Kant en los toros
Patxi Ibarrondo*. LQSomos. Septiembre 2015
Oyendo al Mariano Grey y a la Cristina Fontanas decir lo que dicen, por ejemplo, el panorama intelectual del país se está consolidando como un puticlub de carretera donde te fríen los sesos con garrafón. Los catalanes hacen cosas y tal y tal, está lloviendo y se me moja el Marca o la Fontanas diciendo “aquí pensándolo bien no hace falta una emisora de televisión”, cada día amanece el país con un alarde intelectual superior. Eso en tanto se espera el eucarístico y testicular auto sacramental cerril del Toro de la Vega. O bien una escritora rampante soltando sandeces hirientes para la lógica creativa en un programa cultural de televisión público, aunque en realidad es un descarado vehículo promocional de los editores que más suenan en el mercado. La ley Mordaza del ministro Fernández contribuye poderosamente a la enajenación individual y colectiva.
Así que el país este es un “totum revolutum” en permanente estado de pedante pretenciosidad apelmazado en una ciénaga de ignorancia dócil. Muchas palabras, demasiadas palabras para epatar en medios oficiales o paraoficiales.
Al final esto es algo así como una refutación porno mete-saca de la “Crítica de la Razón Pura” de Kant, producida en tanga color musgo y editada en rústica con el “nihil obstat” del Opus. Eso sí, transversal.