Extracción
De Alejandra Pizarnik.Taller Las Manos. Una creación de Eva Varela Lasheras.
Crisis. Esa es la palabra. La palabra que persigue. Que nos persigue. Y es también la palabra que perseguimos. Tan desgastada que ya no sabemos dónde está. Decimos: la cultura. Decimos: occidente. Decimos: el sistema. Decimos: la sociedad. Decimos: el individuo. Decimos: yo.
¿Dónde está entonces? ¿Está en nosotros? ¿Está en mi? ¿Cómo salir de ella? ¿De cuál de las varias crisis que me/nos afectan? ¿Son distintas o son una sola? ¿Dónde empieza? ¿Por dónde empiezo?
“La crisis es una enfermedad propia de los seres que tienen historia; hasta ahora se usaba este término para designar los periodos decisivos del crecimiento en el ser humano individual; vale decir, esos momentos peligrosos en que un ser tiene que transformarse.(…) Hoy , crisis, se usa también para designar el momento histórico en que todos aquellos que viven envueltos en una misma cultura sienten que está dejando de corresponder a sus esperanzas. Se produce entonces lo que en todos los naufragios, surge el delirio y la confusión” *
“Maestro, quítame pronto esta piedra” escribe el Bosco en su cuadro Extracción de la piedra de la locura. El famoso maestro con el embudo en la cabeza, está bastante más enfermo que el paciente al que intenta curar, y su falso saber no hace más que revelar el peor exceso de una locura inmediatamente evidente para todos excepto para si mismo.
Alejandra Pizarnik publica en 1968 un poemario al que titula Extracción de la piedra de locura, donde se hace eco del espejo al que nos enfrenta el Bosco. No hay maestros, no hay doctores para la confusión y el delirio que genera la crisis -“Ayúdame a no pedir ayuda”- ha nacido en la crisis, ha nacido en la locura. En la lucidez del poeta alcanza el espejo, se pone frente a él y comienza la extracción de su mal heredado.
Porque su memoria, como la nuestra, es de la sed: “yo abajo en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo”.
Y se hace ofrenda que nos deja en forma de confesión, de poesía.
Necesitados estamos de espejos y de esperanza. Bien sabemos que no hay maestros ni doctores que nos vayan a curar. Tal vez es hora de seguir el camino de los poetas que se arriesgaron a buscarlas. Tal vez es hora de recuperar la sed.
* “La crisis de la cultura en Occidente” María Zambrano. Colección Breviarios nº8. Publicaciones La Puerta Estrecha-Madird, 2006.
Hay obras, autores, que se te hacen recurrentes en la memoria y el cuerpo a lo largo de la vida sin ser una muy consciente de la causa de este movimiento casi circular, espiral… Esto me sucede con la obra de Alejandra Pizarnik.
Casi veinte años alimentándome en la escena independiente como actriz -y en paralelo escenógrafa, traductora, vestuarista, productora, y últimamente directora- han ido abriendo una puerta, apenas un vislumbre de la posibilidad de hacer de mi oficio una experiencia totalmente nueva desde la que intentar la búsqueda de una fuente que hace del acto de la interpretación un ser vivo.
La obra de Pizarnik es un ser vivo, que respira por sí solo en un tiempo/espacio que sólo la poesía habita. ¿A qué entonces ponerle cuerpo, entraña, movimiento, voz, atravesarlo del tiempo y el espacio de la escena? Y por otro lado, ¿qué mejor nido, origen, vientre que el de la poesía para experienciar la interpretación desnuda y la búsqueda de su raíz viva, que la poesía de Pizarnik?
Me planteo, pues, este trabajo, como proceso de extracción mutua de esos elementos que conforman lo vivo, sustento de toda creación verdadera, que en el teatro se realiza en el acto del encuentro, en el humano acto del compartir.
No habría puerta, ni vislumbre, ni búsqueda, ni encuentro sin ese hábitat teatral que es La Puerta Estrecha, y que desde hace diez años sostengo junto con Rodolfo Cortizo.
Eva Varela Lasheras
¿Cuándo y donde?
Teatro de la Puerta Estrecha
Calle del Amparo 94, 28012. Madrid. Teléfono: 914 67 22 24.
Metro: Lavapiés, Embajadores
Hasta el 27 de Junio. Los viernes a las 22:30 horas
teatrodelapuertaestrecha@unapalabraotra.org
