(II) Manuel Pérez: sacerdote y guerrillero
Aureliano Carbonell. LQS. Marzo 2021
Colombia. Entrevista con el Comandante del Ejército de Liberación Nacional, Pablo Beltrán, quien dirigió la delegación del ELN en las negociaciones frustradas se La Habana
Primera entrevista: Manuel Pérez: sacerdote y guerrillero
¿En qué momento conoció a Manuel?
A mediados de 1983 se convocó una Reunión Nacional de las estructuras urbanas y rurales del ELN, el Regional 4 lo conformaban Bucaramanga, Cúcuta y Barranca, nos delegó a otro compañero y a mí para participar; ahí lo conocí porque él era el jefe de la Dirección Nacional que había sido designada en el 82, que representaba los tres principales Frentes que había en ese momento, el Galán, el Camilo y el Laín.
¿Qué concluyó esa Reunión Nacional?
Tomó unas decisiones trascendentales, por ejemplo, una cosa que fue muy sabia en su momento, la centralización económica, todo tiene manejo colectivo, la reunión traza un plan político y todos los recursos que se consigan se centralizan, la Dirección Nacional elegida distribuirá los recursos en función del plan trazado.
Visión de la reconstrucción
Para ese año ya se estaba saliendo de la crisis de mediados de los 70 se estaba en un momento de desarrollo, ¿qué papel había jugado Manuel en ello?
En el año 78 se realiza un evento de gran importancia en la superación de la crisis que se llamó la Reunión Nacional de Responsables, en ella el Comandante Manuel adquirió un liderazgo nacional en la reconstrucción del ELN; esa reunión lanza una consigna que redefine las tareas de la organización, decía: “reconstruyamos al ELN al calor de la lucha de masas, de la lucha de clases y de la lucha armada”.
En el ELN comienza un debate después del golpe de Anorí en el 73 y de la salida de Fabio en el 74, entre el 75 y 76 hay un primer debate muy fuerte y se escinde un grupo que se conoció como Replanteamiento, que decía que tenemos que volvernos un partido de masas; en el 78 grupos de Bogotá entre otros propician una nueva escisión con tesis parecidas a las de Replanteamiento.
Lo que salva al ELN en esos tiempos fue que mantuvo los frentes originales así estuviesen reducidos y debilitados, también muchos sectores que se desarrollaron en las ciudades y en muchas partes del país que se reivindicaban elenos tenían una inserción social muy fuerte y venían con una experiencia de lucha de clases y lucha de masas, y organizados en colectivos clandestinos de militancia.
Los cambios y los nuevos enfoques
¿En ese contexto cómo incide Manuel?
En junio del 76 Manuel se pasó con un grupo de unos 40 guerrilleros para la cordillera Oriental hacia los departamentos del Cesar y Norte de Santander, allí comenzó a hacer escuelas de incorporación, a tener una dirección colectiva, a construir una base económica propia, comenzó también a construir un trabajo político-organizativo de manera sistemática, en el campo militar comenzó una experiencia que se llamó Trabajo Rural Conjunto en el que actuaba el frente guerrillero y las estructuras urbanas de la región Nororiental, estas atienden los trabajos de los pueblitos y la guerrilla atiende hasta las periferias de los mismos en un plan coordinado.
En las escuelas se da formación política, historia, geografía, marxismo, cuestiones organizativas y de masas y se da formación y entrenamiento militar, antes sólo se aprendía en el día a día, esto fue un salto; la gente del trabajo de masas fue clave en este diseño formativo, incluso se hicieron escuelas de preincorporados asociadas a proyectos económicos propios.
En cuanto a la dirección colectiva se estableció un responsable político, uno militar, otro de organización y así con otras responsabilidades, se discute y se toman decisiones colectivas no unipersonales, ese es otro cambio sustancial.
En cuanto al Trabajo político-organizativo o sea el trabajo con la base social, se consideró que la guerrilla además de hacer ataques y conseguir recursos también debe organizar la base social.
Todo esto es la experiencia de esos años en el Frente Camilo, la condujeron entre Manuel y otro gran líder que fue el sacerdote franciscano Diego Cristóbal Uribe Escobar.
¿Qué pasaba por esos años en el Frente Galán?
Se están dando experiencias similares mientras en el Frente Camilo la escuela estuvo incidida por la conjugación de los cristianos revolucionarios y los marxistas, el Galán estuvo más incidido por la experiencia de sectores obreros y sindicales de trayectoria marxista, quienes también desarrollan escuelas, dirección colectiva, proyectos económicos, trabajo político-organizativo, todo con bastante articulación con Medellín.
¿Cómo se adoptaron los principios organizativos leninistas?
En el 78 se da un salto en términos de principios, ahí se dice, para estructurar este ELN hay que adoptar los principios leninistas de organización: la dirección colectiva, la crítica y autocrítica, la planificación y evaluación, la división del trabajo y el centralismo democrático, fueron la crítica al mando unipersonal y a la actividad espontánea.
Desde el 78 se elige la dirección y esta se somete a una Asamblea, a un evento, a un grupo de militantes; en el tope de la jerarquía no está el individuo sino el Congreso, la Asamblea, los espacios democráticos.
