá, un policía de la susodicha embajada-, disfruta de un orgasmo balístico disparando al calcinado cadáver de su ayer desconocido y hoy repentino archi-enemigo AB. Según fuentes nada fidedignas, cuando un AB moribundo ya había caído al suelo, ese milico/policía le encañonó fuera de cámara (pequeño detalle) gritándole “Tírate al suelo” (ya lo estaba) mientras que, según insinúa la propaganda, otro de los milicos/policías presentes, le contestó: “No necesito armas, necesito extintores”.
¿Adónde apunta el policía?: Tel Aviv no aplaudirá esta viñeta sarcástica sobre el anterior disparate.
Subrayemos que quemarse a lo bonzo en protesta contra el sionismo genocida es la más elevada prueba de abnegado humanitarismo pero no es inédita. Por ejemplo, a) el 14 julio 2012, un israelí intentó prenderse fuego en las manifestaciones del aniversario de las movilizaciones en contra de la injusticia social. Antes de intentar quemarse, leyó una carta de protesta contra el gobierno israelí. b) en cuanto a AB, en diciembre 2023, un manifestante que ondeaba una bandera palestina se prendió fuego frente al consulado de Israel en el estado gringo de Georgia -resultó gravemente herido pero no hemos investigado si murió.
Finalmente, por segunda vez (y las que vendrán), recordemos las últimas palabras de AB: “Ya no seré cómplice del genocidio. Estoy a punto de participar en un acto extremo de protesta, pero en comparación con lo que la gente ha estado experimentando en Palestina en manos de sus colonizadores, no es nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dominante ha decidido que sea normal… ¿Qué haría yo si mi país estuviera cometiendo un genocidio? La respuesta es que lo está haciendo. Ahora mismo”. Olvidemos por un minuto el hecho porque estas pocas palabras contienen toda la teoría y la praxis política no sólo del genocidio contra Gaza y Cisjordania sino, más allá, de la resistencia que hemos de defender cuando un Israel victorioso comience a expandir por el resto del planeta su neonazismo -aún mucho más asesino que el original hitleriano.
Un mártir excepcional
Para los palestinos -especialmente los gazatíes-,
AB es un mártir -es decir, un santo.
“We, in the Islamic Resistance Movement (Hamas), express our heartfelt condolences and our full solidarity with the family and friends of the U.S. pilot Aaron Bushnell, whose name has been immortalized as a defender of humanitarian values and the plight of the oppressed Palestinian people who are suffering due to the U.S. administration and its unjust policies, like the U.S. activist Rachel Corrie who was crushed by a Zionist bulldozer in 2003 in Rafah, the same city for which Bushnell paid for with his life to pressure his country’s government to prevent the criminal Zionist army from attacking it and committing massacres and violations in it…. Palestine will be victorious as long as it has deeply engraved itself in the consciences of the world, and history will record in golden letters the names of all the sympathizers and free people of the world who stood with it and sacrificed their lives for its sake.” (Hamas y Popular Front for the Liberation of Palestine; en Resistance News Network, 26 febrero 2024)
Es sumamente oportuno y de agradecer que las Resistencias palestinas homenajeen a la también caucásica Rachel Corrie (Rafah, 2003) pero nos tememos que, en los +20 años transcurridos desde su hiper-alevoso asesinato, los sionistas han aprendido a ocultar que muchos gringos ni afros ni hispanics, han defendido los DDHH en Palestina. Los ha habido y los hay pero los medios de desinformación están monopolizados por el sionismo más abyecto y es casi imposible averiguar dónde están sus grietas. Menos mal que las RRSS recogen algunas preguntas cruciales. Ejemplo: refiriéndose a los últimos instantes de AB, uno del común expresa: “Sumido en el dolor más insoportable, accedió a una grandiosa claridad de pensamiento. ¿Se recordó a sí mismo, a sus convicciones? Hemos de entender lo difícil que es pensar en semejante caso, primero recordar a otros pueblos cuando hasta el último nervio de tu cuerpo estalla en agonía. ¿Puede cualquiera de nosotros bucear en la profundidad de esta insondable humanidad?”
Suicidios y proxies
La siguiente tarea es desbrozar la mugre que rodea la abundantísima nómina de los suicidas. Por ejemplo, los ejemplos de Sócrates y de Séneca son suficientemente conocidos pero se nos olvidan los contemporáneos casos paralelos de Walter Benjamin (en Port Bou) y de Carl Einstein (1885-1940, en Pau, Aquitania) quienes, en sus años más fructíferos y poco antes de ser apresados por la Gestapo, más que suicidarse se ‘auto-tanatizaron.
Según la hemeroteca (no es infalible, más bien lo contrario), el primer monje budista que se suicidó a lo bonzo fue Thich Quang Duc (en Saigón, junio 1963) Es fama que su corazón, permaneció intacto (¿) Ahora se conserva en el Banco Nacional de Vietnam donde se le venera e idolatra puesto que es una víscera sagrada. Ha pasado más de medio siglo desde aquella heroicidad aparentemente religiosa pero que estuvo dirigida contra el títere gobierno vietnamita de entonces -no contra los EEUU que bailaban en el alambre. Del corazón de AB sólo sabemos que era universal y que, por eso mismo, jamás será venerado en los provincianos EEUU.
AB supera con mucho la hemeroteca. No sólo por ser un piloto profesionalmente exterminador sino, sobre todo, porque -sin estudiar al Durkheim sobre Le suicide 1897-, acertó de pleno en identificar al mayor peligro que encierra la pasividad de EEUU, UE y demás serial killers imperialistas redivivos en el mayor delito que un gobierno puede perpetrar contra un pueblo -el genocidio. Además, no existe la tal pasividad: es pura complicidad criminal. Y ahora viene lo peor: la deletérea moda de los exterminios proxy, evidentes herederos del decimonónico imperialismo que los países hegemónicos, vistos los beneficios que históricamente les ha proporcionado, quieren resucitar -fea palabra porque nunca murió. Ya está volviendo el consustancial sadismo occidental -a menudo, también oriental. Ya están los belgas asesinando a Lumumba mediante otros congoleños proxies. Para seguir manteniendo el comercio del opio, ya están los gringos rescatando a los sátrapas afganos -¿cuándo dejará Washington de emular a sus profesores británicos del indirect rule? Y, en España, ya estuvo el CNI entregando maniatado al periodista Pablo González, precisamente a los polacos más beatorros, a los extremistas que más odian a los rusos, sean Majnó sean Tólstoi. Y ahora ya está su gobierno dizque socialista -sumiso proxy de los EEUU-, traicionando a su pueblo para que pague otro pueblo, el saharaui. Sánchez, Albares y tutti cuanti, “No os lo perdonaremos nunca”.
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