“No podemos hablar de un triunfo electoral, sino de un fraude electoral de Bukele”
Por Colombia Informa*
El 4 de febrero Nayib Bukele consiguió un inconstitucional “triunfo” en El Salvador gracias a que desconoció las leyes que prohibían la reelección, destruyó la división de poderes, amañó las reglas para garantizar esa “victoria”, tuvo en el bolsillo a las Fuerzas Militares y el apoyo norteamericano
Comentario de Redacción: Añadimos los datos electorales que se han hecho públicos el jueves 8 de febrero, después de realizar esta entrevista. Son bastante aclaratorios, la abstención suma un 67%…
Colombia Informa conversó con Elena Freedman, luchadora popular del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, quien explicó toda la violencia desatada por el actual presidente Nayib Bukele, quien se convirtió en un dictador gracias a que alteró las leyes para beneficio propio y sigue al frente del Gobierno en El Salvador.
¿Cómo analizan ustedes desde el movimiento social el triunfo de Bukele? ¿A qué se debe ese apabullante éxito?
Elena Freedman: Como Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, consideramos que este segundo gobierno de Bukele, que fue electo supuestamente, es un gobierno de facto, quiere decir que no está sustentado en las normas legales.
En primer lugar, la reelección en El Salvador es inconstitucional. Segundo, una elección bajo un régimen de excepción no permite una campaña electoral con garantías ni un sufragio libre.
Además de esto, el régimen eliminó la prohibición de modificar las leyes electorales un año antes de las elecciones para cambiar a su favor las normas electorales.
Cambió el mapa de El Salvador y redujo los municipios de 262 a 44, a fin de absorber en municipios grandes, donde el régimen ganó las elecciones holgadamente a municipios pequeños en manos del FMLN o cualquier otro partido, aunque fuera de derecha.
Pasó un decreto que permitía votar con documentos de identificación vencidos, realizó nacionalizaciones masivas en el exterior, redujo el número de diputados y modificó el método del cálculo del cociente para favorecer a su partido.
Estas acciones de Bukele fueron precedidas a la reelección:
1.- Golpe de Estado contra la Asamblea Legislativa en febrero de 2020, cuando el Presidente de la República militarizó y ocupó el recinto legislativo.
2.- Destitución ilegal de cinco magistrados de la Sala de la Constitución y el Fiscal y elección ilegal de magistrados y un nuevo Fiscal al servicio del régimen (2021).
3.- Destitución ilegal de jueces y juezas mayores de 60 años y elección ilegal de jueces al servicio del régimen.
4.- Control ilegal del Instituto de Acceso a la Información Pública
5.- Violación sistemática a los derechos humanos a muchos sectores de la población.
6.- Persecución política contra exfuncionarios y funcionarias de los gobiernos del FMLN. También contra exdirigentes del FMLN.
7.- Detención ilegal de miles de personas inocentes en el marco del régimen de excepción, que ha durado un año y nueve meses y que restringe derechos fundamentales.
8.- No entrega de credenciales a 500 sindicatos comprometidos con la defensa de la clase trabajadora.
9.- Despido ilegal de más de 21 mil empleados públicos.
10.- Persecución de Organizaciones No Gubernamentales que impulsan proyectos de apoyo a la población pobre y vulnerable.
11.- Persecución de periodistas y amenazas a la prensa.
12.- Violencia del Estado contra comunidades y población históricamente vinculada a la lucha revolucionaria como las de San Vicente, Cabañas, Cuscatlán, Chalatenango y Usulután para instalar el miedo como factor de sometimiento.
13.- Uso de recursos públicos para apoyar a la campaña del presidente Bukele y su partido.
14.- Corrupción pública generalizada y no rendición de cuentas al pueblo sobre los recursos públicos.
15.- Anulación de la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública para fomentar la corrupción y fortalecer el clan empresarial de Bukele y de la oligarquía.
Además, es necesario decir que aún no hay datos reales sobre los resultados. A las 10 de la noche, Bukele estaba frente a una gran aglomeración de gente y dijo que había ganado las elecciones con 85% de los votos de la población.
