La Ingobernable: Madrid disidente

Iñaki Alrui*. LQS. Agosto 2019

La semana pasada el BOE publicaba que “La Ingo” tiene hasta el 28 de agosto a las 9:00 de la mañana para abandonar el edificio. El 28 “La Ingo” nos invita a desayunar. Vayamos todas a evitar el desahucio: ¡Almeida, no nos vamos!

En Atocha encontrarás
aire limpio sin igual.
Es una mierda este Madrid
que ni las ratas pueden vivir.
Leño, Este Madrid, 1979

Madrid de alguna manera siempre ha sido una ciudad asfixiante, pero cuando has crecido y vivido toda una vida en ella, se establece una relación de amor-odio. A veces te gustaría cambiarla de arriba abajo, y en otras ocasiones rezuma poesía por los rincones, el bullicio de la calle se convierte en colores y no la cambiarias por nada.

Recuerdos (Muy breve)

Con todo, siempre hubo otro Madrid ajeno a las banderas y los escudos oficiales. Han tenido que pasar muchos años para que un gran grupo de vecinas de esta ciudad comprendiera la importancia y todo lo que había detrás de las okupaciones.

De aquellas primeras okupaciones fugaces, desde 1985 a 2019, ha llovido bastante.
Siempre recordaré la de Arregui y Aruej, la vieja fabrica de bombillas de Metal Mazda, fue corta su existencia, yo vivía al lado y me quedé impresionado del curro que se invirtió allí en limpieza, adecuación y en la alegría que aportó al barrio. Algo para recordar es la cantidad de consignas que se grafitaron por las paredes, mensajes distintos a los “políticamente correctos” que corrían en la época por otros puntos de la ciudad, frases cargadas de un contenido radicalmente feminista, solidarias e internacionalistas. Nuevos grupos autónomos que se apartaban de los aparatos jerarquizados de las organizaciones políticas actuaban de forma directa ante la que se llamaba oficialmente izquierda, totalmente apoltronada en el Ayuntamiento y el resto de instituciones.

Por su importancia en tiempo y por todo lo que allí se organizó es imposible olvidar la “República de Minuesa”, C.S.O.A. Minuesa, un ejemplo de funcionamiento interno, se llenó de todo, había cursos, danza, gimnasio, comedor, teatro, proyectos “mil” y mucha música, conciertos y teatro en directo.
Las que veníamos del organigrama político tradicional aprendimos otras formas de participar y decidir, distintas al formato político en el que habíamos crecido en una transición que apestaba por todas partes. Y además todo se desarrollaba en un ambiente festivo y creativo frente al Madrid asfixiante: debates, infinitas ideas, fanzines, todo bien organizado en grupos de trabajo repletos de valientes y animosas vecinas, compañeras, que miraban a la cara del sistema para decirle que NO.

La okupaciones han seguido, han resistido y han sido temporalmente cortadas por la injusticia de la Justicia, acompañadas de violencia policial y escarnio mediático, pero no son una historia triste, todo lo contrario, son una siembra que va dando frutos, un relato alegre cargado de utopías.

Esta nota no pretende ser un balance en el tiempo o una enumeración cronológica de la okupación en Madrid, no, esta nota pretende reivindicar otro Madrid.

Aquí, ahora (Acción)

Madrid, 2019 y acercándonos a septiembre. Bajo el pomposo nombre de Centro Social de Comunes Urbanos está La Ingobernable, una casa de todas, fruto de la okupación, producto de hacer justicia ante la injusticia de los pelotazos inmobiliarios.

Con La Ingobernable hemos vuelto a ganar un espacio para todas, sin excepciones, en pleno corazón de Madrid, en esta ciudad donde cobran por mear, es una maravilla que pueda existir un espacio donde no necesitas consumir, donde la cultura es libre y horizontal, un espacio del que siempre sales cargado de ideas, reflexiones y buenos momentos. Un lugar donde puedes participar, observar, ser parte o espectador indiferentemente, aquí el ocio no es de consumo.

La Ingo en estos años es la referencia de todos los movimientos que disienten del sistema y apuntan contra los valores dominantes impuestos desde las instituciones, es como la casa de la madre, siempre tenemos acogida para reuniones, asambleas, actos, encuentros.
Madrid es un erial de espacios que den cabida a la solidaridad, a la autorganización, en esta ciudad todo cuesta y es iniciativa privada, desde el deporte hasta la cultura: negocio, puro negocio.

La Ingo ha roto muchos moldes, conozco a decenas de personas que es la primera vez que han entrado en un centro okupado, y hoy lo sienten suyo, de todas. La Ingo no para, sigue a pleno rendimiento en agosto, es un hervidero de ilusiones, de construcciones, una fábrica de alegrías, la muestra tangible de que sí se puede.

El Ayuntamiento amenaza, el fascismo pop que anda por Madrid no está dispuesto a consentir ningún espacio que quede fuera de su control y, sobre todo, de su negocio. Ya han lanzado las amenazas, y los primeros trámites burocráticos.

La vecinas de esta ciudad tenemos la oportunidad de seguir escribiendo nuestro guion. ¡Defendamos La Ingobernable! Tenemos el derecho y la necesidad de espacios comunes gestionados desde la horizontalidad. Madrid necesita La Ingobernable, gracias a ella es menos asfixiante y surge poesía por las esquinas y en la calle hay colores.
No podemos conformarnos con resistir, ahora es imprescindible seguir construyendo. No podemos perder los escasos espacios que nos sirven como laboratorio de ideas y centro de encuentros.

Tenemos la oportunidad de defender lo común, lo de todas, y en esa defensa va incluido el plantar cara al Ayuntamiento del fascismo pop y la defensa de la otra ciudad que queremos, feminista y antipatriarcal, solidaria, de acogida.

Ahora es el momento. ¡Vamos!
La Ingobernable indesalojable!!! y de paso queremos seguir bailando.

El próximo miércoles 28 de agosto ¡Todas en la Ingo! a las 9:00 nos invitan a desayunar… Vayamos todas a evitar el desahucio! ¡Almeida, no nos vamos!

#Indesalojables #NoNosVamos #SomosIngobernables #MadridNoSeVende

Más Información:
– @CSIngobernable
– Página Web de la Ingobernable, todas las actividades
– Canal en Telegram

Más artículos del autor
* Miembro de la Asamblea de Redacción de LoQueSomos
En Twitter: @IkaiAlo