La división del trabajo prepara a la organización para que haya actividad militar y también trabajo de masas, para que haya integralidad de la organización como proyecto revolucionario; la planificación y la evaluación es para acabar con el espontaneísmo, aplicar el sentido crítico del marxismo, racionalizar y corregir.
Incidencia de Camilo
¿Cuál es la incidencia de Camilo en los sacerdotes Manuel, Domingo y José Antonio?
Todo fue producto de un proceso en la iglesia que se llamó el Aggiornamento que es como cuando usted abre puertas y ventanas para que entre el aire fresco, ¿cuál era el aire que estaba viciado? El Vaticano en cabeza del Papa Pio XII había apoyado las dictaduras más feroces que tuvo el siglo XX, las de Mussolini y Hitler, en España la iglesia había sostenido a Franco.
Ese Aggiornamento tuvo un líder que fue el Papa Juan XXIII, bajo él hubo un Concilio que cambio todo lo anterior; Juan XXIII dijo tenemos que “confluir el humanismo cristiano y el humanismo de los marxistas, hay que hacer un diálogo”, lo que Camilo dice del diálogo entre marxistas y cristianos, es de Juan XXIII.
Juan XXIII dijo “la iglesia es de todos, pero preferencialmente de los pobres”, de ahí nace Camilo y el Amor Eficaz, lo que hace Camilo es recoger a Juan XXIII; la Conferencia de Obispos de América Latina (CELAM) del 68 en Medellín recoge lo de Juan XXIII y da el espaldarazo a Camilo, al plantear “una opción preferencial por los pobres”.
Manuel y los otros curas que ingresaron a la guerrilla nacen en una iglesia que se está refrescando desde abajo, que gestó los curas obreros, las misiones, el encarnarse que es vivir como viven los pobres, por eso los tres hacen su práctica de curas obreros.
Surge Camilo con una mayor radicalidad, con el Amor Eficaz que considera que hay que hacer la revolución, que son las clases dominantes las que deciden si le entregan el poder al pueblo a las buenas o a las malas; Camilo pone este segundo tope y lo pone más alto.
Un tercer componente es el Che, Manuel se ordena de sacerdote en el 66, lo ordena Pablo VI y estando en esas matan al Che, la reflexión que él hace sobre el Che es muy precisa: “si este hombre es Ministro y deja todas sus prerrogativas y sus cosas para irse a luchar por otros y muere allá, que más ejemplo que ese”.
Con estas influencias surge gente de temple como Manuel, Domingo, José Antonio y muchos otros en el continente; Latinoamérica fue tierra fértil para todas esas expresiones de la Iglesia de los pobres.
Las formas de ser vanguardia
¿Cómo se ubicó Manuel frente al tipo de vanguardia por construir?
También aportó en dos aspectos que hacen parte del acervo del ELN, el concepto de construir una Organización Político Militar (OPM), es una variante de lo clásico tradicional marxista que considera que el ejército y el partido son cosas aparte.
Son dos modelos diferentes, construir algo nuevo tiene que hacerse en medio de un debate político y teórico, pero sobretodo construirlo en la práctica para demostrar que eso vale; la discusión interna que se da a mediados de los 70 sobre lo que somos, sobre la refundación del ELN, reafirma el principio de seguir siendo una OPM.
En cuanto a la vanguardia colectiva hay una lucha ideológica y política, con los que consideran que hay una sola vanguardia y que los demás no lo son; el ELN reconoce a los revolucionarios organizados en partidos y en movimientos, y a los revolucionarios de las organizaciones sociales que hacen lucha política y hay que tener en cuenta que ellos también son vanguardia, todos son la vanguardia colectiva, en estas formulaciones y líneas Manuel jugó un papel destacado.
Manuel y la unidad
Ilústrenos sobre los esfuerzos unitarios de la década del 80
La visión sobre la unidad se consolida en la organización hacia el 83, fue muy importante la llamada Trilateral creada en el 84 con la unión del ELN, el PRT y el MIR Patria Libre, dentro de un plan único; desde la Trilateral se jalonó la conformación de la Coordinadora Nacional Guerrillera (CNG) en el 85.
Al tiempo nacieron la Coordinadora Nacional de Movimientos Cívicos, la Central unitaria de Trabajadores (CUT) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), fue un trabajo de unificación social y político que permitió saltos como el Paro de junio del 85, en medio de este Paro nace la CNG, después en el 87 se crea la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB).
Todo esto para nosotros era el desarrollo del plan político trazado en el 83, que traía sus raíces desde la Reunión del 78, plan del que Manuel fue ejecutor y líder.
La lucha ideológica interna
¿Y el debate interno?
Él no vivía haciendo fracción o grupo de adeptos, esa fue una característica de él como líder, saber ser la cabeza, tener posición propia, pero a su vez tratar de representar a la mayoría incluso en cosas que no coincidían con sus posiciones, eso es difícil; supo hacer dos cosas que son determinantes en un líder, en un jefe, en un comandante: construir un consenso como visión colectiva y después ejecutarlo con lealtad.