Sin embargo, el día 5 de febrero la mayoría de centros electorales no habían trasmitido resultados al Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Misteriosamente, el gran sistema de transmisión de datos que costó carísimo al pueblo salvadoreño, porque fue comprado con nuestros impuestos, no funcionó. “Se cayó el sistema”.
En el caso de mi municipio, Ayutuxtepeque, o ex municipio, porque ahora somos un “distrito” del municipio fabricado de “San Salvador Centro”, tuvimos que comenzar a hacer actas a mano a la 1:00 de la mañana y aún no han llegado al Tribunal Supremo Electoral.
Según algunos datos que el TSE publicó, se registran casi más votos que salvadoreños. Hay informes de cientos de centros de votación donde se cuentan decenas de tipos de fraude electoral, incluido el hecho que en Ayutuxtepeque, el TSE no entregó ni una credencial para mesas receptoras de votos al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
En cambio, el partido Nuevas Ideas las tenían completas y los partidos de derecha, más completas que incompletas.
Por todo esto, no podemos hablar de un triunfo electoral, sino de un fraude electoral de Bukele.
Todo esto que digo no quita que una gran mayoría de la población salvadoreña votó por el oficialismo.
Frente a amenazas de que “si llega otro partido, dejarán libre a todos los mareros que hemos logrado encarcelar para quitar el flagelo de las y los salvadoreños”, una campaña millonaria con recursos del Estado y una flagrante campaña de odio contra cualquier forma de oposición, la población salvadoreña escogió a Bukele.
No importa cuántas promesas incumplidas, corrupción o mentiras. Parece que el show, es atractivo.
El sentir de que Bukele pusó a El Salvador en el Mapamundi pesa. Miss Universo, los Juegos Centroamericanos y un concierto casi semanal de un miembro de la farándula internacional parecen ganar el corazón de muchas y muchos. Bukele logró convencer a muchas personas que es su “salvador”.
Independiente de los pandilleros capturados, se comprobó su intento de pactar con el cártel mexicano de Nuevo Jalisco, para recapturar en ese país un jefe de la pandilla que ellos mismos liberaron. Aun así, logró convencer a la mayoría de que él detuvo el crimen en El Salvador.
De alguna manera, logró reducir en gran medida las extorsiones y la violencia callejera. Sea por el pacto que tiene con los pandilleros o por cualquier otra razón, esto permite a Bukele disfrazar su “Guerra Contra los Pobres” como una “Guerra Contra las Pandillas”.
Y es necesario mencionar un factor más. Desde una mirada geopolítica, es obvio que Bukele ha sido la punta de lanza de una nueva propuesta del imperialismo para revivir las derechas desgastadas de América Latina.
El pasado domingo, Resumen Latinoamericano sacó un importante artículo sobre la colaboración entre Bukele y Milei en Argentina.
La visita de Brian Nichols, Secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos a finales del año pasado, terminó de sellar la mejoría de relaciones entre el gobierno de Bukele y el de Biden. Esto es contradictorio debido a la lealtad de Bukele al sector ultra-conservador estadounidense representado por Trump. En esta visita, Nichols dio su “OK” a la reelección.
¿Cuál es la situación de la oposición y los movimientos sociales con Bukele?
Elena Freedman: Durante el primer año de gobierno de Bukele, la lucha social estaba prácticamente estancada. Entre la pandemia, la derrota electoral de la izquierda en 2019 y la campaña de odio.
Ayer por la mañana recordamos que en nuestra primera marcha como Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular en enero del 2021 los vendedores nos gritaban “devuelvan lo robado”, una consigna de Bukele… Y nosotros, que siempre vivimos “coyol quebrado, coyol comido”, pensamos… ¿Nosotros? ¿Qué vamos a tener de robado si no tenemos nada?
Desde allí, el movimiento popular ha crecido grandemente. Hemos realizado importantes acciones de masas, creamos nuevas articulaciones e incorporamos a nuevos sectores.
