Huelga General Indefinida o la historia jamás nos absolverá
Dedicado a los/as heroicos/as trabajadores/as en huelga del Servicio de Limpieza y Jardines del Ayuntamiento de Madrid.
Algún día en un futuro no muy lejano habrá personas que nos vean como unos/as cobardes, que permitimos que esta gentuza del coche oficial y el sobre repleto de dinero negro nos haya llevado a la barbarie, a la esclavitud, al hambre y a la injusticia social como base estructural de un estado podrido.
Si no nos alzamos, si no iniciamos en los próximos meses una Huelga General Indefinida nos comerán las moscas de la represión, del sufrimiento, del abismo oscuro a donde nos lleva este gobierno gestionado por personajes que viven para hacer el mal, para enriquecerse a costa de la muerte y el empobrecimiento generalizado de millones de seres humanos.
Ya no queda otra salida que la movilización social al margen de las organizaciones sindicales y políticas “tapaderas” de la basura neoliberal, integradas por arribistas, mentirosos y manipuladores, que desde una supuesta izquierda nos hablan de transformación social, de supuestos futuros estados del bienestar, que no son más que una forma de mantener este sistema corrupto, encabezado por figuras decorativas de sangre azul que se maman miles de millones del dinero de la sanidad y la educación, para montarse sus orgías macabras, sus bochinches de depravación enterrados en billetes de 500 euros, depredando la vida y los derechos de la mayoría de los pueblos del estado español.
Muy pocos movimientos como el SAT, la CUP, PCPE o Bildu y algunas organizaciones libertarias, representan una verdadera alternativa revolucionaria, otros se entretienen preparando elecciones para pillar cacho en forma de cargos públicos, con el único objetivo de enchufar familiares, ganar mucho dinero, seguir manteniendo un “estado de las cosas” sanguinario, que ya está asesinando a miles de personas en forma de desahucios, suicidios, desempleo, hambre infantil, muertes de personas dependientes, enfermos/as y gente mayor en los hospitales en vías de privatización, como regalo ideal para las bandas del negocio de la muerte y la enfermedad.
La “Justicia” deja en la calle a ladrones de guante blanco, oculta miles de correos electrónicos, tapan la basura generada en muchos años de robos y saqueos de todo lo público, dejándonos ver desde los medios de comunicación del régimen solo la punta de iceberg del verdadero pelotazo, del modus operandi pandillero que ha destrozado y arrasado todas las estructuras de un estado enterrado y en manos de seres capaces de todo, hasta de repetir el genocidio franquista, para mantener la vida loca y despilfarradora de la casta de la opulencia y el pelotazo.
Cada día resulta más difícil explicarle a tus hijas/os todo lo que está pasando, hasta la infancia contempla en la tv los permanentes escándalos de corrupción, detenciones, represión policial, protección institucional a brutales torturadores y asesinos fascistas, desahucios a palos contra familias enteras con bebés de pocos meses envueltos en humildes mantitas, protegidos/as por el amor incondicional de sus madres de los esbirros uniformados, empujones contra personas mayores, que contemplan asombrados/as como los sacan a golpes de lo que fue su universo, su hogar, su refugio, su lugar de paz y tranquilidad.
Una vergonzosa situación que contrasta con frecuentes y restringidos fiestorros millonarios a los que acuden los miembros de la caterva política y Real, como las fiestas millonarias estos días de los periódicos ultraderechistas La Razón y ABC, donde estaban todos/as, desde Zapatero a Rajoy, “el principito” y Leticia, en amigable charla con la derechista personaje del corazón, Belén Esteban, la perfecta imagen del vomito y el asco patrio.
No podemos esperar más o el tren de la historia pasará y nos enterrará para siempre en las cunetas de la cobardía, del miedo a luchar, de la verdadera libertad, del conformismo y por supuesto de la complicidad absoluta con los que están arrasando por todos nuestros derechos, con la única idea de generar una sociedad de muertos/as vivientes, de tristeza infinita y desolación en todos los barrios y pueblos de la desgarrada y envenenada podredumbre, a la que algunos/as ilusionistas del saqueo la siguen llamando, “piel de toro” y otros más sesudos y modernos, “Marca España”.