Gaza a gritos
Patxi Ibarrondo*. LQSomos. Septiembre 2014
Mientras los habitantes del Progreso disfrutaban en las playas sus trabajadas vacaciones, el ejército de Israel está convirtió Gaza en un montón de escombros y de tumbas. El bombardeo de la población civil es constante. Los hijos de Sión no escatiman material explosivo. 400 niños han muerto hasta ahora. La impunidad de los atacantes se puede masticar. La ONU sigue cavilando y emitiendo recomendaciones de alto el fuego. Su secretario general, Ban Ki Moon, ha acusado literalmente a Israel de cometer “crímenes de guerra”, pero, al revés de lo habitual en otros conflictos violentos de menor rango, el Consejo General de las Naciones Unidas, no se acaba de decidir a mandar sus “cascos azules” a Gaza o a emplear métodos más contundentes que las simples declaraciones que sirven de papel higiénico a los mandos hebreos.
Menos de un 10 % de los ciudadanos israelitas repudian la masacre palestina. A media que sube el número de víctimas, el líder Benjamin Netanyahu es más popular en las encuestas. Los colonos judíos están eufóricos. Esperan el momento de la infantería invasora para anexionarse la tierra que ellos creen cosa suya por derecho divino.
La sensación de impunidad de Israel está bien arraigada en la indiferente hipocresía de los países europeos, y en el doble juego de los EEUU: mientras el presidente Obama se disfraza de paloma y propone ante la Prensa alguna peregrina solución pacífica, su arsenal envía munición y piezas de recambio para que pueda continuar la programada masacre. Esto no es una guerra. Comparar la potencia militar de Hamas con la máquina de guerra de “Abbadon el Exterminador” sería un sarcasmo. Los palestinos están solos ante del colonialismo judío. Únicamente pueden contar con algunas organizaciones solidarias con la causa de su supervivencia y la simpatía de la opinión pública internacional. La de los que no estén todavía tomando el sol en la playa.
One thought on “Gaza a gritos”