Gustavo Petro: por primera vez hablamos de impuestos a los más ricos

Gustavo Petro: por primera vez hablamos de impuestos a los más ricos

Por Camilo Rengifo Marín*. LQSomos.

Poco más de un mes de discusión les tomó a las dos cámaras del Congreso colombiano aprobar la reforma tributaria propuesta por el presidente Gustavo Petro, quien señaló que la nueva normativa fiscal impondrá tributos inéditos a quienes más dinero tienen y le servirá para financiar su plan de gobierno y varias de las promesas de campaña

“Por primera vez, en muchas décadas, hablamos de ponerle impuestos a las capas más ricas de la población para financiar los gastos y las inversiones en la población más pobre del país”, mencionó el mandatario sobre la destinación de los 20 billones de pesos (unos 100 mil millones de dólares) que pretende recaudar entre el 2023 y el 2026.

En ese lapso se priorizará la “justicia integral” en el país, que equivalen al 26 por ciento del presupuesto de inversión del Gobierno. La reforma final del ministro José Antonio Ocampo obtiene la mayoría de su recaudación con una mayor carga a las empresas, sobre todo al sector de hidrocarburos, y a las personas más ricas.

En ese sentido, cumple con su objetivo principal de hacer más progresivo el sistema tributario. De acuerdo con cálculos del Ministerio de Hacienda, el 57 por ciento de los recursos en 2023 provendrá de los impuestos (“saludables”) a las empresas de petróleo y carbón.

Tanto los impuestos como el gasto social, que denominó “riqueza nacional”, es su apuesta para que Colombia empiece “un camino hacia la justicia” y deje atrás su pasado como “uno de los países más desiguales de la tierra”.

Aprobada la reforma tributaria, viene el trámite de las reformas política y pensional, cuyo proceso de concertación inició este mes y finalizará en febrero, está planteada para dar resultados en tres años. En los dos primeros años, dijo, el objetivo es bajar la deuda para que a partir del tercero se implemente un sistema pensional de cobertura total para quienes cumplan con la edad de pensión. Así, tres millones de ancianos que no cuentan con pensión tengan, al menos, medio salario mínimo de pensión individual.

Actualmente, el 25 por ciento de la recaudación de impuestos en Colombia depende de las empresas y el seis por ciento de las personas naturales. Por eso, esta reforma es considerada por muchos empresarios (y sus repetidoras en la prensa hegemónica) como profundamente lesiva para el sector privado y el emprendimiento individual.

Francisco José Lloreda, presidente del gremio de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, ACP, ha dicho en varios espacios que la reforma tributaria asfixiará al sector y que el efecto será que el país “recaude menos en 3 o 4 años de lo que recauda ahora”.

Felipe Bayón, ratificado presidente de Ecopetrol, afirmó que el efecto de la tributaria será “significativamente menor” que lo previsto. “Si los precios están más altos y a la industria le está yendo bien, nosotros consideramos que es absolutamente razonable que la industria pague más, y desde Ecopetrol, que paguemos más”.

El ministro Ocampo, por su parte, reiteró que el espíritu de la reforma fue avalado por organizaciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), tuvo el visto bueno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y uno de sus puntos principales, el impuesto a las compañías de hidrocarburos, fue impulsado por el mismo Secretario de la ONU, Antonio Guterres.

La deuda de bajar la tarifa de renta a las empresas, que se quedó en 35 por ciento y es una de las más altas de los países miembro de la Ocde, quedó como un objetivo explícito para el futuro.

Una de las banderas de Gustavo Petro en campaña era que esta reforma sería más progresiva, en la medida en la que los que ganan más pagan más. Eso lo logró en cuanto a los impuestos a los más ricos y la creación de un impuesto al patrimonio permanente. En el cálculo inicial de la reforma, cuando recaudaba 25 billones, modificaba el Gini de 0,514 a 0,419, que es la medida para saber qué tan desigualdad es o no un país.

Con esa progresividad y la mayor recaudación, Colombia mejora su capacidad de financiar el crecimiento del Estado y mejorar su sostenibilidad fiscal. Un cálculo inicial señala que con la reforma tributaria de Petro la recaudación pasa del 18,7 por ciento del PIB al 20 por ciento (asumiendo que la reforma recauda el 1,3%). Aún así, sigue lejos del promedio Ocde de 34 por ciento, incluso por debajo del regional de 22 por ciento.

La otra deuda de la reforma tributaria y que fue un pedido de varios analistas, como los de la Comisión de expertos en beneficios tributarios, es que se eliminen las exenciones que hay al IVA y que se desmonten beneficios preferenciales a unos sectores empresariales. La reforma no tocó el IVA para no afectar los precios de la canasta básica, que explican buena parte de la inflación que sólo cederá hasta el próximo año.

Para el ministro Ocampo, la reforma tributaria ha sido una de las más consensuadas y debatidas de la historia, pero donde el gobierno no cedió en los puntos clave como los impuestos a los hidrocarburos.

Para el ministro Ocampo, la reforma tributaria ha sido una de las más consensuadas y debatidas de la historia, pero donde el gobierno no cedió en los puntos clave como los impuestos a los hidrocarburos. “Los principales objetivos son contribuir a la equidad, la progresividad y eficiencia del sistema impositivo en Colombia. para ellos buscamos fortalecer la tributación y robustecer los ingresos del Estado para así desarrollar unos programas sociales más activos”, aseguró Ocampo.

Ese monto bajaría a 35 por ciento en 2024, 20 por ciento en 2025 y 14 por ciento en 2026, en la medida en que la sobretasa de renta se reduzca en la medida en la que baja el precio del petróleo, el gas y el carbón. Con eso, desde el 2025 la reforma dependerá en gran medida de la eliminación de unos beneficios al sector empresarial, más impuestos a los más ricos y de los impuestos saludables, que se introducen por primera vez en el país.

Para los analistas, el gran golpe a la progresividad de la reforma fue la caída de un impuesto de renta a las pensiones altas. Ahí ganaron los congresistas y sus padrinos políticos que se ven directamente beneficiados de no tener que pagar impuestos por pensiones que superan los 13 millones de pesos y que para ellos pueden ser rentas que son de hasta 25 millones de pesos, señala La Silla Vacía.

Los ambientalistas también tuvieron su parte en la reforma. Lograron que la mitad de lo recaudado del impuesto al carbono estuviera destinado a proyectos ambientales y la otra mitad se fuera para financiar el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito.

* Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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