Es un aspecto positivo de la actual coyuntura: cuando las condiciones de vida del pueblo empeoran y el régimen pretende perpetuarse ilegalmente, la gente se ha organizado. Movimiento de Trabajadores Despedidos, Movimiento de Defensa de las Tierras, Movimiento de Víctimas del Régimen, entre otros.
Claro, se ha fortalecido grandemente en comparación a cómo estábamos, pero falta muchísimo para estar en condiciones de construir poder popular. Tenemos unas semillas, necesitamos abonar mucho y cuidar celosamente el cultivo. La solidaridad internacional ha sido importante.
Por supuesto, hay otras expresiones de movimiento popular importantísimo que no están en el Bloque. Como en tantos casos de nuestro continente, también tenemos el grandísimo reto de forjar la unidad. En un momento histórico en nuestro país tan condicionado por el divisionismo promovido por Bukele, es importantísimo avanzar en esta dirección.
También hay oposición desde la derecha. Aunque la mayoría de la oligarquía salvadoreña hizo pactos con Bukele, hay excepciones y se manifiestan en expresiones de oposición social y política. La embajada estadounidense apuesta primero a Bukele, pero también a algunos de estos esfuerzos.
¿Cuál es la situación de derechos humanos en El Salvador?
Elena Freedman: Primero queremos desmarcarnos de una posición que se repite muchas veces a nivel internacional, que dice que hay una gran disyuntiva entre la “seguridad pública” y “los derechos humanos”.
Plantean que el régimen de excepción es “bueno” porque arrinconó a las pandillas, pero “malo” porque afecta los derechos humanos. Así abordan el tema del régimen de excepción.
No estamos de acuerdo con esta posición porque consideramos que el objetivo primordial del régimen de excepción no es mejorar la situación de seguridad ciudadana, sino implantar el miedo en la sociedad a fin de conseguir la sumisión y consolidar una dictadura que puede actuar más libremente a favor de sus intereses empresariales. Se nutre de la aporofobia y promueve y profundiza la cultura del odio y la división de la población.
Sumado a lo que ya se sabe de los miles de capturas arbitrarias que no solo privan de libertad a gente inocente sin el debido proceso, en un sistema carcelario cerrado se han verificado casos de tortura y más de 200 muertes durante el régimen de excepción.
De igual forma, afectan a las familias. Muchas veces personas de la tercera edad, niñas y niños están en una situación de crisis humanitaria sumida en la pobreza porque además de perder su sostén económico, tienen que mandar dinero o paquetes alimenticios mensualmente que ni saben si llegan a su familiar. Al mismo tiempo, las madres o abuelas tienen que hacerse cargo de sus nietos y muchas veces, por miedo, tienen que desplazarse. Allí también va el deterioro de su salud física y mental.
También podríamos hablar de violaciones a poblaciones rurales, incluidos excombatientes del FMLN, que son despojados de sus tierras, trabajadores despedidos ilegalmente, sindicatos y asociaciones comunitarias que no reciben sus credenciales.
A esto se suma, la violación del derecho a la educación con el cierre de la única universidad pública, primero por la pandemia, después por poner las instalaciones en función de los Juegos Centroamericanos, luego la realización de Miss Universo. Lo cierto es que no entrego el presupuesto aprobado para la universidad y un larguísimo etcétera.
Los cinco dirigentes de la resistencia minera, capturados bajo acusaciones no comprobadas de crímenes de guerra durante el conflicto armado salvadoreño en enero del 2023, aún se mantienen presos bajo el régimen de arresto domiciliario después de casi un año de encarcelación y una larga lucha que logró que les mandaran a casa. Su caso está en proceso.
La memoria de las luchas del pueblo es uno de los más importantes recursos para hacer frente a los desafíos de cada momento.
Por esto, Bukele se dedicó a borrar discursivamente y destruir monumentos que el pueblo y el FMLN han hecho y buscó deslegitimar a personas y luchas históricas del pueblo.
Llegó a decir que “la guerra y los acuerdos de paz eran una farsa” y lo dijo en el territorio sagrado del Mozote, donde militares salvadoreños formados en la Escuela de las Américas llevaron a cabo una de las más grandes y grotescas masacres del continente. La memoria histórica es un derecho de los pueblos.
