La paz total en su laberinto
Por Pedro Santana Rodríguez*. LQSomos.
Múltiples hechos han marcado negativamente la estrategia del presidente Gustavo Petro de la Paz Total entendida esta como la negociación de las múltiples violencias que se presentan en el país y que podrían ser agrupadas en tres grandes bloques. El primero negociación con los actores armados levantados en contra del Estado que tienen una naturaleza política y que son principalmente tres: El Ejército de Liberación Nacional, ELN, las Disidencias de las FARC-EP que son principalmente dos el autodenominado Estado Mayor Central de las FARC que es la Disidencia encabezada por Gentil Duarte que ahora comanda alias Iván Mordisco que no entró en el proceso de negociación con las FARC y la Disidencia de Iván Márquez que tras el entrampamiento de que fue objeto Jesús Santrich se rearmó. Esta última Disidencia debe tener también un tratamiento político, pero ello supone diseñar un mecanismo propio que permita desde el Estado negociar con ellos en el marco de los acuerdos de paz suscritos con las FARC-EP.
Un segundo bloque lo constituyen los grupos sucesores del paramilitarismo que son principalmente el Clan del Golfo herederos de los grupos paramilitares que son la organización con mayor poder de fuego en distintas regiones del país y grupos menores como los Pachenca de la Sierra Nevada de Santa Marta. Un tercer bloque son las estructuras armadas ligadas al narcotráfico y que han sido denominadas como organizaciones armadas de Alto Impacto. Estos grupos son principalmente la Oficina de Envigado, los Pachelly que operan en Bello, Antioquia y diversas expresiones criminales que tienen como propósito el negocio del narcotráfico. Estos últimos dos bloques no tienen naturaleza política y por eso el marco jurídico debe ser el de sometimiento a la Justicia.
Los problemas derivan de la diversidad y de la naturaleza distinta de todas estas agrupaciones que tienen propósitos diferentes y el gobierno debería tener clara la naturaleza de cada actor y el tratamiento diferenciado que deben tener en el proceso de negociación con los grupos de naturaleza política y con los otros grupos unos ligados a las estructuras sucesoras del paramilitarismo y grupos armados de narcotraficantes. Un segundo tema muy importante es el de tener un análisis sobre sus estructuras y su presencia territorial que es clave al momento de acordar ceses al fuego y si las negociaciones culminan con éxito su proceso de desmovilización, pago de las penas acordadas y resocialización o reintegración a la sociedad. Y claro dada la naturaleza múltiple de las negociaciones se requiere la conformación de grupos de negociadores y expertos asesores de todo este proceso. En estos temas no parece haber claridad suficiente en la Oficina del Alto Comisionado, Danilo Rueda. Y buena parte de los problemas derivan de esta situación.
Los graves hechos que atentan contra la estrategia de Paz Total
Un primer hecho que mostró la improvisación del equipo encargado de la estrategia, vale decir de la Consejería de Paz, sobrevino tras el anuncio de Cese al fuego con cinco estructuras armadas y la expedición de los decretos correspondientes. El ELN desmintió al propio presidente Gustavo Petro y ese cese al fuego apenas entrará en el tercer ciclo, aunque se han iniciado ya las conversaciones en la Mesa de Negociaciones una vez superado este impasse. Pero la principal bofetada al proceso la constituyó el ataque del ELN este miércoles 29 de marzo a una Unidad Militar encargada de la protección de la infraestructura petrolera en el municipio de El Carmen en la región del Catatumbo, Norte de Santander. Allí fueron asesinados dos suboficiales y siete soldados y quedaron heridos otros ocho militares dos de ellos de gravedad. Lo dijo muy claramente Iván Cepeda esta completamente equivocado el ELN si cree que escalando el conflicto se va a lograr la paz. Es absurdo que el ELN crea que asesinando policías y soldados vaya a mejorar la correlación de fuerzas en la Mesa de Negociaciones.
Muchas preguntas surgen de este hecho. Esta realmente interesado el ELN en las negociaciones de Paz. Cree que escalando la confrontación armada logrará mejores condiciones para la negociación. Al ELN no pareciera interesarle el reproche y condena de la opinión pública, de la sociedad civil, de las comunidades hartas de la violencia. Y claro estas acciones totalmente reprochables y que condenamos sin ambigüedades fortalece a los amigos de la guerra, a la extrema derecha uribista que se frota las manos ante los reveses que se presentan en esta estrategia de la Paz Total. Es el sentido de la presencia en redes del Escudo de Colombia con las palabras libertad y orden. Esa extrema derecha quiere obligar al gobierno a actuar en el terreno militar y el ELN termina dándoles la razón. La otra pregunta que surge es sí realmente los que están sentados en la Mesa de Negociaciones representan a los frentes militares del ELN que están en el territorio. Por lo pronto la respuesta del gobierno ha sido la de convocar a sus negociadores y a los países garantes a una reunión el día lunes para examinar la situación. Se debe acelerar cuanto menos la negociación sobre el Cese al fuego bilateral.
El segundo hecho grave se presentó en el Bajo Cauca Antioqueño por la infiltración por parte del Clan del Golfo en el paro de los mineros artesanales que ya llevaba más de 30 días. En realidad, estos hechos de violencia parecieran más una retaliación a la destrucción de siete dragas que explotaban oro de manera ilegal ocasionando enormes daños ambientales. Ante los hechos de violencia, el disparo con fusiles de asalto a miembros de la Fuerza Pública el gobierno decidió levantar el cese al fuego decretado con esa organización sucesora del paramilitarismo. Esto se llevó a cabo el 19 de marzo. El hecho real es que este cese al fuego no había sido pactado como los hemos señalado en reiteradas ocasiones. Lo dijeron posteriormente los integrantes de ese grupo criminal. Sin protocolos de verificación y sin verificadores nacionales e internacionales esto es lo que sucede. También aquí hay una evidente improvisación.
Y con las Disidencias de las FARC tanto con las de Iván Mordisco como con la Nueva Marquetalia también se han presentado incidentes y violaciones al pretendido cese al fuego. Las amenazas al Espacio Territorial de Resocialización de las FARC en Mesetas, departamento del Meta donde estuvo el presidente Petro este miércoles 29 de marzo y donde logró que se mantengan los excombatientes durante los próximos tres meses ameritan que este punto de cese al ataque criminal de la Disidencia en contra de los excombatientes de las FARC debe ser una exigencia del gobierno para instalar la Mesa de Negociaciones. Como también urge que la Consejería presidencial de Paz en cabeza de Danilo Rueda avance en el cumplimiento de los Acuerdos con las FARC dado que allí se concentró esta actividad.
En resumen, quienes creemos y apoyamos la estrategia de negociación con los actores armados, pensamos que el proceso requiere ajustes urgentes. La oficina del Alto Comisionado requiere cambios urgentes. Debe descentralizarse para avanzar de forma simultánea en los diversos procesos. El cese al fuego no puede quedarse sin verificación y sin los correspondientes protocolos que deben ser negociados entre las partes. Hay vacíos notorios en el proyecto de Sometimiento de los grupos denominados criminales de Alto Impacto. El principal a nuestro juicio es que debe crearse una jurisdicción especial y las investigaciones deben ser sobre las estructuras criminales para derivar de allí las responsabilidades penales individuales. Ese es el principal defecto a nuestro juicio del proyecto presentado al Congreso. Y hay que acelerar el cumplimiento de los Acuerdos con las FARC y si sigue en la Consejería de Paz debe descentralizarse para que pueda avanzar.
* Pedro Santana Rodríguez es Director de la Revista Sur
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