¿Cómo fue el estudio del marxismo?
Desde mediados de los 70 entró el afán por estudiar, por entender y apropiarse del marxismo; Manuel también se entusiasmó en ello, lo valoró mucho y fue muy dedicado, se estudiaba sobre la formación social colombiana, la economía política, fue un gran esfuerzo de fundamentación, él lo vivió con gusto y aprendió mucho.
¿Esto comenzó antes de hacer el cruce hacia la cordillera Oriental?
Sí, fue en el 75 cuando comenzaron todas las discusiones, entre otras, si había que convertir al ELN en un partido, ahí llegaron las tesis leninistas de organización, la teoría de la guerra de Clausewitz, sobre el Estado, la estrategia, etc.
Ideas esenciales de Manuel
¿Dónde están sus escritos?
Están en cartas, hay muchas y valiosas, hay declaraciones, documentos internos y sobre todo entrevistas; en los 90 hizo varios documentos, textos cortos, por ejemplo, el de “La izquierda: que cambie, para seguir su camino”, en el que reafirma las convicciones revolucionarias en un momento de dificultades, cuando el desplome del campo socialista.
Comenzó muchas búsquedas intelectuales para fundamentar posiciones, algunos de esos textos están en el libro Rojo y Negro de Milton Hernández y en una recopilación que aún no se ha publicado; entre las entrevistas están las de Marta Harnecker, María López Vigil, Ion Arregui, otras con periodistas europeos, hizo un texto de historia que preparó para la Escuela de cuadros del 96.
¿Cómo concebía Manuel la articulación entre la lucha política, el accionar militar y la lucha de masas?, ¿qué ajuste proponía a lo que era la práctica de ese momento?
Uno de los giros copernicanos que dio el ELN entre finales de los 70 y principios de los 80, fue incorporar lo relativo a la construcción del Poder Popular, significó ‘un antes y un después’, era dejar de decir que el poder lo toma un grupo para el pueblo, a decir que el poder se toma y se construye; a su vez fue un cambio de sujeto, esto lo tenía totalmente interiorizado Manuel, que la guerrilla es un aporte a la lucha popular revolucionaria, que es el conjunto del pueblo quien con su lucha logra las condiciones de acceso al poder. En esta época él comenzó a ejercer un liderazgo más decidido en el ELN.
Él daba un alto valor a las luchas de las masas, al papel del pueblo; junto con otros compañeros fue el gestor del planteamiento sobre la participación de la sociedad en los diálogos para la Solución Política del Conflicto.
Sus principales legados
¿En síntesis cuáles podrían ser sus principales aportes?
Su mayor aporte estuvo en mantener la continuidad de la construcción del ELN como una fuerza popular revolucionaria que busca los cambios y el socialismo para Colombia, sobre todo en los tiempos más tormentosos de la crisis de mediados de los 70, y luego en la crisis del socialismo en los 90, si bien fue un esfuerzo en muchas direcciones y de mucha gente él supo estar ahí y tener un liderazgo.
Otro de sus legados es la búsqueda de la unidad de los revolucionarios, de la izquierda, de los demócratas.
Un tercer legado es la Humanización de la Guerra, decía que si uno hace la Guerra en los mismos términos que la hacen las clases dominantes se degrada, la guerrilla no puede rebajarse a las mismas expresiones de barbarie de las clases dominantes; hacer una lucha insurgente contra un poder bárbaro exige superioridad moral e intelectual para distinguirse de la agresión despiadada de las clases dominantes, hay que comportarse en la guerra con unos criterios éticos.
Un cuarto legado es que hay que distinguirse del poder ejercido por las clases dominantes, fundarlo en un fuerte soporte ético, el asunto no solo es tener fuerza porque somos un poder al servicio del pueblo, un poder altruista que no busca beneficio personal o de grupo, en ese sentido el aporte de Manuel en la construcción del ELN es determinante.
La enfermedad que se lo llevó
¿Cómo fue lo de la enfermedad y la muerte de Manuel?
Él comenzó a tener una salud muy frágil por los paludismos que se le enquistaron en el hígado, este órgano se debilita tanto por el parásito como por la medicina, eso derivó en una hepatitis, la quina del tratamiento repetida muchas veces es mortal para el hígado, lo destruye.
En esa situación de fragilidad en el penúltimo año, él se echó encima unas tareas de mucho esfuerzo físico que acrecentaron la enfermedad, marchas de no menos de 10 días por caminos muy duros, sin mayores cuidados alimenticios, eso lo desplomó.
En septiembre del 97 por su agravamiento entramos un especialista que con un escáner portátil le midió el hígado, diagnosticó una situación crítica, tenía el hígado totalmente destruido, inmediatamente organizamos su salida pero ya era muy tarde porque tenía menos del 50 por ciento del hígado, el especialista nos dijo: está en un punto en que el hígado ya no se recupera; a pesar de esto batallamos, como pudimos lo sacamos, se le dio la mejor atención que había en ese momento, pero repito ya era muy tarde, él murió el 14 de febrero de 1998.
Primera entrevista: Manuel Pérez: sacerdote y guerrillero
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