¿Qué pasó con el Farabundo Martí?
Elena Freedman: El FMLN nació en 1981 como expresión de la unidad de las fuerzas revolucionarias salvadoreñas que nacieron en el seno del movimiento popular rural y urbano y dieron un salto hacia la lucha política militar para liberar al pueblo salvadoreño de los flagelos del imperialismo norteamericano, la oligarquía y las dictaduras militares.
En 1992 se firman los acuerdos de paz y el FMLN pasa de articular distintas formas de lucha alrededor del eje militar a la vía electoral. Tuvo sus aciertos y sus desaciertos como toda decisión importante. Pero siempre con la mirada hacia la liberación de la explotación, opresión y hacia el fin de la miseria.
Ninguna vía de lucha revolucionaria es “pan comido”, pero la lucha electoral tiene sus aristas particulares. Aun así, se logró una victoria electoral en 2009 y tuvimos dos gobiernos sucesivos.
Claro, una “arista” de la lucha electoral es que ganas el gobierno, pero no el poder. Requiere una base social extremadamente fuerte y organizada para aumentar el poder desde allí. Por otro lado, está la oligarquía, el imperialismo, los militares, sus medios de comunicación, sus iglesias, etc.
A lo mejor, esto no lo logramos. De tal manera que aunque se lograron avances sociales importantísimos para el pueblo salvadoreño, la gente esperaba cambios más profundos. Estos cambios solo podrían resultar del desmantelamiento completo del neoliberalismo y permitir a los salvadoreños más que un respiro.
Aunque se logró disminuir en más de 15% la pobreza, se realizó una importante reforma en salud, fundamentales mejorías en la educación y avances cruciales en la distribución de tierras y legislación a favor de las mujeres, no se logró que la población se saliera del yugo de la violencia estructural.
Al mismo tiempo, la Embajada de los Estados Unidos promovió una gran campaña de odio contra el FMLN junto con la oligarquía salvadoreña. Fue bastante efectivo. Hizo que la población creyera que todos éramos mañosos y arribistas.
¡Falso! Pero la campaña funcionó. Lograron lesionar gravemente la autoridad moral, el recurso más importante de las organizaciones revolucionarias.
De esta forma, no se logró sacar el clientelismo de las raíces del Estado, incluido el gobierno salvadoreño, y esto por supuesto es dañino.
Aun así, parece que el FMLN llevará el segundo lugar en la votación de ayer. Un segundo lugar muy lejano, pero un segundo lugar. Para Bukele, la oligarquía y el imperialismo que siempre han buscado la desaparición del FMLN, nuevamente no lo han logrado.
Bueno, esta es mi opinión personal, nada más. Otros tendrán otras lecturas y hay que aclarar que todos tendremos un poquito de razón.
¿Qué expectativas le quedan al movimiento popular salvadoreño para enfrentar a Bukele?
Elena Freedman: En el “Manifiesto a la Nación” que presentamos a la población salvadoreña la semana pasada, el BRP expresamos nuestra determinación de fortalecer la lucha contra el gobierno corrupto e ilegal del clan Bukele.
Llamamos al pueblo a luchar por ejercer de manera plena los derechos fundamentales que el régimen intenta suprimir o manipular, incluido el derecho al sufragio y la participación electoral.
También llamamos al pueblo a luchar para impedir la continuidad del régimen. Vamos a seguir en la construcción de un Frente Popular y un Frente Amplio, contra la dictadura.
No hay mal que dure 100 años ni pueblo que lo aguante. Pondremos todo nuestro esfuerzo en función de hacer lo más breve y lo menos dañino este período de régimen dictatorial, la nueva expresión de la derecha pro imperialista.
Agregar que la solidaridad internacional entre los pueblos en lucha y sus organizaciones es otro eje que creemos que nos ayudará a todos los movimientos para avanzar juntos, ya que nuestro es objetivo es uno: La Justicia Social.
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