Estrategia militar contra el Covid-19
Jordi Palou-Loverdos*. LQS. Mayo 2020
Miguel Ángel, te envío el artículo de Jordi Palau-Loverdos, también objetor de conciencia, aunque lo conocí en los cursos de doctorado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. Abogado y máster en mediación, es consultor nacional e internacional en resolución pacífica de conflictos y director de la Fundación Carta de la Paz dirigida a la ONU. Atentamente, Lluís Ignasi Pastrana Icart
Señor Miguel Ángel Villarroya, necesitamos decisiones razonables sobre la emergencia que nos afecta a todas y todos. Surgen muchas preguntas… La operación militar Balmis, desplegada durante el estado de alarma, ¿de qué ha servido realmente a la hora de auxiliar a las personas mayores y al personal de las residencias?. Si durante el estado de alarma no hay suspensión de derechos fundamentales, ¿por qué damos a entender que estamos actuando militarmente como si se tratara de un estado de excepción?. Ustedes son expertos en estrategia (etimológicamente, conducir a los ejércitos)… ¿nos puede decir qué estrategia militar y qué conducción de ejércitos ha sido efectiva para luchar contra el invisible virus SARS-CoV-2?.
Usted sabe mejor que nadie qué es y qué no es una guerra. Como jefe del estado mayor, usted ha sido uno de los altos representantes del Estado a la hora de adoptar decisiones y acciones para neutralizar la emergencia sanitaria derivada de la pandemia (¡no una guerra!) en España… ¿Se imagina a un/a objetor/a de conciencia, técnica y altamente cualificado/a (médico, ingeniera bioquímica, juez, etc), dirigiendo la estrategia de una guerra con la utilización de armamento, encabezando una guerra contemporánea con misiles teledirigidos, drones armados y demás armamento sofisticado? ¿Qué dirían ustedes, los militares?.
Ante esta emergencia, usted habría podido tomar decisiones que pusieran la vida de las personas en el centro. Me entenderá rápidamente… Las 348 unidades del Vehículo de Combate 8×8 Dragón, cuya adjudicación por importe de 2.083 millones se suspendió en diciembre de 2019, ¿son necesarias y útiles? ¿cuando han encargado recientemente su construcción a la fábrica de armas española Santa Bárbara Sistemas, como filial de la empresa militar norteamericana General Dynamics? ¿Por qué no ha redirigido esa cantidad de nuestros impuestos para que el Estado adquiriera mascarillas, tests y demás material urgente para los sanitarios? Otro ejemplo ¿ha alzado la voz o ha solicitado el redireccionamiento presupuestario para dar soporte asistencial a las residencias de personas mayores o para personal y material para hospitales o para apoyar a los alumnos de escuelas y universidades para que puedan continuar las clases de forma telemática o para “luchar” contra la brecha digital, en lugar de adquirir en pleno estado de alarma, por 7.331 millones de euros, 5 fragatas F-110, los referidos 348 vehículos blindados, 70 aviones caza Eurofighter, que se suman a decisiones anteriores para adquirir submarinos S-80, 17 helicópteros Chinook, 23 helicópteros NH-90 y dos nuevos satélites militares por 5.400 millones de euros? ¿Eso tampoco es de su competencia? ¿Cuáles son sus prioridades? Apelo no solo a su inteligencia, sino también a su conciencia para tomar decisiones valientes y razonables en situación de emergencia… y le pido también, pese a no saber nada de armas ni de ejércitos, que trate a los ciudadanos como seres inteligentes y que se tomen las decisiones de acuerdo a criterios de prioridad de las necesidades emergentes, especialmente en favor de las personas, los profesionales, las empresas y los colectivos más vulnerables.
* Director de la Fundación Carta de la Paz
– Nota original publicada en El Punt Avui
– Traducido para LoQueSomos por Leticia Palacios
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